Monday, January 15, 2007

Whatever happened to all the heroes?



Hay muchas historias dignas de ser contadas sobre la IIGM y desde luego Iwo Jima es una de ellas, de hecho fue posiblemente una de las batallas más terribles de esa guerra. En una isla de apenas 20 kilómetros cuadrados llegaron a luchar 100.000 hombres de ambos bandos durante más o menos un mes de los cuales murieron unos 25.000 y todo ello tuvo lugar en un paisaje de pesadilla recubierto de lava, escorias naturales y un polvo negruzco, increíblemente fino, de cenizas y azufre mezclado con arena.

En resumen y como se dijo antes una historia digna de contar, la noticia de que se iba a rodar una película sobre esa batalla y que además esa película iba a estar dirigida por Clint Eastwood hizo que a muchos aficionados (a la historia de la IIGM y al cine) se nos pusieran los dientes largos.

Pero más tarde al saber que el argumento estaría centrado sobre todo en aquellos aspectos que tuvieron que ver con la fotografía más famosa de la guerra y una de las más celebres de la historia quedé un poco decepcionado, primero porque pensaba que la epopeya militar de Iwo Jima sí merecía por sí sola una película y segundo porque la historia de aquella foto y de los que tomaron parte en ella ya había sido contada y además de forma magistral en la muy poco conocida “El sexto héroe” (The outsider) una biografía del infortunado Ira Hayes al que interpreta Tony Curtis (ala, ya la están buscando y si alguien la encuentra que me avise).

Pero bueno una vez asimiladas estas circunstancias y asumido el hecho de que la historia sobre la que me había creado expectativas no iba a tener lugar la verdad es que opino que “Flags of our fathers” es una película excelente.

No es redonda por supuesto, tiene sus fallos (aunque no tantos como la mucho más apreciada “Million Dollar Baby”) entre ellos está por ejemplo la confusa forma de empezar el relato que parece contado a modo de flashback aunque no queda claro por quien ni para qué hasta bien entrada la película al margen del hecho de que si estas haciendo un filme sobre la Segunda Guerra Mundial que incluye un desembarco y además dicho filme está producido por Steven Spielberg no parece lo más adecuado iniciar la historia con el rollo del viejecito moribundo que vuelve la vista atrás.

Otro defecto que le encuentro a la película es lo desdibujado que quedan todos los personajes. Al margen del trío protagonista no notamos la presencia de nadie más (si exceptuamos a Jaime Bell y Barry Pepper porque conocemos sus rostros por anteriores trabajos suyos) lo que puede ser debido al material que se ha quedado en la sala, una explicación que de todos modos no serviría como excusa.

Al margen de esto la película funciona cuando se centra exclusivamente en la historia de Doc (Ryann Philippe) Gagnon (Jesse Bradford) y Ira Hayes (Adam Beach) y de su calvario de héroes forzosos por todo el país al tiempo que una serie de violentos flashbacks les recuerdan el traumático combate. Una vez el espectador está al tanto de la clase de historia que la película nos quiere contar esta alternancia entre los dos escenarios (enlazados de un modo hábil y elegante) es no sólo admisible sino incluso pertinente, véase como ejemplo las dos escenas que ilustran el izado de la bandera, por un lado el suceso real que aunque produce un vibrante efecto en los combatientes no deja de ser un gesto cotidiano en el ambiente castrense en el que se desarrolla y por lo tanto carente de excesiva trascendencia y por otro lado la repetición del mismo gesto en el estadio transformado ahora en un espectáculo cargado de simbolismo, en resumen la vulgar y sucia realidad de la guerra transformada y depurada para ser ofrecida al público de una manera que pueda soportar.

La película gira sobre todo en torno a este tema, es decir, la manipulación de la verdad para ofrecer una mentira conveniente (véase también la confusión sobre quien estaba y quien no en la foto o como dicha foto es retocada para ocultar el arriado de la primera bandera) pero también sobre la reducción de la complejidad de un conflicto armado a una cuestión de buenos y malos que todo el mundo pueda comprender (el principal punto de conexión entre la historia que cuenta la película y la realidad de la situación política actual) la indefensión del individuo ante el aplastante peso de la lógica bélica (como ilustra la escena en la que el barco no puede detenerse a recoger al soldado que ha caído al agua, una anécdota tan brutal que estoy convencido de que sucedió realmente o de otra manera nadie se habría prestado a filmarla) o la trágica condición del héroe que tiene que enfrentarse no sólo a la culpa del superviviente sino al hecho de ser elevado a los altares de forma injusta por poco más que una mera anécdota (al fin y al cabo se trata simplemente de un sanitario, un enlace y un mero soldado de a pie y ninguno de los tres participó en la acción de forma notable).

