Friday, August 03, 2012

Esta semana he visto

En la enciclopedia de tópicos del cine, cuando se llega a la V de “Van Sant, Gus”, lo que toca leer es que el director estadounidense  alterna proyectos  tan arriesgados y experimentales como “Elephant”, “Gerry” o “Last days” con otros más asequibles y ortodoxos como “Descubriendo a Forrester”,  “Good Will Hunting” o “Mi nombre es Harvey Milk”.

Si aceptamos esa dicotomía como una definición del carácter artístico de la obra de Gus Van Sant será difícil ver cómo encaja “Restless” en ese esquema. Personalmente creo que no se parece a casi nada de lo que he  visto de la carrera de este director (y lo he visto más o menos casi todo excepto esa gilipollez de remake de “Psicosis” –digo gilipollez por el concepto no por el resultado que repito desconozco- y “Even cowgirls get the blues” porque me da bastante miedo hacerlo). Podríamos resumir esta película como un drama romántico de un estilo afortunadamente diferente de otras con los que se la podría comparar por su temática (“Noviembre dulce”, “Dying young” o “Love story”) aunque tampoco tan lejos, y a este respecto me gustaría manifestar que no comprendo algunos comentarios a propósito de la película que nos ocupa hoy que la tildan de cursi o edulcorada. Pues claro que las películas como ”Restless” son un poco tontas porque el amor es un asunto estúpido, sobre todo si involucra a una pareja de adolescentes de clase media  y especialmente si uno de ellos se está muriendo. Es como ver un western y quejarse de que hay mucha gente que lleva sombrero.

 Aparecen en pantalla los primeros títulos de crédito en reconocibles caracteres escandinavos y al poco rato aparece también el igualmente reconocible rostro torturado de Ulrich Thomsen, en ese momento más de un espectador se levantaría gritando “¡¡¡Dogma!!!” y  saldría corriendo de la sala (ya sea la suya o la del cine). Pero la verdad es que creo que “Allegro” tiene bastante poco que ver con esa extraña corriente cinematográfica que tanto dio que hablar hace tantos años (y que al final sólo dejó una película valiosa, precisamente aquella protagonizada por Thomsen) y sí con las propuestas narrativas de hombres como Andrei Tarkovski, David Lynch o Ingmar Bergman y si me apuran incluso Jean Luc Godard. Referencias ilustres pero merecidas para una fantasía filosófica apasionante que además representa un ejemplo de que cuando se cuenta con una buena historia y una buena realización basta con cuatro perras y con cerrar un par de calles de Copenhague para conseguir una pequeña maravilla.   





 

Aparte de algún título de interés relativo, y dejando a un lado esa pequeña obra maestra desconocida del cine vampírico que es “Martin”, se puede decir que George Romero ha consagrado su carrera cinematográfica a continuar la saga que empezó en 1969 y que se ha prolongado durante cuarenta años, ”Survival of the dead” es la sexta entrega.

En una entrevista que leí hace tiempo Romero decía que él necesitaba dotar de algún significado alegórico a sus fantasías zombies, que sería incapaz de rodar una película con el simple argumento de un individuo enmascarado que masacra a la gente con un hacha (hablaba de “Viernes 13” en concreto). Aunque es discutible que dicho afán estuviera presente en su célebre opera prima (se ha hablado mucho de la coincidencia entre el estreno de dicha obra y los incidentes raciales que sacudieron los Estados Unidos en esa época pero parece que se trata exactamente de eso: una mera coincidencia) lo cierto es que no se puede negar que las posteriores entregas de la serie sí estuvieron animadas por esa intención. No dudo que ocurra lo mismo con “Survival…”, el problema es que aquí resulta bastante difícil dilucidar en qué carajo consiste el en teoría argumento subyacente.

