¿Crisis?. ¿Qué crisis?
El vídeo que van a ver corresponde al espacio de RTVE “Comando actualidad”, uno de tantos que sigue la estela de “Callejeros”, programa de tele realidad cuyo estilo está proliferando hasta extremos alarmantes.
En esta ocasión las cámaras se alejan del skid row y se acercan al mundo de los multimillonarios (algo que el original “Callejeros” también hizo en cierta ocasión). Y en medio de dicho mundo aparece la estrella rutilante de Carmen Lomana
Lo primero que hay que decir es que esta mujer existe, no es una actriz ni una cómica ni tampoco un personaje de Antonia San Juan (que en una de sus obras tenía a uno que era clavado a esta señora).
Y admitiendo que Carmen Lomana es un personaje real nos queda la duda de si la conducta que estamos presenciando también lo es. Hay varias alternativas: podría tratarse de una broma, la mujer se comporta como ella supone que los espectadores están esperando que se comporte haciéndolo además de forma exageradamente paródica; podría tratarse también de simple y pura inconsciencia aunque resulta difícil creer que ni la mente más simple criada entre algodones y lavanda pudiese ignorar el efecto que estas palabras pueden tener en la audiencia.
Si no es ni una cosa ni la otra quizás podríamos estar ante un verdadero acto revolucionario, un escupitajo consciente en la cara de millones de personas agobiadas con o sin razón por estos tiempos de crisis. Me recuerda a un pasaje de cierta novela que leí hace años –“Bifronte” de de Carlos Campos- en el que un sádico individuo se dedicaba, también en tiempos de crisis, a pasearse por los barrios obreros de Barcelona comiendo caviar y bebiendo champán sentado en un abrigo de armiño sin otro ánimo que provocar el caos (lo cual es desde luego un acto revolucionario).
Puede que esta sea una de las razones por la que no me disgusta esta mujer ni lo que hace. Al fin y al cabo hay bastante hipocresía en la indignación que despierta este video. Los espectadores están acostumbrados a contemplar con calculado horror las desgracias de la escoria de poblados gitanos y barrios chinos de toda España, un horror no exento de cierta sensación de alivio que traducida en palabras podría sonar a “estoy jodido pero al menos estoy mejor que esta gente”. Pero cuando esta mujer y los de su especie toman la pantalla el alivio desaparece porque para esa raza los gitanos y los yonkis somos nosotros. Al igual que el racismo, el paternalismo cambia por completo de significado cuando somos víctimas de él y no meros observadores
De manera que, al contrario que todas esas personas que reclaman el regreso de la guillotina, lo único que puedo hacer ante la visión de Carmen Lomana es conmoverme ante su espantosa e impredecible locura.
P.D.
Dado que en el álbum “Crisis?. What Crisis?” no hay ninguna canción que lleve ese título he elegido, para poner música a este drama, “School” que ni siquiera pertenece a dicho álbum pero que es mi canción preferida de los Super.
En esta ocasión las cámaras se alejan del skid row y se acercan al mundo de los multimillonarios (algo que el original “Callejeros” también hizo en cierta ocasión). Y en medio de dicho mundo aparece la estrella rutilante de Carmen Lomana
Lo primero que hay que decir es que esta mujer existe, no es una actriz ni una cómica ni tampoco un personaje de Antonia San Juan (que en una de sus obras tenía a uno que era clavado a esta señora).
Y admitiendo que Carmen Lomana es un personaje real nos queda la duda de si la conducta que estamos presenciando también lo es. Hay varias alternativas: podría tratarse de una broma, la mujer se comporta como ella supone que los espectadores están esperando que se comporte haciéndolo además de forma exageradamente paródica; podría tratarse también de simple y pura inconsciencia aunque resulta difícil creer que ni la mente más simple criada entre algodones y lavanda pudiese ignorar el efecto que estas palabras pueden tener en la audiencia.
Si no es ni una cosa ni la otra quizás podríamos estar ante un verdadero acto revolucionario, un escupitajo consciente en la cara de millones de personas agobiadas con o sin razón por estos tiempos de crisis. Me recuerda a un pasaje de cierta novela que leí hace años –“Bifronte” de de Carlos Campos- en el que un sádico individuo se dedicaba, también en tiempos de crisis, a pasearse por los barrios obreros de Barcelona comiendo caviar y bebiendo champán sentado en un abrigo de armiño sin otro ánimo que provocar el caos (lo cual es desde luego un acto revolucionario).
Puede que esta sea una de las razones por la que no me disgusta esta mujer ni lo que hace. Al fin y al cabo hay bastante hipocresía en la indignación que despierta este video. Los espectadores están acostumbrados a contemplar con calculado horror las desgracias de la escoria de poblados gitanos y barrios chinos de toda España, un horror no exento de cierta sensación de alivio que traducida en palabras podría sonar a “estoy jodido pero al menos estoy mejor que esta gente”. Pero cuando esta mujer y los de su especie toman la pantalla el alivio desaparece porque para esa raza los gitanos y los yonkis somos nosotros. Al igual que el racismo, el paternalismo cambia por completo de significado cuando somos víctimas de él y no meros observadores
De manera que, al contrario que todas esas personas que reclaman el regreso de la guillotina, lo único que puedo hacer ante la visión de Carmen Lomana es conmoverme ante su espantosa e impredecible locura.
P.D.
Dado que en el álbum “Crisis?. What Crisis?” no hay ninguna canción que lleve ese título he elegido, para poner música a este drama, “School” que ni siquiera pertenece a dicho álbum pero que es mi canción preferida de los Super.
