Tema del traidor y el héroe
La reducción de un conflicto bélico al esquema más simple posible, es decir el de buenos y malos, ha sido una constante en la forma de escenificar la contienda favorita del cine: la Segunda Guerra Mundial.
Esto es debido seguramente a que en ningún otro conflicto ha estado más clara dicha división. De todas maneras esa visión simplista de la conflagración más sangrienta de la historia que estaba más que justificada durante el tiempo que duró el combate y que podía ser disculpable en los años siguientes hoy en día es una idea inaceptable y de hecho es una manera de narrar la guerra que ningún cineasta serio se atrevería a utilizar en estos tiempos (véase si no la reciente iniciativa de Clint Eastwood).
En el caso de “El libro negro” la revisión llega hasta una parte del conflicto que había sido especialmente bien tratada por el cine: la resistencia armada que tuvo lugar en los países ocupados por los nazis. No es por supuesto la última película de Verhoeven la primera en poner en cuestión la beatifica imagen que siempre se había dado de esta peculiar forma de librar la guerra, otros filmes habían precedido al del director holandés en esta casi siempre ingrata tarea. Es el caso de títulos recientemente comentados como “Lacombe Lucien” o “Cena de acusados” y de otros como “El ejercito de las sombras” o “Un héroe muy discreto”. “El libro negro” no es pues sino un paso más en el empeño por demostrarnos que esa guerra (y por extensión todas las demás) no fue un asunto de héroes y villanos sino un asunto de hombres…y de mujeres.
De todos modos es una visión del conflicto que favorece mucho el tono en el que se desarrolla la película que se presenta sobre todo como un gran filme de aventuras o más bien de espionaje pletórico de trampas, suspende, situaciones ambiguas, golpes de efecto, personajes que parecen héroes y son traidores y otros que parecen traidores y se revelan como héroes y todo ello en medio de una trama que no hay que olvidar que está basada en hechos reales y no puede ser menos ya que algunas situaciones son tan absurdas que no hay más remedio que pensar que en verdad tuvieron lugar . La mayor virtud de Verhoeven es conseguir un filme absolutamente trepidante que no baja el ritmo en ningún momento a pesar de sus dos horas y veinticinco minutos de duración y eso es algo que no es sencillo de conseguir.
Si algo habría que reprocharle al director y coguionista son algunas escenas difíciles de digerir por su inverosimilitud pero de todos modos Verhoeven es junto con Brian de Palma (un director este último al que la película me ha hecho recordar más de una vez y sobre todo en una determinado momento) uno de esos tipos a los que se les perdona casi todo. También es posible que se haya pasado un poco con los desnudos pero bueno tampoco es Salon Kitty ni nada que se le parezca y desde luego no seré yo el que se queje por estas cosas.
En lo que se refiere al desconocido reparto (con la excepción de Christian Berkel un rostro familiar de películas alemanas como “El experimento” y “El hundimiento”) destacar por encima de todos a Carice Van Houten con una actuación memorable por motivos artísticos, sentimentales y genitales. Espero que esta película (que por cierto no comprendo como no ha recibido ninguna nominación a los Oscar) sirva para relanzar su carrera como si de una Rutger Hauer femenina se tratara.
10 Comments:
Lo mismo veo hoy esta peli (o la de "Pulse", que tengo ganas de serie B). Cuando lo haga leeré tu post, aunque vayan por delante mis respetos a Verhoeven por Showgirls, Instinto Basico, la escena de las duchas de Starship Troopers y todos los diálogos entre la Stone y el Chuache en "Desafio total".
"Considérate divorciada"
BANG!
Yo tengo ganas de ver a Verhoeven recuperarse porque "El Hombre sin Sombra" fue un churro considerable, y el tema de los nazis y la resistencia holandesa parece que tiene potencial, la veremos pues
Saludos
Paul Verhoeven estuvo en Belmonte rodando una película titulada "Flesh and blood" o similar. No sé que tal será como director, pero si el tiempo que pasó estableciendo vínculos entre su nariz y una sustancia polvorienta blanquecina lo hubiese dedicado a su película, estaríamos hablando de un antes y un después en la historia del cine.
Y es ahora cuando Sharon Stone dice "¿Alguna vez has filmado con cocaina Paul?"
Propongo una lista de actores y actrices y directores que no se metan polvitos de la risa en la napia. Será mas sencillo que buscar los que si lo hacen.
Yo espero ansiosa-bueno-no-tanto el estreno de "La vida de los otros".La del holandés no es mi tipo.
Pienso que hay un esquema aún más simple que el de buenos y malos,y es el de todos iguales hayan hecho lo que hayan hecho,que es lo que ahora se lleva para no parecer partidista.La imparcialidad no significa tener la misma opinión de todo el mundo (los jueces imparciales también condenan),no elimina el juicio crítico,que es la esencia del pensamiento.Para neutros ya están los protozoos.
Más que todos iguales la peli dice "ellos eran malos pero nosotros tampoco eramos unos santos". Me parece justo
No lo decía por las pelis,si no en general.He aprovechado tu comentario para meter un sermón (yo otra cosa no,pero como padre espiritual no tengo precio)
Me gustan dos cosas:
1/La valentía de contar algo tan dramático con las formas de una pura historia de aventuras (cuando el mismo Spielberg o Polanski se han decantado por el victimismo).
2/La fisicidad de la película. Es palpable. Se puede tocar. Como casi todas las de Verhoeven.
Bueno, y todo el resto. Porque El Libro Negro es magistral.
Para mí una de las mejores del año pasado y fue una injusticia su no inclusión en los Oscars.
Desde luego que la prota era muy "tocable" :)
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