La acción tiene lugar en el ya habitual escenario de post-apocalipsis zombie en el que un grupo de soldados norteamericanos ha derivado en una pandilla de bandoleros depredadores que van a parar a una isla de la costa atlántica en la que se produce un enfrentamiento entre dos formas diferentes de afrontar la crisis (un enfrentamiento que curiosamente coincide  con una de las muchas subtramas de la serie “The walking dead”). El problema no reside en la absoluta falta de entidad de todos los personajes que protagonizan la historia, ni tampoco en el nefasto trabajo actoral de los profesionales que los encarnan, de hecho ambas cosas son casi una seña de identidad de las películas zombies de Romero (en mi opinión tan solo  de “La tierra de los muertos vivientes” puede decirse que tenga un argumento con personajes dignos de ese nombre), el problema está en que ninguno de dichos personajes se conduce de forma que permita adivinar cual es su razón de existir en este argumento por más que algunos de ellos expresen esa razón de forma explícita, la cosa es que o bien esa motivación es demasiado confusa o bien el comportamiento de esos personajes la contradice continuamente. Si a esto se une un pobre, cuando no inexistente, sentido del ritmo cinematográfico el resultado es una obra con una sensación de amateurismo incluso más evidente que en la obra inicial de la saga (que sí podría calificarse como un filme de aficionados).

 Aparte de esto el mero aficionado a las películas de zombies en su aspecto más sangriento encontrará imágenes dignas de recordar como algunas novedosas formas de liquidar a los resucitados (y eso que en todos estos años la imaginación parecía que se habían agotado dichas variantes), una de ellas especialmente sádica y por el contrario otra escena de una extraña belleza, un concepto difícil de encajar en una cinta perteneciente a este popular subgénero.   


 
El hecho de que “The Ward” sea un filme mediocre no debería alarmar a los millones de fans que John Carpenter ha cultivado desde su impresionante irrupción en el cine de género. No es la primera vez que el maestro mete la gamba y ahí está la horripilante “Christine” y la fofa “Starman” para demostrarlo, algunas perlas rayadas (dejo a un lado “Memorias de un hombre invisible” que no he visto ni veré nunca y “Golpe en la pequeña China” por la que siento debilidad aparte el hecho de que Carpenter cada día se parece más al brujo Lo Pan) dentro de una de las más impecables carreras profesionales del cine de terror de los últimos treinta años.

“The Ward” es un thriller correcto con cierto aroma de giallo italiano mezclado con una trama de terror psicológico, nada que sobresalga demasiado de un espectáculo normalito que posiblemente muchos aficionados (yo incluido) hubieran dejado pasar de no ser por el prestigio de su director. Tengo que reconocer de todos modos que el final me pilló de sorpresa. A pesar de ello “The Ward” es un producto para olvidar junto con el resto de mediocridades que de vez en cuando se permite mister Carpenter mientras todos esperamos que vuelva a dar en el clavo.  

 

A propósito de John Carpenter, después de ver “Trick 'r Treat” tengo la sensación de que la festividad de la víspera de difuntos fue sólo una excusa para colocar la trama de “La noche de Halloween” en un entorno reconocible para el espectador porque lo cierto es que la acción de esa película bien podría haberse desarrollado la víspera de la festividad de San Parrufo sin que se notara la diferencia, digamos pues que era una película que tenía lugar la noche de Halloween pero no era una película sobre Halloween.

