Friday, August 13, 2010

Journey to the center of the mind

Se habla de “Inception” (título traducido en España como “Origen”, no sé si de forma adecuada) y aunque no hubiera spoilers –que los hay- creo que es de esas películas de las que es mejor entrar sin saber gran cosa de ella.



Christopher Nolan sorprendió a todo el mundo (o a la parte del mundo que yo prefiero) con “Memento”, continuó ofreciendo buenas sensaciones con “Insomnia” y sobre todo consiguió arrebatar la saga de Batman de las garras del supervillano Joel Shumacher.



Una carrera corta pero venturosa, tanto que incluso se le perdona el desliz (lo digo a título personal) que tuvo con “The Prestige”. En dicha carrera Nolan ha conseguido aunar un notable éxito de público (o al menos se puede decir que no ha tenido ningún fracaso de audiencia) con unas historias no demasiado complacientes con dicho público lo cual resulta un esfuerzo bastante notable.


En el caso de “Inception” Nolan juega además con buenas cartas. Basar un argumento en el mundo de los sueños ofrece unas posibilidades infinitas ¿cómo podría ser de otro modo cuando dispones de un marco en el que cualquier cosa es posible?. Es una idea además que casi siempre ha estado asociada a otras que introducen elementos que potencian el efecto psicológico que conlleva en sí elegir el mundo onírico como escenario de un argumento. Una de ellas es la posibilidad de que alguien pueda influir en los sueños de otra persona de tal manera que dicha influencia pueda tener efectos en la vida real. Este recurso tiene su expresión más conocida en la serie de filmes que tenía como protagonista a Freddie Kruger pero no es tampoco una idea original ya que tuvo, que yo sepa, al menos un precedente en la casi desconocida película inglesa de 1955 “Three cases of murder”, un filme que deberían ver algún día si tienen ocasión.



La segunda idea es la de jugar con la ambigüedad que acompaña a toda experiencia onírica y es la de la duda (que en el caso del cine comparte también el espectador) sobre si la experiencia que se narra corresponde al sueño o a la realidad, una situación angustiosa que alcanzaba” su máxima expresión en la, tampoco demasiado conocida, “Waking Life” de Richard Linklater.



Nolan construye su película en base a estos dos elementos (y a muchos otros más ya que se trata nuevamente de una obra multireferencial), en el primero de ellos la manipulación de los sueños alcanza un nivel profesional, casi industrializado, al presentarlo como un elemento que se emplea incluso para fines comerciales, una trama de espionaje de la que el realizador se sirve para mostrar una serie de escenas de acción cuyo peso en la trama ha sido uno de los elementos criticados del filme. En cuanto a la ambigüedad entre el sueño y el mundo real es empleada como un factor para provocar un desasosegante suspense que se extiende hasta el ya célebre plano final.



Como se ha adelantado ya, la película soporta referencias que abarcan innumerables títulos (cada espectador parece capaz de aportar los suyos) pero a mí también me recordó en parte al que dio a conocer internacionalmente a Nolan. En “Memento” la compleja y brillante estructura de la película bastaba para justificar por sí sola el visionado de la cinta pero tras esa estructura había una historia sobre la negación de la pérdida y la huida de la realidad y su substitución por un territorio ficticio e inconsciente, con objeto de enmendar errores del pasado. Un argumento que también subyace bajo la igualmente complicada trama repleta de golpes de efecto de “Inception”. En realidad el autentico viaje es el que se produce al interior de la mente de Dom Cobb (Leonardo Di Caprio) para liberarse del recuerdo de su mujer que permanece atrapado en su subconsciente, en ese espacio irreal donde únicamente es posible que su historia de amor continúe, un poco al estilo del clásico “Peter Ibbetson” (Sueño de amor eterno).



