Down by law. Parte Segunda.
Como decíamos ayer, los últimos casos en los que Garzón ha intervenido parece que pueden precipitar su caída. En estos momentos al juez le están buscando las cosquillas por tres sitios distintos.
En primer lugar se habla de unos cursos en Nueva York patrocinados por el Banco de Santander, una empresa en aquel momento bajo investigación por el propio Garzón que más tarde acabaría por archivar el procedimiento. No creo que este asunto vaya a ir mucho más lejos, más bien parece que se trata de la clásica triquiñuela de investigar a fondo las actividades de un personaje público para pillarle en un renuncio. De hecho el juez ya sufrió una maniobra semejante por una cuestión relacionada también con unos gastos no suficientemente justificados en los años del GAL.
A Garzón también se le investiga por haber ordenado escuchas telefónicas de las conversaciones de los implicados en la trama Wurtel con sus abogados. Tampoco creo que el magistrado y sus seguidores tengan que preocuparse por esto. Los jueces suelen autorizar escuchas con bastante alegría y estas a veces son declaradas procedentes y (por fortuna) a veces no sin que ello traiga consecuencias desagradables para los que las ordenaron. Yo soy de los que piensan que es preferible que los “wurtelianos” queden libres de polvo y paja a que se institucionalice la violación del secreto entre los procesados y sus representantes legales. Pequeños inconvenientes del estado de derecho, qué le vamos a hacer.
El tercer procedimiento es, a pesar de ser en principio el más estrambótico, sin duda el problema más serio que tiene Garzón. Lo de lo estrambótico tiene que ver más con el origen de todo el embrollo. Y ese origen está en la conocida como “Ley de memoria histórica”.
Aunque la ley contemplaba diversos aspectos, lo más llamativo resultaba ser el empeño por localizar las fosas comunes donde yacían los cuerpos de los represaliados durante la Guerra Civil y los años posteriores. En un principio no parecía que hubiera nada que objetar. Ni siquiera los más acérrimos enemigos de Zapatero podían dejar de reconocer que el hecho de sacar los cuerpos de las cunetas y enterrarlos de forma decente era una aspiración incontestable.
Pero, como suele ser costumbre en él, Garzón llevó las cosas mucho más lejos. El golpe de efecto en este caso fue declararse competente para investigar los crímenes del franquismo pasando por encima de la cualquier clase de prescripción por el transcurso del tiempo y también por la Ley de Amnistía de 1977. El juez, al calificar los crímenes franquistas como de lesa humanidad entendía que dichas prescripciones carecían de validez.
Lo cierto es que yo personalmente empecé a percibir que el asunto se estaba saliendo de madre. Una cosa era investigar los crímenes del régimen de Pinochet (pasando de largo sobre la competencia o incompetencia de la justicia española en el caso) que se había implantado en 1973 y otra muy distinta indagar sobre la represión durante la Guerra Civil y las postguerra, un asunto que tiene una antigüedad mínima de 65 años con lo cual estaba claro que la mayor parte de los responsables de dicha represión estaban más muertos que la Zarzuela. Buena muestra de ello fue la petición del juez de los certificados de defunción de Francisco Franco y otros 34 generales de la época en un gesto que no por estar justificado legalmente deja de ser menos absurdo.
En mi opinión un procedimiento judicial tiene que tener como finalidad procesar a alguien, alguien que preferiblemente este vivo. ¿Aclarar los crímenes del franquismo? Joder pero si ya están más que claros, los crímenes franquistas los cometieron los franquistas. ¿Acaso queda alguien en España que no sepa eso? ¿Acaso no nos lo han recordado durante todos estos años a veces de forma bastante machacona y sobre todo bastante innecesaria? Así pues se iba a gastar un montón de tiempo, dinero y saliva para al final procesar en su caso a algún vejete de 97 años en un espectáculo tan grotesco como el de los juicios a nazis chochos que todavía se siguen viendo de vez en cuando.