11 Comments:
Lo mejor de esta mujer es que es muy soberbia y ni siquiera lo sabe! Creo que esa es la diferencia fundamental entre los ricos de siempre y los que se lo han currado. Si ésta hubiera nacido "pobre" (pobre según su percepción actual) y se hubiera enriquecido con los años sabría cómo hablar a la reportera sin despertar las reacciones que comentas. Pero está claro que esta mujer no ha fregado un plato en su vida y no tiene ni idea de lo que es la vida "normal". Si no no diría me levanto cada día a las nueve y salgo a las diez de la cama como si eso fuera madrugar... el panadero que se despierta a las cinco de la mañana seguro que no piensa lo mismo.
No sé, pero me resulta imposible creer que todo esto es genuino.
Por descontado que soy de las personas que me llevo las manos a la cabeza durante y después de ver este vídeo (todavía no he conseguido desprenderlas de mi pelo) y me indigno, con todas las letras, y lo mío, te lo puedo asegurar, no es un acto de hipocresía.
Realmente, y empecemos por lo ligero, me ha recordado la San Juan pero mucho (más después de verla anoche un rato en "La que se avecina"). Luego también he sentido cierta lástima por ella, por más dinero que tenga esta mujer yo jamás me veré en la incomodidad de tener que hablar sin apenas mover la boca, por no mencionar un sólo músculo facial, no vaya a ser que se vaya a la mierda toda la cirugía en la que hubiera invertido durante taaaaaantos años.
Mira, que esta gente existe lo sabemos, ya somos concientes, así como los gitanos y los pobres que citas y que saber de ellos y de sus miserables vidas, debería ser motivo para concienciar y no para aliviar, que admito también que es eso lo que provocan este tipo de programa en la gran mayor parte de los casos de la gente "normal", entre la que me encuentro, aunque es cierto que soy púrria para la señora del vídeo, pues no tengo cash para ir ni a un mercadillo, de esos que tanta gracia le hacen, pese a no haber pisado uno en su puta vida. Y es que, la exposición de este tipo de esperpento de la alta sociedad debería también remover conciencias entre ellos mismos. Y no mujer, no deje de gastar por solidaridad, en todo caso, gaste, gaste mucho más en beneficiencia (si quiere yo misma le anoto mi cuenta corriente y me apadrina). Y en tiendas como la del vídeo ni se me ocurriría poner los pies, no fueran a cobrarme sólo por la entrada (¡¡¡que ordinariez preguntar por el precio!! Dios de mi vida santísimo, sólo a los pobres se nos ocurriría preguntar eso), y en todo caso lo haría si quisiera sentirme pretty woman por un día y escuchar en boca de la "genial" dependienta: lo lamento, pero no tenemos nada para usted, si hace el favor de marcharse...
Joder!!! El colmo ya es afirmar que el que es pobre de siempre, de esos que piden y tal, ya está acostumbrado y esta crisis no le afecta como a los pobrecitos que no pueden vender su patrimonio por que es un momento fatal... ay Dios! que mala es la vida del rico. ¿Y yo me quejo? Debería sentirme afortunada de la de problemas que me ahorro, mira que tener que entrar en la guerrilla de las gestiones y tal... que si ir al banco, que si luego al Spa... uff... que estrés chico, suerte tengo de no tener que decidir si me queda mejor el rolex o el Dior.
Te creo Pi y supongo que tienes razón pero a pesar de todo (incluyendo el hecho de que estoy ahora mismo en los linderos de la indigencia) no consigo odiar a esta mujer.
Pues yo me he reído mucho. Y no me he sentido ofendido. Aunque el personaje sea real, es caricaturesco. No ofende, es verdad. Es esperpéntico.
Y creo que esta tía no nació rica. Se casó bien y enviudó mejor.
Gran disco el Crimen. Me quedo con Hide in your shell, Asylum y Rudy, aunque School es fastuosa. Y del Crisis le tengo mucho cariño a Another man`s woman.
La portada del Crisis es mejor desde luego, de hecho es una de las mejores de la historia pero el disco en sí no es de los que más me gustan, prefiero el mencioando Crime o el Even
De acuerdo. En el Even vienen Even y Lover boy, que también son totémicas.
Me pasa como a Impenitente es tan tan tan paródico que no me puede causar estupor, aunque lo piense realmente.
Lo de "los yonquis somos nosotros" me ha recordado a un monólogo que vi una vez en el que hacían un recuento de los países de Europa, al llegar a Francia más o menos decía que eran unos creídos y unos prepotente porque nos trataban como si fuéramos portugueses.
En el mundo tiene que haber de todo, y esta mujer (o lo que sea que haya debajo de esa máscara) es tan necesaria como fascinante.
Yo no comparto sus opiniones, ni su escala de valores ni, por desgracia, su cuenta bancaria; pero ella como concepto me parece grandiosa y algunas de sus reflexiones sobre pobres, mercadillos y la dura vida de una trabajadora que se levanta a las 9 para desayunar en la cama mientras lee el periódico... lejos de provocarme rabia hasta me llegan a divertir.
Esta mujer no es responsable de la crisis, ni del paro, ni de la pobreza en el mundo. No hace nada para solucionarlo, pero los que la critican tampoco. Ya basta de odiar a la gente superficial o a aquellos que viven mejor que nosotros. Dejemos que cada cual viva el tipo de vida que le parezca, que opine lo que le parezca y que gaste su dinero en lo que le parezca. Y si además lo adornan todo con un punto autoparódico, como Carmen Lomana, conseguiremos hasta pasárnoslo bomba con videos como éste.
Además prefiero que los ricos se comporten como ricos, no hay nada más patético que un rico haciendo de pobre al igual que un pobre haciendo de rico.
No voy a hablar de la tal Carmen Lolana porque mi analfabetismo televisivo alcanza cotas de putrefacción altas.
Pero olé por ese disco de Supertramp.
Post a Comment
<< Home