SEE ME FEEL ME TOUCH ME HEAL ME
No es ni mucho menos la primera vez que se trata el
escabroso tema del derecho de los discapacitados a las relaciones sexuales (discapacitados
físicos se entiende, el tema del sexo con discapacitados intelectuales resulta
todavía más escabroso y conozco pocos filmes que no hagan alusión a ello desde
un punto de vista algo retorcido), recuerdo por un ejemplo una película
francesa de hace ya algunos años llamada “Nacional 7” que sin ser un gran
producto cinematográfico al menos tenía la virtud de abordar un tema tan
complicado.
“Las sesiones” está dirigida por Ben Lewin, (un realizador
del que no sólo no he visto su –escasa- filmografía sino que ni siquiera tenía
noticia de su existencia) y se apoya sobre todo en el trabajo de un poderoso trío
de actores protagonistas (John Hawkes, Helen Hunt y William H. Macy) y en un
guión sencillo y efectivo del que sólo me sobró el último tercio debido a su intención
de desgranar en unos minutos parte de la historia auténtica de Mark O´brien, una
parte que hubiera necesitado por sí sola un filme entero y que se justifica por
el empeño de dotar de un final a una historia que no lo necesitaba.
El principal mérito de “Las sesiones” es la naturalidad con
la que se desarrolla el argumento, O´brien, un hombre que padece el doble
castigo de una parálisis casi total que sin embargo no le ha privado de sensibilidad,
(y al que interpreta John Hawkes en un trabajo que apesta a Oscar aunque espero
que tampoco se olviden de Helen Hunt) toma su decisión y la lleva acabo contando
con la compresión y la ayuda de todos los que le rodean, incluyendo el
sacerdote católico al que interpreta William H. Macy, todo ocurre de un modo
tan simple que el espectador siente una verdadera sensación de envidia ante una
sociedad que acepta unos hechos incuestionables sin mayores problemas.
La naturalidad antes mencionada se extiende también a las
escenas sexuales tanto en el lenguaje empleado como en la parte física del
asunto aunque por desgracia algunos tabúes no son tan sencillos de vencer ya
que, mientras no parece existir problemas con respecto a los desnudos integrales
femeninos, sí que parece haberlo con los masculinos (supongo que por una cuestión
de calificación de la película) con lo que el resultado deja un desagradable gusto
a sexismo de toda la vida.
2 Comments:
Forrest Gump tuvo un hijo. Y no fue el Espíritu Santo.
¿El Óscar a una interpretación de un retrasado físico o mental? No creo.
¡Ingenuo!
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