Pero al margen de todo esto lo cierto es que las cosas llegan al punto en el que nos encontramos ahora cuando una triada de oscuras organizaciones político-sociales (Manos Limpias, Libertad e Identidad y Falange. En el caso de esta última la oscuridad no es sinónimo de desconocimiento) ha llevado a Garzón a los tribunales acusándole de prevaricación por haberse declarado competente para investigar el caso.
Desde que se conoció la noticia de esta querella, y sobre todo dese que dicha querella fuera admitida y potenciado por el juez del Tribunal Supremo Luciano Varela, se ha desencadenado una multitud de reacciones a favor y en contra a partir de la cuales uno vuelve una vez más a preguntarse por el nivel de cordura que impera en este país.
Desde mi autoproclamada condición de persona progresista (sin barba, ni bufanda, ni gafas de pasta, pero progresista al fin y al cabo) se supone que los malos deberían ser los acusadores e instructores de la querella contra Garzón y los buenos el propio Garzón y sus defensores.
Pero me resulta bastante difícil ponerme del lado de personas que:
a) No le conceden legitimidad a las organizaciones querellantes para acudir a la justicia cuando una visión desapasionada de lo que es la mencionada justicia incluiría, o debería incluir, el hecho de que cualquier persona física o jurídica tiene derecho a poner las querellas que le salgan de las narices. En un procedimiento judicial lo importante son los hechos probados, si el que inicia el procedimiento para probar esos hechos es el mismísimo Satanás es algo que carece de relevancia. Y si no les gusta que determinadas organizaciones acudan a la justicia pues que las ilegalicen. Y ya sabemos que el sistema no tiene escrúpulos en ilegalizar organizaciones y cerrar periódicos, a veces sin motivo como se ha visto recientemente.
b) Organizan manifestaciones y concentraciones de protesta delante la sede de los juzgados y ponen de vuelta y medio al juez Varela. Lo cual quiere decir que para defender a un juez de prevaricación acusan de prevaricación a otro juez. Además argumentan que todo este follón es una especie de castigo al Garzón por haber investigado el franquismo, algo absurdo teniendo en cuenta que el magistrado ha metido más dedos en los ojos del sistema en todos los procesos que ha protagonizado en el pasado. Recuerdo que yo solía pensar que si algún día el hombre volaba por los aires resultaría difícil determinar en un primer momento quién se lo había cargado
c) Hablan de su defendido Garzón como si fuera Jesucristo que ha vuelto de nuevo a la tierra. Una actitud insólita que se traduce en “¿Cómo se atreven a enjuiciar a un hombre tan bueno como este que ha investigado los crímenes de la dictadura argentina, procesado a Pinochet, desmantelado el aparato de contraterrorismo asesino del Estado y bla bla bla?”. El hecho de que el acusado haya llevado hasta ayer una actitud intachable (algo que por otro lado es discutible como se vio en el breve repaso a su carrera profesional que se describió en la anterior entrada) ¿significa acaso que es alguien a quien hay que declarar irresponsable de cualquier delito a priori como si fuera un miembro de la corona? ¿Si pasado mañana Garzón, hasta el culo de pirulas y vodka, embistiera con su coche un desfile de Carnaval infantil cepillándose a cincuenta críos se volvería a repetir ese discurso de “¡le están procesando a él a quien todo el mundo ama!”? . Y lo peor es que implican a un sinfín de organizaciones de derechos humanos y magistrados de otros países que en sus balbuceantes declaraciones demuestran no tener mucha idea acerca de este asunto.
d) Se dedican a denostar la Transición y la Ley de Amnistía de 1977 olvidando por lo visto que dicha Ley benefició no sólo a los asesinos y torturadores de Franco sino también a los presos políticos del régimen y a los terroristas de las diversas tendencias de la izquierda. Y si las familias de las víctimas del franquismo tuvieron que hacer de tripas corazón otro tanto tuvieron que hacer las familias de las víctimas de ETA, el GRAPO, las FRAP y demás grupúsculos. Por otro lado no deja de ser sintomático que la tan venerada, hasta hace unos años, Transición se haya convertido ahora en una especie de sórdido parche para que el antiguo régimen saliera de rositas. Esperemos que llegue el día en el que ese periodo de nuestra historia quede como lo que realmente fue: un consenso más o menos apañado que permitió pasar de la dictadura a la democracia sin verter demasiada sangre por el camino. No fue algo perfecto pero sirvió.
