Esta semana he visto...
La mayor parte de las películas mencionadas aquí han caído en un injusto olvido. La que
nos ocupa hoy en cambio pasará desapercibida con todo merecimiento.
Bien es cierto que el comienzo es prometedor (mas algo
estropeado por la presencia de John Leguizamo al que una carrera de casi
treinta años no ha logrado aun convencer a nadie de que es un actor horrible)
pero eso es una condición necesaria aunque no suficiente (de comienzos
prometedores está lleno el cementerio cinéfilo), y tampoco resulta un problema
el hecho de que un espectador curtido en el género ya sea capaz de antemano de
adivinar que posiblemente no exista una explicación satisfactoria al hecho
sobrenatural cuyas consecuencias se describen, ya que muchas veces el citado hecho no tiene otra función que servir de marco para
el desarrollo de la acción. El problema está en que aquí esa acción resulta
totalmente carente de fuerza dramática, pobremente desarrollada y además puesta
en escena por unos personajes que no provocan el más mínimo interés por el
destino que les espera, todo lo cual deja como conclusión un filme que parece
el simple esbozo del episodio piloto de una serie no demasiado estimulante (no
en vano dirige un hombre que ha llevado a cabo casi toda su carrera en el mundo
de la pequeña pantalla con la excepción de “Sesión 9” que por cierto tampoco me
gustó). En fin que si quieren ver una buena película con una temática casi
idéntica a este busquen la también desconocida (pero en esta ocasión de forma
inmerecida) “The Quiet Earth”.
Con “Vanishing on 7th street” terminan los comentarios sobre la segunda
parte del Dossier de la revista “Dirigido” sobre películas de terror inéditas
en España en lo que llevamos de siglo así que hagamos un repaso rápido.
MUY
RECOMENDABLES
- Dai Nipponjin (Big Man Japan)
- The Children
- Martyrs
- Enter the Void
- Triangle
- Dream Home
POCO RECOMENDABLES
- Vinyan
- Vanishing on 7th Street
PREFERIRIA BESAR EN LA BOCA A MARTINEZ PUJALTE ANTE QUE
VOLVER A VERLAS
- Rubber
- The Orphan Killer
Próximamente serán comentadas las películas de la primera parte del dossier (de cuya existencia he podido tener noticia gracias a la bibliotecaria favorita del blog) con excepción de algunas que ya vi hace tiempo, una es “Black Water” una producción australiana bastante maja aunque no demasiado memorable (de hecho me había olvidado de que la había visto) y la otra es “Eden Lake” que posiblemente recordaré al menos una vez al mes en lo que me queda de vida, y si ustedes la ven también les pasará lo mismo.
Siguiendo la pista de la interesante “Take Shelter” se llega
hasta “Shotgun stories”, primera película dirigida por Jeff Nichols. Es curioso
el parecido entre este argumento y el descrito en la también reciente
“Hatfields and Mccoys”, en ambas producciones se narra una disputa entre dos
familias que, partiendo de un acontecimiento aparentemente nimio, se iba alimentando
a base de represalias y contrarrepresalias, el hecho de que entre estas dos
historias haya ciento cincuenta años de separación no parece influir mucho en la
dinámica progresiva e imparable de estas enemistades de la América rural.
Todo el mundo sabe (o al menos lo sabe la parte del mundo
que a mí me interesa) que en ocasiones importan más los efectos que las causas.
En los primeros minutos de “The Divide” una catástrofe obliga a un grupo de
residentes de un edificio a refugiarse en el sótano. No importa quién ha
causado el cataclismo ni por qué (y cuando la película olvida eso cae en sus
momentos más flojos), importa meter a una variopinta muestra de la raza humana
y urbana en un recinto cerrado y ver qué es lo que pasa.
Y pasan cosas increíblemente sórdidas, de hecho la película
parece consagrada por entero a mostrar esa sordidez y la progresiva degradación
del cuerpo (premio al departamento de maquillaje por conseguir el rostro más aterrador que he
visto en mucho tiempo) y la mente de los forzados habitantes del subsuelo por
más que (al revés que en otros filmes de temática semejante) ninguno de ellos (con
una única y llamativa excepción) muestre una personalidad diferente a la que
apuntaba desde su primera intervención en la trama. Pero repito que aquí lo que
importa es la poética de la inmundicia, uno debe dejarse absorber por ella,
contemplarla con un interés puramente morboso o en el caso contrario dejar de ver
este filme a poco de empezar el metraje.
