A MEANS TO AN END
Hoy hace exactamente nueve años que empezó este blog y hoy
es el día que termina.
Recuerdo que me dí de alta en Blogger para poder comentar en
otros blogs que seguía como lector y luego lo cierto es que empezó a agradarme
la idea de tener un sitio en el que comentar cosas que, desafortunadamente, no
tenía ocasión de comentar en mi vida diaria real, cosas que además otras
personas leían y en ocasiones compartían y aquí creo que está la clave de todo.
Internet es un entorno cambiante y lo que parece que va a
ser para siempre luego pasa de moda y se olvida. En mis primeros años de
conexión a la red tenía la sensación de que me iba a pasar el resto de mi vida
chateando en el IRC a diario, luego el programa simplemente pasó de moda y
desapareció, posiblemente por el éxito del también ya en decadencia Messenger. Lo
mismo pasó con otras plataformas como el MySpace. En cuanto a los blogs tengo
la sensación de que Facebook (que empezó a desarrollarse plenamente más o menos
en la época en la que yo empecé con este diario) ha terminado con ellos, esta
red social resulta más directa e interactiva que los blogs y quizás se adapte
mejor al escaso tiempo que la mayoría de nosotros disponemos para llevar una
bitácora como Dios manda.
Revisando la lista de mis links descubro que de los 15 blogs
que hay enlazados tan sólo seis siguen actualizando con más o menos
regularidad, uno tiene el acceso restringido y el resto dejaron de actualizar
entre diciembre del 2010 y septiembre de 2013 (por desgracia uno de ellos ya
nunca lo será por haber fallecido su autor). A la propia decadencia de Blogger
se une mi progresivamente escasa actividad que se inicio en octubre de 2011 por
desgraciadas circunstancias personales y que se ha acentuado hasta el día de
hoy aunque más que eso lo que creo que ha matado a Sisterboy Drama ha sido la
ausencia de lectores. Y es que para mí un blog se justifica por la interacción
con aquellos que lo leen y sobre todo con aquellos que lo comentan (admiro pero
no comparto el empeño de blogs que llevan meses y años sin que nadie los lea o
al menos sin que nadie demuestre que los está leyendo) y la verdad pasar de
varias docenas de comentarios manifestados por cinco o seis lectores diferentes
a tan sólo unos pocos (la mayoría a cargo de mis queridos Slim, Ra, Impenitente,
Refrescos Pepito y el Señor Biltons) me causa desánimo.
También me entristece la idea de dejar morir un blog por el
simple hecho de no actualizar las entradas sin ponerle final en un punto
determinado y es eso lo que quiero hacer aquí. El blog no va a ser borrado y
permanecerá todo el tiempo que permita la tecnología, también se mantendrá el
blog dedicado al balompié y por mi parte pienso seguir frecuentando los blogs
que todavía se mantengan vivos, por lo demás si alguien quiere seguir al tanto de
mis desvelos puede hacerlo a través de mi página de Facebook (algunos de
ustedes la conocen ya) registrada con el absurdo e injustificable nombre de
“Alberto Rodilla Letón” (no me busquen en Twitter porque a pesar de tener
cuenta nunca la uso y es que todavía no he encontrado a nadie que me justifique
la existencia de esta plataforma). Y eso es todo amigos, gracias por haber
leído y sobre todo comentado mis humildes entradas a lo largo de estos nueve
años y ¡AU REVOIRE COMO DIJO VOLTAIRE!.