Sunday, July 18, 2010

Abecedario del crimen. Capitulo XIX. Helter Skelter. Parte Primera: Un hombre de familia.




Charles Milles Maddox nació en Cincinatti, Ohio, el 12 de noviembre de 1934, hijo de Kathleen Maddox de 16 años y de padre desconocido aunque en algunos documentos oficiales se hace mención a un tal “Coronel Scott” como su progenitor. Más tarde la joven madre se casó brevemente con William Manson, que dio su apellido al niño.

Durante la infancia de Charlie su madre tenía la costumbre de desaparecer durante varias semanas seguidas, dejando a su hijo al cuidado de su abuela o su tía. En 1939 Kathleen y su hermano fueron encarcelados por atraco a mano armada, y Charlie se fue a vivir a Virginia Occidental con sus tíos, una pareja extremadamente religiosa y estricta, un gran contraste respecto a la permisividad materna.

A pesar de ello a los nueve años Charlie comenzó a dedicarse al robo, a esa edad fue procesado por primera vez y enviado a un reformatorio. A los 12 volvieron a cogerle y le mandaron a la Escuela para Chicos Gibault en Terre Haute, Indiana. Se fugó menos de un año después y trató de volver con su madre cosa que no consiguió por la oposición de la mujer por lo que siguió viviendo del robo hasta que fue arrestado de nuevo y el juez le mandó a la famosa Ciudad de los Muchachos del Padre Flanagan donde tampoco duró mucho tiempo.

Hacia 1951 tras uno de sus múltiples encierros las cosas parecieron mejorar para el incorregible adolescente, su tía había accedido a hacerse cargo de él y sus oportunidades de obtener la libertad condicional eran elevadas. Pero en 1952, unos días antes de su vista, sodomizó a otro chico del reformatorio a punta de navaja. Le transfirieron al Reformatorio Federal de Petersburg, Virginia, donde fue calificado como un homosexual peligroso.



Por alguna razón, Manson cambió radicalmente de actitud en Petersburg. Se volvió más cooperador y mejoró su educación, aprendiendo a leer y escribir. Esto le garantizó la libertad condicional en Mayo de 1954.

A comienzos de 1955 incluso llegó a contraer matrimonio con una camarera de 17 años con la que tuvo un hijo. En esta época Manson sobrevivía a base de empleos mal pagados de manera que volvió a robar y volvió a ser detenido y sentenciado a tres años. Cuando salió su mujer le había abandonado y el probó suerte en esta ocasión ejerciendo como proxeneta. En 1959 fue arrestado y condenado a 10 años por violación. Durante esta nueva estancia en la cárcel, cultivó tres obsesiones que serían la base teórica de su “filosofía”: la cienciología, el budismo y la obra de Los Beatles. También comenzó a utilizar conceptos como “karma” o “reencarnación”, que serían fundamentales a la hora de presentar su particular versión del Apocalipsis: el “helter skelter”. En aquella época empezó a fantasear sobre ganarse la vida con la música.

El 21 de marzo de 1967, Charlie fue puesto en libertad. Tenía 32 años y había pasado 17 de ellos entre rejas. Es probable que de haber sido juzgado por delitos comparables en tribunales no federales sino estatales, las condenas no hubiesen sumado más de cinco años; pero da la impresión de que se empeñaba en cometer los crímenes peor penalizados. A pesar de sus protestas –“No puedo salir ahí fuera”, dijo, “no podía adaptarme a ese mundo, después de haber pasado toda mi vida encerrado y donde mi mente era libre”-, los oficiales de la prisión le metieron en un autobús rumbo a San Francisco donde el ex presidiario se tropezó con un país que había cambiado radicalmente en los siete años que había pasado encerrado, lo mismo que él.






En cualquier otra época de la historia Manson hubiera continuado con su carrera de criminal de poca monta hasta terminar muerto o nuevamente en la cárcel pero el colorido San Francisco del verano del amor era una tierra de oportunidades para cualquier chiflado capaz de balbucear algo que sonara remotamente trascendente.



El intuitivo Manson vio el tipo de persona que caía en gracia a los jóvenes, individuos con el pelo largo, que llevaban sandalias, gente poco corrientes, con discursos de corte trascendente. De manera que decidió convertirse en uno de ellos. Manson descubrió que podía pasarse por Haight-Ashbury y que, como era una docena de años más viejo que los hippies, e iba siempre vestido con cierta clase de ropa y se comportaba de cierta manera, los adolescentes se congregaban alrededor de él.