En resumen que no es de extrañar que el propio Garzón se haya horrorizado ante la carpetovetónica defensa que el progresismo nacional e internacional ha perpetrado en su honor. El pobre hombre incluso ha llegado a reconocer públicamente que toda esta tremolina le perjudica más que le beneficia.
En fin que me gustaría concluir este escrito proclamando que cualquier persona tiene derecho a interponer las querellas que estime conveniente y que ya será la justicia la que, de modo imparcial, determinará la procedencia o no de continuar con el proceso y si las acusaciones carecen o no de fundamento. Pero claro, no puedo por menos que traer a colación los inquietantes rumores que circulan en derredor del juez Varela que, a pesar de ser un convencido miembro de la progresista asociación Jueces para la Democracia, esta considerado también un enemigo mortal de Garzón. Dicen que hace ya 15 años predicaba a los opositores que preparaba para acceder a la carrera judicial que "Dios vino al mundo dos veces: una en Belén, y otra en Jaén, y ahora es juez de la Audiencia Nacional".
Siguiendo con el discurso bienintencionado con el que se abría el anterior párrafo me gustaría decir también que en tal caso Garzón podía haber optado por recusar a Varela y que sería el propio Tribunal Supremo el encargado de dictaminar, de forma igualmente imparcial, si tal recusación estaba justificada pero teniendo en cuenta el fuerte sentimiento de corporativismo que afecta a instituciones como esta (especialmente cuando se sienten atacadas por fuerzas “del exterior”) cabe dudar de que dicha imparcialidad pueda ser tomada en serio. De hecho recuerdo que en los tiempos del sumario contra el GAL el propio Garzón fue recusado por alguno de sus ex compañeros de Ministerio y dicha recusación fue despachada por otro miembro de la Audiencia Nacional de un modo que dejaba bien a las claras lo mucho que le había molestado que se hubiera intentado tal iniciativa.
¿En qué acabará todo esto? Pues acabara mal porque si finalmente Garzón es condenado será imposible que los que decidan tal cosa puedan evitar el ser acusados de haber actuado por animadversión hacia el juez estrella. Y si finalmente es exonerado (yo me inclino por esto último) también será inevitable llegar a la conclusión de que los jueces se han visto acobardados por el ruido mediático que se ha precipitado sobre ellos y que abarca desde miembros del Gobierno hasta organizaciones de derechos internacionales pasando por Pedro Almodóvar y Juan Diego Botto.
En conclusión que todo eso de la separación de poderes y la imparcialidad de la justicia quedará una vez más como un mal chiste. Y si llegamos a esa conclusión tenemos un problema mucho más grave que el hecho de que Garzón esté sentado en el lado malo de la sala de vistas.
22 Comments:
Mery dijo:
La mujer del César no sólo ha de ser honesta, sino también parecerlo... Un Juez no sólo debe ser imparcial sino que debe dar esa imagen, y ahí Garzón se ha equivocado metiéndose en política. Que el judicial es uno de los tres poderes del Estado, no lo olvidemos... de ninguna manera se debería poder mezclar con el ejecutivo.
Ahora le viene el linchamiento.
Pieza importante en la guerra mediática que propició la derrota del PSOE fue Mario Conde, que tras su caída en desgracia fue soltando todo el material que Perote le había pasado.
