I bury the living
Trataré de no incurrir en spoilers aunque yo aconsejo verla antes de leer lo que sigue. De todos modos supongo que todo el que haya ya tomado la decisión de acudir a las salas a contemplar lo que, ojala se convierta en la sensación del otoño, supongo que se habrá informado lo suficiente para saber que todos y cada uno de los 95 minutos que dura la película transcurren en el interior de un ataúd, por lo tanto absténganse claustrofóbicos o personas que van al cine para matar el tiempo.
Se podría decir que, dentro del ámbito de la cultura más popular, el mito terrorífico del enterramiento en vida comenzó con el relato “El enterramiento prematuro” de Edgar Allan Poe (y estoy convencido de que ni siquiera fue él el primero en plasmar este horror sobre el papel). Desde entonces no han sido pocas las películas (incluyendo al menos una conocida adaptación de Roger Corman del propio cuento de Poe) que han jugado con, posiblemente, una de las situaciones más angustiosas que pueda imaginar el ser humano. De todas ellas hay una que personalmente considero la más terrorífica de cuantas se han hecho sobre el tema (incluyendo la que tratamos hoy), se trata de “Spoorloos”, un filme holandés cuyo argumento les recordará al del remake americano que se hizo años más tarde (“Secuestrada” con la por entonces casi debutante Sandra Bullock), remake que, como suele ser habitual resultó cobarde y pazguato.
Pero la diferencia de “Buried” con cualquier otra película precedente es que en ella el tema del enterramiento en vida no se presenta como clímax, conclusión o, incluso, como una pequeña set piece de horror dentro de la historia principal (como en el caso de “Kill Bill”), sino como el escenario único donde se desarrollara toda la trama. En este aspecto, qué duda cabe de que los autores del filme, aparte de cualquier otra intención artística con la que hayan abordado el proyecto, también se han sentido estimulados por el desafío que supone desarrollar una trama dentro de un marco físico tan reducido. Las referencias a este tipo de argumentos son múltiples y abarcan desde el “Náufragos” de Hitchcock, hasta “Última llamada” de Joel Schumacher pero Rodrigo Cortés y Chris Sparling (director y guionista respectivamente) han ido más allá que cualquiera de ellos y creo que han batido un record en lo que respecta al mínimo tamaño de dicho marco físico.
Lo primero que hay que decir es que ambos autores han tenido éxito en su pretensión y consiguen (o al menos lo han conseguido conmigo), con una combinación de giros argumentales y recursos técnicos, mantener un suspense casi insoportable durante la larga hora y media de duración de un filme que en un principio parece material más propicio para un cortometraje o como mucho para un episodio de 50 minutos para televisión. Y la alusión a la necesidad de aunar las habilidades técnicas y de guión no es gratuita pues no basta simplemente con arrojar a un infortunado personaje en una angustiosa situación límite. Si ese escenario no es sustentado con un argumento capaz de dotar de contenido a la tragedia el resultado puede ser tan insulso como el de cierta película de la que hablamos hace ya algunos años y que, precisamente por esa falta de sustancia, ha caído rápidamente en el olvido.
“Buried” se inicia con el protagonista de la historia descubriendo, por medio de sus limitados sentidos, la trampa mortal en la que está encerrado, un descubrimiento que comparte con el espectador haciéndolo así participe de sus sufrimientos de un modo especialmente eficaz y también estremecedor, a partir de ahí la comunión entre el personaje y el público que contempla el drama será ya irremediable. Cortés es capaz así de transmitir el opresivo ambiente del interior de la caja sin violar ninguna de las reglas de la necesaria suspensión de la credulidad acudiendo para ello a diversos instrumentos luminosos con los que el protagonista podrá contar y que si cabe aumentan aun más esa sensación de claustrofobia con su vacilante funcionamiento.
Pero quizás el aspecto más escabroso del filme va más allá incluso de la asfixiante localización de la trama, en el momento en el que los diversos intentos de Paul Conroy por comunicarse con el exterior tiene como una única respuesta la burocracia, la incompetencia, los intereses políticos y económicos más mezquinos y los contestadores automáticos, convirtiendo así una argumento clásico de terror en una pesadilla kafkiana. Más que toneladas de arena, lo que aplasta a nuestro héroe son toneladas de mentiras.