“Trick 'r Treat”, siendo una película de muchísimo menor calado que la obra maestra de Carpenter, podría llegar a convertirse (o al menos lo merecería) en un clásico de esa agradable tradición de la cultura anglosajona. Con una estructura subdivida en historias cortas (en un estilo que recuerda vagamente al de las simpáticas películas de la productora “Amicus”), en ocasiones entremezcladas, y que tienen en común una unidad de tiempo y lugar (el tiempo ya sabemos cual es y el lugar es desde luego una pequeña población americana situada donde Cristo dio las tres voces) y la presencia de un demoniaco maestro de ceremonias (con un curioso parecido al nene de “El Orfanato”). Como suele ocurrir en este tipo de películas algunas historias son mejores que otras, pero al menos en esta ocasión se ofrece una variedad temática y de estilos muy de agradecer: tenemos por un lado la clásica historia de horror de la mano de unas criaturas también pertenecientes a la tradicional narración de miedo (segmento protagonizado por Anna Paquin que da vida a un personaje que parece un bosquejo de Sookie Stockhouse); también hay un cuento macabro cuyo desarrollo ofrece además escenas verdaderamente transgresoras si tenemos en cuenta que al fin y al cabo es un film cuyo destinatario natural es el gran público (protagoniza Dylan Baker en un papel que parece una extensión de su recordado rol en “Happiness”); más tarde una aterradora y malvada leyenda urbana de fabricación casera que deja para el recuerdo algunas de las escenas más memorables de la película (esta vez protagonizan un grupo de niños desconocidos pero que, como suele ser habitual, pueden dar más miedo que Ron Perlman con flemones) y por último la conclusión de todo el circo y el momento en el que el maestro de ceremonias deja ver su horrible faz (protagoniza Brian Cox que no se olviden que fue el primer Hannibal Lecter del cine).

En definitiva una gran película de terror que ya he metido en la carpeta de cosas para ver la noche del 31 de Octubre de todos los años.

13 Comments:

Anonymous Sr. Biltons said...

Dicen: “A mi del cerdo me gusta hasta los andares”, pues a mí de Carpenter me gusta hasta “Christine”, “The Ward” me parece muy vulgar pero perdonable, aunque fue una gran decepción después de esperar 9 años para ver un largo suyo.
Con Gus Vant Sant me pasa que siempre me interesa ver sus películas, pero luego no me gusta ninguna, de hecho “Elephant” es una película que odio profundamente.
Me apunto las recomendaciones mientras espero el artículo sobre Prometheus, que cuanto más pienso en ella peor me parece.
Un saludo

3:18 AM  
Blogger SisterBoy said...

Espero verla mañana y de mis impresiones seran oportunamente informados el próximo viernes,

5:36 AM  
Blogger El Impenitente said...

Lo de ir cambiando el tipo de letra durante la entrada, ¿obedece a alguna razón inconfesable o espero disculpen nuestros problemas técnicos?

9:17 AM  
Blogger SisterBoy said...

Es un truco que me recomendó mi asesor de blog coaching, el mismo que me aconsejó poner fotos de euromacizas en el blog de fútbol

11:17 AM  
Blogger El Impenitente said...

Las euroholandesasmacizas siempre estarán en mi corazón.

11:26 PM  
Blogger Slim said...

pues yo tambien venia a que me aconsejaras que ver esta noche, si prometheus o el caballero oscuro 2.
son las que echan en el cine de mi barrio zaragozano donde ando pasando unos dias de vacaciones.

bueno tambien echan que esperar cuando estas esperando, pero ya la hemos descartado. :-)

3:21 AM  
Blogger SisterBoy said...

Vengo de ver Prometheus y aunque me he quedado dormido media docena de veces (por causas ajenas a la película)parecía algo como mínimo entretenido, la de Batman no me han dado ganas y en cuanto a la tercera si es la mitad de mala que el título pues como que no. Feliz asueto.

11:02 AM  
Blogger Slim said...

entretenida es, yo la vi a las 22,30 y sin dormirme, lo que ya es bastante.
pero el guion nos sentamos tu y yo y lo escribimos treinta veces mejor y sin pensárnoslo mucho.

7:29 AM  
Blogger SisterBoy said...

Ya hablaremos de eso

8:12 AM  
Blogger El Impenitente said...

¿Habrá panegírico para Sancho Curro con nueve tipos distintos de letra?

1:03 AM  
Blogger SisterBoy said...

Siempre me gustó pero tampoco hay mucho de qué hablar :)

7:47 AM  
Blogger paola said...

la de no le tengas miedo a la oscuridad la vi hace unos años en mi apartamento buenos aires me dio bastante miedo porque estaba sola.. la clave es después ponerse a ver dibujitos animados!!

9:03 AM  
Blogger SisterBoy said...

Gracias Paola quedas nombrada mi agente inmobiliaria en baires por si algún día me doy un garbe por alli.

9:42 AM  

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