Respecto a la separación de los tres poderes, ya dijo Guerra hace mil años que Montesquieu estaba muerto. A los jueces del Supremo y del Constitucional los nombran los partidos políticos. Lo del Estatut de Cataluña es de chiste.
¿Y Garzón? Pues como ha dicho Mary, haga lo que haga está bajo sospecha pues, aunque sea honesto, no lo parece y todo lo que toca está viciado. Y mucho más después del espectáculo de los últimos días.
Y respecto al esperpento del otro día en la Complutense, por lo menos pudimos comprobar que los sindicatos existen y, a veces, incluso se mueven un poco. Aunque su ridículo ha sido infinito.
¿Cuánto tiempo te ha llevado escribir las dos entradas? Esto es sólo por curiosidad.
Y enhorabuena. No se puede explicar mejor.
La verdad es que EL PAÍS sigue siendo el periódico que compro / leo por defecto (aunque trato de combinarlo con otros)... pero la verdad también es que las campañas mediáticas de PRISA son cansinas a más no poder. La de Garzón me tiene ya al borde la hartura.
Pues lo he escrito entre ayer y hoy pero lo cierto es que llevaba pensandolo mucho tiempo. Sólo era necesario pasarlo a los pixeles.
Yo también soy lector de El País, un periódico bastante ecuánime en todo lo que no tiene que ver con sus intereses personales, algo es algo. Lo peor son las cartas al director, y los columnistas rasgadores de vestiduras, ahí han soltado a los perros.
Lo de 'los columnistas rasgadores de vestiduras' lo dices porque nunca has leído el ABC... :D
Hace poco, en Extremadura, me pasmó comprobar la cantidad de bares que tenían 'Público' como periódico de cabecera. No creo que encontraras ni uno en la Comunidad Valenciana.
Por cierto, Sister, ahora que sé que ya ha pasado demasiado tiempo para escribir una crónica... me acordé cantidad de ti hace tres semanas porque fue en un bar de Zafra (esa pesadilla de todo opositor) donde vi al Arsenal empatarle a tu Barça. Había ido a hacer a pie un tramo de la Vía de la Plata, y pasé por Zafra, y es una población tan bonita (monumental, de aire andaluz, con dos de las plazas más hermosas que debe haber en toda España)... me acordé de tu horror a un destino en Zafra, no pude evitarlo :D. El verdadero horror es Almendralejo, 35 kilómetros al norte de Zafra. En Zafra aún pasaría yo a gusto un año de exilio. Un año ná más, claro :D.
Oh los del ABC son directamente muertos vivientes, o peor, muertos que no saben que lo estan. De todosmodos los prefiero al horror necon de El Mundo. Público no se distribuye apenas por aquí así que normalmente lo leo gratis en los aviones que todavía tienen servicio de periódicos gratis. Y como viajo tan poco pues no me he hecho aun a la idea de cómo es el periódico ese.
Tienes razón, Almendralejo lo conozco, he estado allí y he palpado el adefesio (fui precisamente para ver un partido de fútbol). Pero Zafra suena tan amenazador...tiene un breve y seco como el campo pacense.
Gracias por la información, habían detalles de la evolución de Garzón que desconocía.
Por otra parte:
¿En qué acabará todo esto? Pues acabara mal porque si finalmente Garzón es condenado será imposible que los que decidan tal cosa puedan evitar el ser acusados de haber actuado por animadversión hacia el juez estrella. Y si finalmente es exonerado (yo me inclino por esto último) también será inevitable llegar a la conclusión de que los jueces se han visto acobardados por el ruido mediático que se ha precipitado sobre ellos y que abarca desde miembros del Gobierno hasta organizaciones de derechos internacionales pasando por Pedro Almodóvar y Juan Diego Botto.