Además de destacar el diseño de producción y la ya
mencionada labor de caracterización, señalar igualmente lo esforzado de algunas
interpretaciones (lo de Rosanna Arquette en esta película es como para darle
diez oscars y un camión de sugus por añadidura) y volver una vez más a los
clásicos para señalar a la imprescindible “El ángel exterminador” (al contrario
que en otras críticas que se detienen en comparar esta película con “Cube” o
“La niebla”) como la gran inspiradora de
este tipo de argumentos, de hecho si me pidieran que definiera “The Divide”
diría que es “El Ángel Exterminador” después de una ducha de mierda (dicho sea
por cierto sin ánimo peyorativo).
“Trouble Every Day” (omitiremos el desgraciado título en
castellano que circula por ahí porque, además de ser una mierda, revela algo
que es más sugerente conocer a medida que avanza el filme) se estrenó en 2001,
es decir hace más de diez años, y
personalmente no conocí de su existencia hasta hace un par de semanas. Es
descorazonador pensar cuantas películas excelentes pasan de largo por la piel
de toro sin estrenarse ni siquiera en los circuitos más marginales.
Bueno y no es que “Trouble…” sea una obra maestra, ni
siquiera del género de terror, pero es desde luego una cinta muy interesante
que me hubiera gustado ver en su día. Es
también un filme en el que resulta difícil entrar, de una cadencia lenta o más
bien reposada y en el que durante al menos tres cuartas partes del metraje
resulta complicado determinar cual es el significado real de lo que estamos
viendo y cómo encajarán todas las piezas. Adelanto que al final sí que encajan
y lo hacen además sirviendo al espectador dos escenas de una brutalidad y
sadismo casi insoportables que compensaran con creces a los buscadores de
sangre que posiblemente hasta esa explosivo conclusión se estarían aburriendo
de lo lindo.
Una parodia del género de superhéroes protagonizada por
Rainn Wilson conocido por ser el capullo de la versión americana de “The
Office”, aunque algunos le recordamos más como el capullo de “A dos metros bajo
tierra”.
Puede que me pillara en un mal día pero la película me ha
parecido una gilipollez sin la menor gracia, la quité de en medio a los 15
minutos de empezar a verla y dudo mucho que le de otra oportunidad. Cuando
quiera ver una parodia del cine de superhéroes volveré a visionar “Kick ass”
que tiene más miga y además salen niños diciendo “cunt”, o a lo mejor la
primera temporada de la imprescindible “The Misfits”, incluso preferiría bajar
a las catacumbas y recuperar algún
episodio de “El Gran Héroe Americano”.
Nunca tuve mucho interés en la saga “Tetsuo”, no vi las dos
primeras y no hubiera visto esta de no haberse incluido en el Dossier de
marras. Lo cierto es que durante las primeras escenas estuve a punto de volver
a tirar la toalla como había hecho con “Super”, el desfile de actuaciones
penosas (¿pero de dónde han sacado al tal Erick Bossic dios mío?), montaje desestabilizado
y situaciones ridículamente dramatizadas daban como resultado algo que parecía
una versión de “Inframan” filmada al estilo de un culebrón venezolano.
La tierra se ve invadida por una plaga de criaturas victimas
de una infección de origen desconocido, la
sociedad tal y como la conocemos se ha derrumbado y ha sido sustituida
por grupos de humanos aislados que tratan de sobrevivir con mayor o menor nivel
de barbarie. ¿Les suena el argumento? Podríamos mencionar media docena de
títulos sin tener que forzar mucho la memoria, empezando por la seminal “Soy
leyenda” y terminando por la reciente “The walking dead”. El hecho de que en
esta ocasión se trate de vampiros y no de zombies es indiferente, primero
porque estos vampiros tienen un comportamiento bastante “zombie”, y segundo
porque su presencia en la trama sirve, también como suele ser habitual, para
analizar el comportamiento humano en relación con la amenaza a la que se enfrenta.