A partir de esa conclusión (puede que innecesaria) es posible ya hablar de la película en su vertiente de manifestación artística y por lo tanto de sus logros y de sus inconvenientes. De entre estos últimos uno de los más mencionados hace referencia a la duración de la cinta. Creo que podemos estar de acuerdo en decir que un filme de entre 90 y 100 minutos está considerado como un filme con un metraje estándar, llegar a los 120 minutos resulta algo más infrecuente y que la historia se prolongue durante 2 horas y 28 minutos es algo ya bastante insólito. Cualquier película puede dar la sensación de que podría haberse contado en menos tiempo (ahora que he recuperado mi costumbre veraniega de revisar los viejos episodios de “The Twilight Zone” no puedo evitar pensar que el bueno de Rod Serling podía haber contado lo mismo que el director inglés pero en media hora) pero Nolan consideró que era necesario invertir dos horas y media y es algo que me parece respetable.


A nivel particular el problema de la duración en sí no estriba en el espectáculo sea aburrido, que para mí nunca lo es, sino de que es excesivamente entretenido. Me refiero a que Nolan construye la película, sobre todo a partir del comienzo de la misión que le da título, como un inacabable clímax cuya intensidad hace que resulte difícilmente soportable ya que, paradójicamente, un clímax lo es menos cuanto más tiempo dura y Nolan (al igual que hizo en “El caballero oscuro”, estimo que con más suerte que aquí) se empeña en un prolongado “tour de force” que produce un estado próximo al agotamiento cinéfilo (algo que particularmente no me sucedía desde el visionado del “King Kong” de Peter Jackson).



Otro de los aspectos criticados de la película es el que hace referencia al peso que en ella tienen las escenas de acción, una queja que por cierto también se efectuó en su día a raíz de la exhibición de los dos Batman firmados por Nolan. A este respecto tengo que decir que, al menos, el realizador ha mejorado bastante a la hora de filmar este tipo de escenas con respecto a las que aparecían en las películas del hombre murciélago, que resultaban excesivamente embarulladas. En concreto las escenas de las peleas “gravitatorias” me resultaron inmejorables aunque reconozco que las que tenían lugar en el segmento correspondiente al asalto de la fortaleza en la nieve ya eran algo menos apreciables y, lo que es peor, incluso innecesarias. De todos modos entiendo estas escenas como una aceptable concesión a la comercialidad.



Por último tenemos la inevitable discusión sobre la verosimilitud y la coherencia del argumento, un tema que, con respecto a la carrera de Nolan, remite también a la ya mencionada “Memento”. Veamos, reconozco que “Inceptión”, como se ha señalado ya, es un filme exigente con el espectador y que apenas permite un respiro en cuanto al análisis constante del significado de las imágenes y diálogos que se muestran. Algo a lo que contribuye la enrevesada trama simultánea de los cuatro niveles (los tres del sueño diseñado y el limbo particular de Dobb).

Pero a mi entender resulta un ejercicio demasiado riguroso, y generalmente estéril –aunque no por ello menos apasionante-, tratar de comprender al cien por cien el significado de películas como esta (me hizo gracia el comentario de alguien sobre “Memento” en el sentido de que cada vez que resolvía uno de sus dudas con respecto al argumento de la película le surgía una nueva). Este tipo de practicas casi siempre frustrantes pueden tener el efecto perjudicial de suponer un obstáculo para reconocer las virtudes de un filme excelente al que el público ha respondido de forma masiva y que ha sido apreciado por un sector importante de la crítica amen de contribuir, junto con Toy Story 3, a animar un verano que, en el aspecto cinéfilo, suele ser casi siempre sinónimo de aburrimiento, complacencia y estupidez.

24 Comments:

Blogger Mery said...

Como avisas de spoilers he dejado de leer tras la foto de fatgirl y los otros dosXD Cuando la vea, espero pronto, te comento;)

12:36 PM  
Blogger SisterBoy said...

Juas, creo que la chica pesaba 60 kilopondios en esa época, esas cosas con el traje de superhéroe se notan mucho.

1:08 PM  
Blogger Anita Lorite said...

Yo salí del cine sin saber si me había gustado o no. Coincido contigo en que es demasiada tensión y demasiada información y demasiadas escenas de acción a veces no cuidadas porque las escenas de la furgoneta cayendo al río..... Nolan podía haber cuidado que si la furgoneta está casi tocando el agua, en la siguiente escena de la furgo pero de plano abierto, ésta no esté casi en lo alto del puente. Y me esperaba más de la arquitecta.....