Es una visión un tanto pesimista (claro que por otra parte, yo siempre digo: No soy pesimista, simplemente soy realista) y que obviamente da paso a tu último párrafo, pero puede que terminase utópicamente bien si:
*si es condenado significaría que nadie, por juez estrella que sea, queda impune a los delitos cometidos, sean estos mejor o peor intencionados... y quienes así lo sentencien, serán acusados probablemente de la misma manera de animadversión hacia este por quienes son defensores acérrimos de las actuaciones del Juez Garzón.
*Y si es absuelto, no tiene porqué ser necesariamente por el acobardamiento de los jueces, si no porque la legislación resguarde los hechos de Garzón y no se le pueda imputar ningún delito, quedando este libre de cargos ¿no?
En conclusión que todo eso de la separación de poderes y la imparcialidad de la justicia quedará una vez más como un mal chiste. Y si llegamos a esa conclusión tenemos un problema mucho más grave que el hecho de que Garzón esté sentado en el lado malo de la sala de vistas.
Lamentablemente a esta conclusión creo que muchos ciudadanos ya hemos llegado antes de este asunto, porque seamos sinceros, la clase política y la judicial que habita en este país nos da motivos suficientes como para desconfiar y dejar de creer en el sistema en el que hoy por hoy nos regimos. Aunque personalmente considere que la democracia es el menos malo, también creo que habrían de modificarse varios aspectos, pasando por la reelección de los representantes cada cuatro años sin posibilidad de repetir mandato consecutivamente (desde la presidencia del gobierno a una regencia municipal), al recorte salarial de los altos cargos públicos entre otros ajustes que me gustaría que hubieran.
Bueno Pi para que ese doble visión más positiva fuera posible sería necesario primero que el público en general tuviear una visión positiva de la justicia y eso, con razón o sin ella, no es el caso.
Yo creo que las reformas más necesarias son precisamente esas que nadie durante estos treinta años de democracia ha tenido el valor de abordar: la de la banca y la de la justicia
Estoy sufriendo una epifanía. Creo que Luciano Varela (y mira que he escuchado veces su nombre en el último mes) es el juez que la daba clases de oposiciones a una amiga mía, precisamente. Voy a averiguar. Huelga decir que si son la misma persona, no guarda un buen recuerdo de él en absoluto.
Y jarl, buscan el cadáver de Yeremi Vargas en la finca de Torres Baena. Esto cada vez se parece más a la historia de Henry.
Pues en cuanto hagas tus averiguaciones ya sabes donde contar el chisme.
He visto la noticia del karateca en la sexta donde llamaban a la finca "villa infierno". El reportaje se acompañaba de fotos de dos de sus pupilas haciendo posturitas de karate en bolas en algún paisaje volcánico local. Seguimos esperando noticias.
yo voy a pasar de leer El Pais y te voy a leer directamente a ti, que lo explicas todo mucho mejor!
Ya me he puesto al día y sí, Luciano Varela fue preparador de oposiciones de una de mis amigas durante varios años. Al parecer es un hijo de puta con todas sus letras, pero esto no es un dato muy reseñable ya que la inmensa mayoría de los jueces están bastante trastornados y tienen un ego que dejaría en bragas al de Madonna. Lo reseñable es que sí, al parecer Luciano Varela le tiene una inquina especial a Garzón, así que quién sabe en qué acabará todo esto.
Unas entradas maravillosas y muy de sentido común, como siempre. Mi opinión sobre Garzón está condicionada por la lectura de "Garzón: el hombre que veía amanecer", un tochazo de Pilar Urbano que era prácticamente una hagiografía, y que dejé de leer a la mitad por la vergüenza ajena tan terrible que me producía con cada relato de las heroicidades del caballero andante.
La mención a la operación Nécora de la primera entrada me ha emocionado mucho. No sabes lo que fue aquello en Galicia. Un terremoto, un tsunami. Yo, tierna niña repelente, hasta compuse un rap dedicado a Ricardo Portabales.
¿Garzón: el hombre que veía amanecer? ¡Cristo! parece una parodia de Los Simpsons como aquella biografía de Monty Burns llamada "¿Habrá alguna vez un arco iris?"
