La Plaza de Colon está llena de esqueletos

No creo que España saliera a jugar con miedo o agarrotada como se le ha criticado en otras ocasiones. De hecho el partido no pintaba del todo mal, como se esperaba, Francia puso mucho interés en presionar en el centro de campo neutralizando a la pareja Xavi- Xabi con lo que Sergio Ramos y Pernía han sido prácticamente el centro de campo español, pero como digo esto era lo esperado. Mientras los centrocampistas se fajaban con el mediocampo francés los laterales se ocupaban de subir la pelota tratando de conectar con Torres y Villa o en su defecto con Raúl y Cesc, la pelota era nuestra pero sólo había un problema: no estábamos generando ningún peligro.

Francia planteó un partido defensivo casi perfecto, Torres y Villa cuando recibían una pelota no tenían otra opción que caer a banda con un defensa francés pegado a ellos y otro por detrás haciendo la cobertura, si Cesc y Raúl tocaban por el centro del ataque no tenían ninguna posibilidad de crear peligro o de hacer alguna asistencia a los delanteros. En cambio los franceses estaban empezando a tocar con peligro arriba y mientras ellos defendían con comodidad nosotros estamos siempre en el filo del abismo pendientes de heroicidades de Puyol o Pablo. En ese momento llegó el penalti (que sí lo fue) que podía haberlo cambiado todo, poniéndonos por delante, Francia tenía que abandonar su poblada defensa y en ese momento hubieran aparecido los espacios que necesitaban Raúl, Cesc y sobre todo Torres. Pero nuestra defensa al límite falló y nos empataron.

En la segunda parte la esperanza era que Francia decayera físicamente y que nuestro centro de campo empezara a jugar con más libertad, por un momento así parecía que iba a suceder, Cesc empezó a tocar más la pelota y Joaquín y Luís García empezaban a desbordar por banda pero en ese momento ocurrió algo de lo que todo el mundo se había olvidado: España llegó al Mundial sin un delantero centro auténtico, hasta ahora no lo habíamos echado en falta porque no lo habíamos necesitado pero no teníamos un Henry, un Rooney, un Svechenko o ¿por qué no? un Ronaldo, en definitiva alguien que rompiera por el centro, que rematara de cabeza, que buscara desmarques, en definitiva un asesino del área, yo creo que casi todos los equipos tienen al suyo, y nosotros no. El gol ha sido una desgracia pero sinceramente la cuestión era si Francia marcaría o no porque nosotros no estábamos en disposición de marcar.

En fin, ha sido bonito mientras duro, ahora a pensar un poco en lo que ha pasado y a prepararse que en dos años hay Eurocopa.