3:32 PM  
Blogger SisterBoy said...

Lorite se la saluda y se la distingue. No saber si una película te ha gustado o no suele ser buena señal.

6:16 PM  
Blogger Deckard said...

PELIGRO TOCHAZO

Mi principal problema con Nolan es que no he sentido empatía por un personaje suyo desde Insomnio. Aquí la tragedia de Cobb nunca me llegó, como la venganza de Jackman en The Prestige, y el resto de personajes no tienen ningún tipo de entidad.

Luego argumentalmente (¿nadie lee a Dick?) me ha parecido un despropósito que se cae en pedazos cuanto más pienso en ella. Nolan pretende quitar a los sueños la "locura" y hacerlos cotidianos presentando una serie de reglas que se va saltando cuando le conviene según avanza la trama. Uno no se pregunta que reglas tienen las locuras de Gilliam o Lynch porque no son tan tontos de ponerse límites a sí mismos.

La película empieza con un doble sueño en el que nos explican la primera regla, si mueres te despiertas, no como Matrix que te mataban del todo. Pero conseguir que eso sirva para dotar de emoción al relato es imposible, así que se saca de la manga un limbo. Bien.

También en esa primera parte de la película vemos como se despiertan de un sueño, luego del otro y a correr. Pero para poder dar a la película ese clímax hipertrofiado se inventa ahora que están sedados con algo muy fuerte y tienen que despertase simultáneamente de los tres sueños. Pues vale, pero a mí me sigue perdiendo para la causa.

El crear reglas hace que el ingeniero que llevo dentro se ponga analizarlas (otros supongo que pasarán del tema) y entonces llegamos a Ariadne. Para demostrarnos el poder de un arquitecto vemos como dobla el mundo, coloca puentes mientras camina… DiCaprio le advierte que si hace muchas barrabasadas el sujeto del sueño irá a por ella y además puede darse cuenta de que es un sueño y joder el plan.

En plena misión Cobb confiesa a Fisher que todo es un sueño, a partir de ahí se levanta la veda, pero no, su personaje no hace nada. Tenemos un semidiós dentro del mundo onírico ¡y no hace nada! ¿Para qué vale entonces su habilidad? Para hacer trailers me temo.

Ya te digo que a ratos me entretuvo, pero constantemente me echaban de allí y cada vez que oigo obra maestra me comen los demonios.

2:47 AM  
Blogger SisterBoy said...

No eres el primero que hace esas objeciones pero fíjate que a mí el concepto de sueño diseñado (como un producto industrial más) me parece uno de los conceptos más interesantes de la película.

En cuanto a la poca verosimilitud de los trucos de guión que se introducen para superar las objeciones lógicas que se le pueden hacer al argumento o la identificación o no con las tribulaciones de los personajes estaremos de acuerdo en que son defectos que corresponden más a la percepción de cada espectador que a las habilidades del director. A tí te han chirriado pero a otros (como yo) no.

Eso sí, es propio de espectadores muy jovenes o con escasa experiencia cinéfila calificar esta película como si fuera a ser una obra capital en la historia del cine.

4:08 AM  
Blogger Deckard said...

Creo que me da más rabia pensar que con dos retoques tontos podría haber convencido a casi todo el mundo.

¡Que viejos nos hemos hecho! Ya estamos criticando a la juventud :P.

8:31 AM  
Blogger SisterBoy said...

Hombre.....creo que según la opinión que has expresado dos simples retoques no bastarían.

9:04 AM  
Blogger Deckard said...

Bueno pues tres.

No plantear reglas tan rígidas.

Usar la imaginación en los sueños (como hace el falsificador al crear un lanzacohetes).

Reducir el "cartón-piedrismo" de los personajes.