No oía nada tan cursi desde "Javier Perez, el hombre que quiso tocar el cielo" (para los profanos Javier Pérez fue un notorio presidente del Club Deportivo tenerife).
De Ricardo Portabales recuerdo sobre todo sus recurrentes apariciones en programas de tele cinco como La maquina de la verdad (donde tuvo un enfrentamiento con la ogresa mujer de Laureano Oubiña, un personaje que merecería para sí una película, dos telefilmes y varios culebrones inspirados en su figura. Reverte no sé para que carajo te dedicas a escribir sobre reinas de la droga de México teniendo este material al nordeste de tu país) y otros por el estilo. Me hacía gracia porque siempre salía con unos disfraces ridículos.
Como, repito, ya le han quitado la pensión supongo que volveremos a saber de él.
Pues no vas muy desencaminado. La historia empezaba con el enfrentamiento entre Garzón y Juan Alberto Belloch y decía algo así como: "Ahí estaban, frente a frente, el águila y el halcón, el lobo y el coyote, la ola y la montaña".
Hubo un pequeño escandalazo con la publicación del libro porque al parecer desvelaba datos de sumarios aún abiertos. Todo muy sintomático.
Leere ese libro aunque sea lo último que haga
SisterBoy, me encanta leerte. Y no puedo estar más de acuerdo contigo, sobre todo en lo que a tu conclusión se refiere: no puede terminar bien. Y es que la separación de poderes es, al menos en España, "un mal chiste". Y lo mismo la imparcialidad judicial, no en términos generales, pero sí en aquellas esferas en que, como consecuencia de lo anterior, lo judicial y lo político se confunden.
Desde luego, en mi opinión, son lamentables las idas y venidas de este Juez, más político que Juez, del Ejecutivo al Judicial. Pero lo verdaderamente lamentable no es su actitud, sino el sistema que la legitima.
¡Un saludo!
La separación de poderes puede que sea una utopía pero al menos hay que intentar llegar a ella. No creo que ni siquiera estemos haciendo eso
Anda, Pichús! jajaja Me alegra verte por aqui:D
Ra, ¿a tantos Jueces conoces como para afirmar que "la inmensa mayoría de los jueces están bastante trastornados y tienen un ego que dejaría en bragas al de Madonna."?
Yo conozco muchos y no sólo están muy bien de la cabeza sino que son majísimas personas, vamos, que habrá de todo como en todas partes, dudo que el cargo te vuelva oligofrénico y cabrón. El que lo era antes lo seguirá siendo como Juez, como el que lo es y es panadero, médico, profesor...
A mí estas generalizaciones me chocan bastante.
Bueno Mery ninguno escapamos a los estereotipos. ¡Fijate cuantos voy a tener que soportar yo cuando empiece a trabajar de funcionario!.
La cuestión es ¿la profesión de juez transforma a la persona o sólo potencia sus buenas y malas cualidades?. He ahí el misterio
Pues la verdad es que la mayoría de los jueces que conozco -y son algunos, sí- están bastante tocados. Creo que algo debe de tener que ver la dureza de las oposiciones y el tema del poder que tienen.
La generalizaciones son odiosas, sí, ¡pero nos ahorran tanto tiempo!
Lo de que las oposiciones te vuelven gilipollas me llega al alma jajajaja Y doy fe que tras cinco años en judicaturas sigo tan cuerda o tan loca como lo estaba antes, pero habiendo aprendido mucho de humildad y tolerancia y de PACIENCIA. Si algún día apruebo y me vuelvo gilipollas dudo que haya sido por el proceso selectivo. Lo que sí creo es que si ya estabas mal de la cabeza la opo puede agravarlo, pero vamos que también pueden agravarlo otros factores y no por ello los generalizamos.
Si me vuelvo japuta me paso por aqui y que Sister me de dos hostiasXD
Bien dicho, Mery :) ¡Un beso!
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