Es pues como se ha visto una película con un notable contenido implícito y explicito (algo a lo que no es ajeno el mejor cine de Eastwood, especialmente en el caso de “Mystic River” y “Sin Perdón”) que está además correctamente interpretada y filmada de modo impecable tanto en las escenas bélicas como en las que tienen lugar en el circo montado alrededor de los tres héroes.

La película remite (como es habitual también en el cine de Eastwood) a ilustres precedentes tanto en el contenido (la deformación de la verdad y la alineación del individuo convertido en icono para consumo de una sociedad ávida de mitología remite directamente al “El hombre que mató a Liberty Valance” de John Ford) como en la forma (la escena en la que Doc descubre el cadáver de Iggy parece un claro homenaje a “Objetivo Birmania” el clásico bélico de Raoul Walsh) . En cuanto a la similitud con “Salvar al soldado Ryan” bueno que diablos, entiendo que esta película es ya una vara con la que medir todo el cine bélico posterior a ella pero si uno filma una batalla en la que tiene lugar un desembarco no hay forma de evitar determinadas escenas, y de todos modos también la película de Spielberg es en cierto modo deudora de otras como “El día más largo” o “Big red one”, así es el cine, todo el mundo coge algo de todo el mundo.

10 Comments:

Blogger Tomás Ortiz said...

Oye, guapetón, dicen que la segunda parte, "Cartas desde Iwo Jima", que se estrena a mediados de febrero, es mucho mejor, al menos la crítica americana así lo ha asegurado. Es la misma historia, pero desde la perspectiva de los "japos", algo que es muy curioso viniendo de Eastwood, y que promete ser un bombazo, no crees?
A mí esta no me llama mucho la atención, pero es que Eastwood en general no me llama la atención, exceptuando la excelente "Million dollar baby", que incluso me pareció ajena a él, de lo buena que era. A veces soy malo, pero otras veces soy mejor.
Saluditos apretados

1:01 AM  
Anonymous Anonymous said...

Yo la que estoy impaciente por ver es la 'version japonesa' de la historia, porque, como dices, la trama de esta me parecio un poco timo. De todos modos supongo que la veré, por supuesto.

Y yo la primera peli de Eastwood-director que vi fui 'Medianoche en el jardin...' y me parecio maravillosa (esto lo digo por Mr. Bit!)

2:28 AM  
Blogger lopezsanchez said...

Pues, no sé, a mí no me acabó de convencer. Y eso que adoro a Eastwood hasta cuando hace meros entretenimientos como Space Cowboys.
Iba con unas expectativas enormes. Y allá que me siento y comienza y ¡¡plaf!! estupendo puñetazo con exposición de lo que parece va a ser la tesis de la película. Me regocijo escuchando todo eso de la foto, la importancia de la propaganda y demás y comienzo a repanchingarme en la butaca convencida cada vez más de que la película promete muchísimo.
Y luego, según va avanzando, comienzo a desinflarme. Vuelta, una y otra vez sobre lo mismo. Minutos y minutos para remarcar lo que ya se ha contado:
* Personajes desdibujados (¿de dónde sale la mujer de Ryan Philippe que, dicho sea de paso, parece su madre?).
* Aburrimiento hasta la saciedad de la historia del indio: sí, ya sabemos que su vida fue un desastre ¿para qué tantos ejemplos descabalados?
* Vergüenza ajena por la escena, tópica hasta decir basta, de la conferencia ante los indios.
* Incomprensión total ante la escena de la muerte del padre: ¿y a qué leches viene esto ahora?
* Y esa reiteración continua del hijo que indaga en el pasado del padre, totalmente superflua y agotadora. El espectador tiene datos de sobra para reconstruir su historia, no es necesario más.

En fin, que le cortaría gustosa toda la última media hora (y algún trocito suelto más). Espero, eso sí, la segunda parte con ansiedad.

PD. Gracias por la recomendación. Trataré de encontrar la peli que mencionas. Chau!!

5:09 AM  
Blogger SisterBoy said...

Con "Cartas desde Iwo Jima" me temo que tendré que hacer como con "Babel" y "Borat", esto es, esperar a conseguir la versión original.