No digo que sean fáciles pero no son muchos. A pesar de ser fallida la imaginería onírica de Gilliam en Parnasus se come a Nolan, o a nivel más de negocio industrial (la duda sueño/realidad) de Desafío Total, que encima te hace empatizar con un Arnold tan limitado como de costumbre.

5:56 PM  
Blogger Mer said...

Faltaba ese suspense, algo que hiciera dudar al personaje al que van a implantar la idea. Faltaba que la arquitecta usara su "poder". Justamente me faltó ese juego del que hablas entre realidad y sueño. No hay ningún juego, dudas al final y te da igual. Nolan te perdió hace rato.

Pero lo más importante de todo, tú dices que en realidad el auténtico viaje es el de Di Caprio para lograr deshacerse del recuerdo de su mujer. Ya, si lo peor es que eso queda claro desde que aparece Cotillard. Nolan enseña sus cartas enseguida. El macguffin se comporta como tal desde el principio, y se subraya. Yo soy el macguffin, miren para otro lado, que lo más importante es Dicaprio. A alguien le puede parecer interesante esto, y bueno, sí, es arriesgado. Pero a mí no me va.

5:32 PM  
Blogger SisterBoy said...

Es exactamente la misma objeción que se le podría hacer a The Prestige pero por alguna razón lo que me disgustaba allí no me disgusta aquí.

5:52 PM  
Blogger Mer said...

Yo he ampliado mi objeción, pero sí, The prestige tiene ese problema

10:31 AM  
Blogger Fernando J. López said...

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11:19 AM  
Blogger Fernando J. López said...

En mi caso, coincido totalmente con Mer y Deckard... Inception es, junto con The prestige, la segundaa película de Nolan que no me interesa nada. Y eso que ya iba preparado y estaba dispuesto a ser condescendiente..., pero ni por esas. Me reservo el tocho para mi blog, que aquí no quiero dar la lata más ;-)

11:19 AM  
Blogger SisterBoy said...

All right si quieres la batalla tendrá lugar allí :)

11:32 AM  
Blogger JRB said...

Jojo, genial esa foto de la Silverstone.

Estoy de acuerdo con todo lo que dicen Mer y Deckard, pero aún así la película es bastante disfrutable. A mí Nolan me agota con tanto nivel onírico, reglas, escenas de acción, montaje acelerado y vueltas de tuerca. Sí, yo estaba como el tipo del dibujo que has puesto. En el fondo nada de eso me llega y la película me deja frío como un témpano. Pero como blockbuster de verano es entretenida, original y tiene momentos puntuales muy buenos.

4:28 PM  
Blogger SisterBoy said...

Ops eso es situarse en la equidistancia, podríamos dejarlo en "buenaperonoeslahostia".

5:31 PM  
Blogger bolboreta said...

A mi vuelta de las vacaciones me hallo con todos estos post para leer. Puff, qué desconectada estoy del mundo.
Abrazos.

1:14 AM  
Blogger SisterBoy said...

Tampoco te has perdido gran cosa, por eso dije que esta película había animado el verano.

1:30 AM  
Blogger Torrance said...

Coincido con Deckard al cien por cien. Nolan me cae bien y por eso evito buscarle las cosquillas (yo también tengo una mente destrozada por la ingeniería). No quiero tener un recuerdo malo de esta película, me basta con que se pierda en mi memoria, como me ocurre con los pufos de Eastwood.

Por añadir algo: el papel de la arquitecta es tan insustancial...

Por cierto, SisterBoy: ¿tienes cuenta en Filmaffinity?

10:12 AM  
Blogger Torrance said...

This comment has been removed by the author.

10:12 AM  
Blogger SisterBoy said...

Pues la verdad es que no y eso que me suelo pasar bastante a ver que piensa la peña ¿qué tiene de bueno tenerla?

10:16 AM  
Blogger Torrance said...

Yo confío mucho en las puntuaciones de mis almas gemelas (usuarios que, según algún oscuro algoritmo, comparten tus gustos).

También es un buen sitio donde tener tus críticas clasificadas y siempre a mano.

10:52 AM  
Blogger SisterBoy said...

Oka lo haré

11:55 AM  

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