Esto sí que no me atrevo a recomendárselo a nadie. Dirige
Werner Herzog, uno de los escasos supervivientes del Nuevo Cine Alemán de los
setenta (Fassbinder la palmó y parece que Win Wenders jamás se recuperará del
espanto de “El hotel del millón de dólares”) ahora reconvertido en prestigioso
director de documentales con algún retorno puntual al mundo de la ficción
(consiguió, por ejemplo, la loable hazaña de conseguir que su versión de
“Teniente corrupto” fuera aún más desquiciada que la primera).
“The wild blue yonder” no puede inscribirse en ninguna de
las dos categorías mencionados en el párrafo anterior, no es desde luego un
documental (ni siquiera un falso documental pues este subgénero pretende en
cierto modo tener alguna apariencia de realidad) pero tampoco se trata de una
ficción al uso. Para no liarnos, esto va de un habitante de otro planeta
(interpretado por Brad Douriff) que narra la doble historia de cómo los de su
raza viajaron hacia la tierra y como a su vez los terrícolas devolvieron la
visita al planeta del alienígena, para ello Herzog se vale de una serie de
imágenes de archivo que incluyen documentales sobre pioneros de la aviación,
estaciones espaciales y exploraciones submarinas en la Antártida, y todo ello
amenizado por una inquietante banda sonora que no hubiera desentonado en
absoluto en la célebre secuencia del viaje a las estrellas de “2001 una odisea en
el espacio”.
En definitiva una verdadera marcianada (nunca mejor dicho)
que espero que les pille en un día especialmente receptivo a su lado más
vanguardista aunque por mi parte opino que una de las cosas más sugerentes que
pueden suceder hoy en día en el mundo del cine es asistir a alguna de las
demostraciones de este auténtico francotirador del séptimo arte.
En “Cautivos del mal” (“The bad
and the beautiful”) Walter Pidgeon le explica a Kirk Douglas (o puede que fuera
al revés, no lo recuerdo) que el autentico significado del terror reside más en
lo invisible que en lo visible.
La película uruguaya “La casa
muda” parece seguir esta doctrina y ofrece una muestra del auténtico y puro
terror más refinado. Decía Jean Luc Godard
que para hacer una película sólo hacía falta una chica y una pistola,
parafraseando ese lema yo diría que para hacer una película de terror sólo hace
falte una chica y una casa vieja.
Y así es “La casa muda”, durante
casi la mayor parte del metraje, sólo una mujer asustada con un candil en la
mano recorriendo un caserón solitario lleno de ruidos y sombras (filmada además
en un único plano secuencia de hora y veinte minutos de duración, algo de lo
que me percate sólo cuando leí comentarios a posteriori y que precisamente por
eso considero un acierto más de la película) en un angustiante tour de force en
el que se tiene la sensación de que cualquier cosa puede suceder, lo dicho,
puro y simple terror en una historia cerrada sin pasado ni futuro. Es posible
que algunos encuentren esta forma de narrar monótona o aburrida pero
personalmente yo he tenido que ver casi toda la película con el dedo sobre el
botón del “mute”.
Los autores de este filme pueden
considerarse gente arriesgada pero no tanto como para no tratar de conducir
este virtuosismo técnico hacia alguna clase de desenlace explicativo, es algo
inevitable (de otro modo el filme podría haberse considerado como un mero
videojuego) pero también es inevitable que estos sean los momentos menos
valiosos de la cinta, aunque nada de esto puede desvirtuar la buena impresión
que causa esta producción charrua de la que lo mejor que se puede decir es que
da un miedo que te cagas por la pata abajo ¿y no es eso exactamente de lo que
se trata en todo este asunto?.
2 Comments:
Muy interesante (como siempre), hay muchas que no conocía y que tengo interés en ver.
De las reseñadas he visto “Martyrs”, “Triangle” y “Eden Lake” que me gustaron (sobre todo “Martyrs”). A “Trouble every day” le tengo que dar otra oportunidad porque no me entusiasmo pero no la vi en las mejores condiciones.
“Vanishing on 7th Street” tengo interés porque “Sesión 9” y “El Maquinista” sí que me gustaron, bueno en realidad quiero verlas todas, pero con mi conexión a internet no puedo... conseguirlas (guiño, guiño).
Un saludo.
Yo las he conseguido todas en el emule, algunas incluso con subtítulos incorporados, buena caza, el viernes más recomendaciones :)
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