En aquella época Manson pasaba el rato en las escalinatas de la puerta Santher de la Univesidad de California, tocando la guitarra. Allí se tropezó con Mary Brummer, una joven de veintitrés graduada en historia y carente de atractivo que trabajaba por entonces como bibliotecaria adjunta en esa universidad



Una cosa llevó a la otra y Charlie acabó mudándose a la casa de la bibliotecaria. Más tare invitó allí a otra joven. “¡No, no traigas a ninguna chica a vivir aquí!”, dice Mary pero al final su compañero de piso se salió con la suya. Pero después de que aquella chica fuese a vivir con ellos, aparecieron otras dos. Mary dijo entonces “¡Puedo aceptar una más, pero de ningún modo tres!”. Pero más tarde serían cuatro, cinco, y así hasta dieciocho.

La mayor parte de estas primeras adeptas eran chicas con vidas problemáticas que querían revelarse contra sus padres y contra la sociedad en general. Una vez más todo ocurría en el tiempo y el lugar preciso para los sueños de grandeza de Charlie.

Susan Atkins (rebautizada por Manson como Sadie), uno de los más célebres miembros de la Familia, describió así sus primeras impresiones de Manson: “Estaba sentada en la sala cuando un hombre entró con una guitarra, y de pronto tenía un grupo de chicas alrededor. Empezó a cantar y enseguida supe que era lo que siempre había buscado de modo que fui hasta él y le besé los pies”



Para Atkins, hasta el nombre de Manson estaba imbuido de poder. “Os pido que reflexionéis sobre cómo se llama –diría más tarde-. Escuchad: se lllama ¡Man´s son! (Hijo del Hombre).

Otro de los miembros de la Familia más destacados por aquella época era Charles Watson, (rebautizado por Manson como “Tex”) un típico adolescente americano criado en una pequeña población de Texas, buen estudiante y estrella del deporte que, como tantos otros jóvenes de su edad, había abandonado su casa para vagabundear por San Francisco en busca del paraíso hippy hasta que por casualidad se había tropezado con Charlie.



De todos modos Manson nunca se sintió demasiado impresionado por la cultura hippie, era algo pensado más bien para adolescentes de clase media con problemas de identidad y él era un duro delincuente al que todos esos ideales de paz y amor debían sonarle a monsergas, pero aprendió mucho sobre drogas y cómo podía utilizarlas para adaptar las personalidades de sus súbditos a sus necesidades. Una vez más el tiempo y el espacio se habían conjugado para ofrecer el marco perfecto que necesitaba un artista de la manipulación. Era hora de dar el siguiente paso.


FIN DE LA PRIMERA PARTE

5 Comments:

Blogger SisterBoy said...

Amigos el verano avanza como reguero de polvora. La situación política se arrepochinga al igual que el resto de los españoles en medio del sopor y las moscas. Los telediarios están pletóricos de cincuentones destetados comentando el calor que hace. Los escasos estrenos se limitan a fórmulas de éxito prefabricado y hasta es posible que no muera nadie de interés durante estos pegajosos meses.

En esta época tan propensa para el relax y el disfrute no encuentro otro modo de rellenar los huecos dejados por los temas habituales que con una nueva entrega del abecedario del crimen dedicada a alguien que sin duda se merecía un hueco en la Biblia del Mal.

Dada la extensión de la historia (que merece ser contada con detalle) he decidido dividirla en varios fragmentos lo cual, por cierto, viene de perlas para mis intenciones de cubrir los meses del estío.

De todos modos si ocurriera algo digno de mención en este período se comentará oportunamente interrumpiendo así la narración de este capítulo del Abecedario por más que pueden tener todos la seguridad de que se reanudara dicha narración en cuanto la actualidad lo permita.

Ahí les dejo.

9:41 AM  
Anonymous Ra está en la aldea said...

Bien por el regreso del abecedario del crimen y bien por la elección de la rocambolesca historia de Charlie Manson. Que no se demoren mucho la siguientes entregas, por favor, que algunos aún vemos lejanos los viajes estivales.

10:46 AM  
Blogger El Impenitente said...

I've got blisters on my fingers.

Sisterboy, perdona que te recuerde que los coleccionables y los fascículos son en septiembre.

Como Ra, lo de los viajes estivales tienen pinta de convertirse en otoñales así que, mientras sostengo a la patria sobre mis hombros con mi esfuerzo esperaré impaciente el próximo fascículo y la irrupción de Sharon Tate.

2:19 AM  
Blogger Slim said...

que ganas de saber lo que paso con la bibliotecaria!!

4:05 AM  
Blogger SisterBoy said...

Jejeje sabía que eso te interesaría

5:09 AM  

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