DIEZ PASOS VACILANTES EN LA ZONA CREPUSCULAR
PASO NÚMERO CUATRO.
THE MONSTER ARE DUE ON MAPLE STREET
THE MONSTER ARE DUE ON MAPLE STREET
Emitido por primera vez el 4 de marzo de 1960.
Los episodios anteriormente comentados figuran entre los más
populares de la serie pero no hay ninguna seguridad de que fueran
necesariamente incluidos en una antología que se hiciera de forma objetiva. Sin
embargo es casi imposible pensar en una lista de los mejores capítulos que no
incluyera el que se comenta hoy.
Como se ha dicho Rod Serling era un liberal (todo lo que se
podía ser en la época sin ser acusado de comunista) y un hombre en el que
predominaba un sentido moral de la vida, algo que siempre trató de reflejar en
la serie (aunque por desgracia los episodios en los que esta filosofía se
expresa de forma más explícita no se encuentran entre lo mejores), sin embargo
era también un hombre que en ocasiones dejaba traslucir un profundo pesimismo
sobre la condición humana –producto seguramente de su traumática experiencia en
primera línea durante la Segunda Guerra Mundial- y el episodio de hoy es una
buena muestra de ello.
Maple Street es un típico suburbio de clase media
trabajadora en el que un día cualquiera, y sin que haya ningún motivo lógico
para ello, la vida se detiene: se apagan
las luces, los teléfonos dejan de funcionar, es imposible arrancar ningún
vehículo, incluso las máquinas cortadoras de césped se quedan muertas. De este
modo el barrio queda aislado del mundo exterior y sus habitantes, desprovistos
de la seguridad que proporcionan los medios que hacen la vida moderna y cómoda,
se ven reducidos a un estado emocional primitivo. En un instante se dispara la
paranoia (no olvidemos que estábamos en una época muy propicia para ello) y
comienza una pesadilla de sospechas y recriminaciones sin fundamento, cualquier
actitud poco ortodoxa, que hasta ese día había sido vista como una
excentricidad inocua, se convierte en motivo de acusación, y a medida que va cayendo la noche la
paranoia se transforma en pánico y la pequeña comunidad termina por sumirse en
un pavoroso caos de violencia.
La explicación final de lo sucedido, no imprescindible pero
tampoco superflua, no desmerece el valor de esta impactante metáfora sobre
fragilidad de la condición humana siempre a un paso de caer en la barbarie en
cuanto desaparecen los elementos que le dan la falsa seguridad de la que
disfruta, un tema que Serling volvería a abordar en otros capítulos como “The
shelter” (en muchos aspectos un segmento mucho más duro que el que se describe
aquí), “People are alike all over”, o
“Elegy” y que ha sido igualmente tratado desde entonces en otras
manifestaciones artísticas (incluyendo una firmada por Stephen King que no
obstante en su, por otro lado brillante, ensayo sobre el género fantástico en
siglo XX “La danza macabra” se permitía mirar con condescendencia el trabajo de
Serling por más que él mismo fusilara alegremente este y otros argumentos de la
saga).
9 Comments:
Y con esta simpática alegoría les deseo una feliz Semana Santa, que yo personalmente pasaré encerrado en casa viendo una serie de películas de horror de los años sesenta y setena de la productora británica "Amicus" y que fueron recomendadas en una antología de la revista "Dirigido" del mes de marzo.
He intentado encontrar cinco cosas mejores que hacer que esta pero sólo se me han ocurrido dos.
comer torrijas y visitar los siete monumentos?
Este planteamiento creo que nos lo hemos hecho todos alguna vez (que levante la mano el que no!):levantarnos una mañana y que todo se estropeara, no hubiese tostadas para desayunar, ni tele, ni radio...ni COLEGIO!
Bueno sólo hay que recordar el escalofriante final del remake de "Ultimatúm a la Tierra", de hecho es lo único que habría que recordar de ese bodrio.
En el último "Paso Vacilante..." hablé de una revista inglesa donde reseñaban la serie, este capítulo es el número 2 de esa lista.
Por cierto, el día 3 empieza "El Juego", así que esta Semana Santa toca ver mucho cine.
Un saludo.
Ya te digo que un top ten que no incluya Maple no se puede tomar en serio. Ya me ha llegado el correo del concurso ¡estoy más preparado qeu Alonso"
"Ensayo sobre la ceguera" de Saramago. No es lo mismo, pero sí.
Pues yo esta Semana Santa haré exactamente lo mismo que las anteriores (según AEMET mojándonos bastante más, lo cual joderá a las procesiones y a los procesionarios, lo cual no es una mala noticia) y me apetece.
Y eso es....
Irme al secarral y volver cansado de todos los kilómetros recorridos y con el cuerpo fatal por culpa de los excesos cometidos junto a los amigos de siempre y que ya hace tiempo que no veo. Bien es cierto que cada vez nos hace falta menos para ponernos malos, pero ahí estaremos.
También leeré un poco. Pero poco. Y echaré un vistazo de reojillo a uno de los partidos del año. Nos visita el Valencia. Al final son cuatro días, pero bien aprovechados.
pasenlo bien en vacaciones amigos blogueros (y pascueros!)
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