Si algo tendría que objetar a “Buried” sería quizás una complacencia, un tanto sádica a veces, en la suerte del desgraciado Paul (complacencia que en un momento llega a rozar el humor negro e incluso la parodia) así como algunos inexplicables picados de cámara que dotan de profundidad a la escena y rompen un poco la sensación de claustrofobia que tanto trabajo había costado conseguir. Pero ninguna de estas circunstancias puede desmerecer un extraordinario experimento cinematográfico que esperemos que tenga el reconocimiento de público que merece.
12 Comments:
jodeeeeeeeeeer! eres rápido! Todavía no la he visto, y no se cuando podré hacerlo pero le tengo ganas, así es que, para variar, cunado lo haga volveré para comentarla.
En una de aquellas historias que hizo Hitchcock para televisión una mujer trataba de escaparse de la cárcel metiéndose en el féretro con un fiambre de donde tendría que sacarla el enterrador. Era espeluznante cuando ella descubría que el muerto que la acompañaba en el féretro era el enterrador. Todavía me dura el susto. No creo que vaya a ver esta película. No estoy preparado.
Jejeje el viejo Hitch, recuerdo perfectamente ese capítulo aunque para angustia angustiosa (refiriéndose a su programa de misterio para televisión) me quedo con esta
http://www.youtube.com/watch?v=TmfACxePdv4
Creo que haces bien no viéndola, yo pude hacerlo porque la claustrofobia no está entre mis múltiples fobias(como la noctifobia o la entomofobia).
No recuerdo la historia que enlazas. Y creo que no me perdía ninguna. La veré, desde luego.
...traigo
sangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
TE SIGO TU BLOG
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
AFECTUOSAMENTE
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE ENEMIGO A LAS PUERTAS, CACHORRO, FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER Y CHOCOLATE.
José
Ramón...
Ops pues gracias, si es un spam es el más encantador de entre los muchos que se leen por ahí
Yo he leído en diagonal para evitar spoilers... pero es cierto, nos hemos olvidado completamente de "Zulo"
Bueno lo cierto es que es injusto decir que una película olvidada lo es siempre con razón, algunas veces no sucede, hoy he visto una película totalmente olvidada que creo que voy a tratar de recuperar para los que no la hayan visto.
Bienvenida por cierto
También recuerdo aquel capítulo de Hitchcock con la reclusa y el enterrador. Me provocó un trauma infantil. Aun así he visto "Buried" está tarde y me ha parecido brillante en su manera de manejar la tensión, la emoción y los recursos narrativos. Lo he pasado tan mal que supongo que ha cumplido al 100% sus objetivos. Como pegas le pondría las mismas que tú: ese plano cenital tan innecesario y SPOILER la llamada de su compañía para rescindirle el contrato y ahorrarse la póliza, que suena a recochineo FIN DEL SPOILER.
SPOILER
Si no hubiera visto el documental Sicko (Michael Moore puede ser un machango pero no veo razón para no creer que esas cosas pasan)posiblemente yo también hubiera pensado que lo de la llamada de la empresa era rizar el rizo pero creo que el nivel real de hijoputismo de las compañias norteamericanas no es en aboluto exagerado.
Aunque no soy claustrofóbico, siempre he temido mucho a la posibilidad de poder ser enterrado vivo (bueno, no siempre, fue a partir de aquel verano de los noventa que me leí todo Poe). Sin embargo, la peli no me ha dicho nada, ni fu ni fa. Es extraño. Creo que puede ser debido a que, según mi forma de pensar y siendo prácticos, ser enterrado vivo tampoco es para tanto. Es decir, unas horas de sufrimiento y se apagan las luces. Lo chungo es lo que le hacían a los vampiros de Entrevista con el vampiro: los enterraban vivos y cabeza abajo. Teniendo en cuenta que los vampiros son prácticamente inmortales... Eso sí es una putada.
Fobias aparte, a mi me pareció muy flojita y...
SPOILER
...con un final muy muy previsible.
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