Inquilino de acuerdo con todos tus puntos a excepción de la historia del indio que me parece una de las cosas más valiosas de la pelicula. Tampoco se me hizo larga en absoluto pero vamos todo lo demás es cierto.

Si encuentras "El sexto héroe" avisa, a ver si con el exito (bueno es un decir) de la doble pelicula de Eastwood a alguien se le ocurre rescatarla.

5:45 AM  
Blogger JRB said...

Creo que Clint Eastwood pretende que "Cartas desde Iwo Jima" se estrene en v.o.s. en todo el mundo. Lo cual, supongo, incluye España.

El trailer de "Cartas..." me puso los dientes largos y si es cierto que la película es mejor que "Banderas..." entonces puedo alcanzar el éxtasis en mi butaca, porque a mí "Banderas..." me pareció un peliculón.

De acuerdo que el personaje de Phillippe está algo desdibujado, que las escenas del viejito aportan poco y confunden y que puede ser algo reiterativa en algún momento; pero eso son minucias comparado con la calidad del resto. Tanto las escenas de batalla en Iwo Jima, como la historia de los tres héroes de gira por los USA de los 40's, me parecieron cine del grande, a la altura de cualquier clásico bélico, y me alegra que pienses igual porque he visto que mucha gente se ha sentido decepcionada con este película.
Claro que la culpa es del Eastwood, por poner el listón tan alto.

Sisterboy, creo que hablo en representación de todos tus fans cuando digo que estás perdiendo un tiempo precioso en coger una cámara de video e irte con unos amigos a rodar tu propia versión de la batalla de Iwo Jima a San Borondón.

Quizá se esté desaprovechando un talento.

6:22 AM  
Blogger SisterBoy said...

Hombre en San Borondon será un poco dificil porque este año no le toca salir pero en Tenerife tenemos playas de arena negra a punta pala y paisaje volcánico también. Mañan empiezo con el casting, la pelicula se llamará "Que me lo piquen menudo que lo quiero pa la cachimba"

11:40 AM  
Blogger Zar Polosco said...

Sisterboy, acuérdate de mí, aunque me toque morir en la primera escena. Recuerda que he hecho la mili y la instrucción la dominaba.

12:52 AM  
Blogger Unknown said...

Eastwood, como el Barça en cada partido, siempre tiene un momento de debilidad (bueno, el equipo blaugrana últimamente tiene más de uno).

En Million Dollar Baby fue la esperpéntica familia en su visita al hospital (chirriaba en el tono del relato).

En Banderas... eso se da cuando Ira está arando el campo y para la familia (como siempre) a hacerle unas fotos. Me pareció fuera de lugar, por lo exagerado.

3:55 AM  
Anonymous Anonymous said...

A mí esta me pareció confusa y aburrida, Eastwood me da una lección acerca de la construcción de héroes que ya habíamos aprendido mirando el buen cine de los años 70. No creo que el film aporte mucho a la historia del cine bélico y sus valores como entretenimiento son escasos. ¿A quién le importan estos personajes? Puede ser que a los estadounidenses en un año electoral...
Me gusta Clint como director, aunque nunca llegará a las alturas de un Kubrick o de un John Huston, pero no en esta ocasión que me hizo recordar lo peor de su cine, aquel prólogo y epílogos espantosos de Los puentes de Madison, maniqueos y de cartón piedra. A este film le falta algo que genere emoción, no tiene una Hillary Swank ni una Meryl Streep, ni siquiera al mismo Clint.
Para entretenerse vean la fabulosa Dreamgirls, con el vórtice emocional de Jennifer Hudson en su centro, o la admirable fluidez narrativa de The Queen, donde Frears combina cientos de materiales con la levedad de un colibrí. Aquí Eastwood ha andado a paso de elefante. Igual veré la que falta...

5:10 AM  
Blogger SisterBoy said...

Mi problema con esta pelicula no tiene que ver con el aburrimiento o con la emoción, no son problemas para mí aunque es cierto que otros han hablado de este tipo de historias mejor que Eastwood (aunque también es cierto que por ejemplo Eastwood ya habia llegado más lejos de lo que llegó por ejemplo "Una historia de violencia" trantado del mismo tema)

Mi problema es la falta de una idea clara sobre la estructura del relato lo que produce un trabajo algo chapucero, lo que no se podia decir de otras obras de Eastwood, incluyendo algunas que no me habían gustado

6:27 AM  

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