Señor, señor, las cosas que hemos visto.
1. LOS NIÑOS Y LOS BORRACHOS
Thomas Vinterberg tiene el dudoso honor de haber producido
–y con sólo 29 años- el mejor filme de aquel movimiento conocido como “Dogma” (que
terminó por ser más valioso por el debate que trajo consigo que por sus
resultados puramente cinéfilos). Después de aquello el director danés encadenó
una serie de películas con mayor o menor fortuna (más bien menor que mayor) de
la que sólo recuerdo “Querida Wendy”,
una interesante metáfora sobre los Estados Unidos y su especial interpretación
del concepto de defensa propia que sólo vimos algunos y que nos gusto todavía a
menos.
Después de este estado de semioscuridad Vinterberg vuelve al
candelero con una cinta que tiene muchos puntos en común con su obra más alabada.
Si recordamos, “Celebración” contaba la historia de un hombre que aprovechaba
una reunión familiar para echarle en cara a su padre haber abusado de él y sus
hermanos cuando eran niños, en “La caza” se invierte el punto de vista y se
aborda la cuestión de la pederastia desde la óptica del profesor de una
guardería infantil que es acusado de abusos sexuales por parte de una alumna.
Lo primero que hay que decir es que no estamos ante un
thriller de suspense que gire en torno a la culpabilidad o inocencia de un
sospechoso, por las razones que sean el realizador danés deja esta cuestión
totalmente clara desde el inicio de la película, como si quisiera precisamente
que nadie se distrajera con esta circunstancia. Lo cierto es que a nivel
personal me parece una orientación contraproducente desde un punto de vista
estrictamente cinematográfico (el dejar a un lado la cuestión de la presunción
de culpabilidad –o inocencia- en un asunto tan proclive a la ambigüedad como
los abusos sexuales en la infancia me parece perder una baza importante para
sostener el interés del argumento) y como mínimo inquietante desde un punto de
vista moral porque pone en duda un principio casi inatacable en lo que a este
tipo de delitos se refiere.
Sin embargo al margen de esta cuestión, que por sí sola ya
daría para debatir bastante, lo más impactante de “La caza” es esa metódica
descripción de la progresiva caída en el infierno de Lucas (el profesor en
cuestión al que interpreta un Mads Mikelsen cada vez más en boga y al que
acompañan en su trabajo algunos viejos rostros conocidos de los tiempos del
“Dogma” ) que sentirá en sus propias carnes como la comunidad en la que había
vivido, y en la que se creía integrado, se vuelve en su contra con un
encarnizamiento sobrecogedor. El espectáculo de la caída en desgracia de Lucas
–una desgracia amplificada por el hecho de estar acusado de un crimen del que
es imposible defenderse- resulta verdaderamente doloroso y está muy cerca de
ese extraño sentido del drama excesivo del que hacían gala los directores del
movimiento cinematográfico antes mencionado e incluso recuerdan a las
demoledoras tragedias del igualmente excesivo R.W. Fassbinder.
La película no obstante concluye con una suerte de redención
no demasiado coherente (al menos desde el punto de vista de nuestra sociedad) o
al menos no demasiado bien explicada y contiene una coda final sobre la que
también se podría estar debatiendo largo y tendido.
En resumen quizás uno de los estrenos más interesantes en lo
que llevamos de año y desde luego es una buena noticia que Vinterberg haya
vuelto de nuevo a primera línea del cine europeo moderno (bueno ustedes ya me
entienden).
2. LA DOCTORA QUE SURGIÓ DEL FRIO.
Una nueva muestra de ese subgénero que podríamos denominar
“drama comunista” y que suele narrar,
desde un punto de vista más social y humano que político, algún episodio
ambientado en un país de la Europa del Este antes de la caída del telón de
acero.
En el caso de “Bárbara” se cuenta la historia de una doctora
degradada a un puesto en un hospital de provincias debido a algún oscuro
episodio político del pasado. La recién llegada se muestra reticente a
establecer lazos de amistad o simple camaradería con sus nuevos compañeros de
trabajo aunque su reserva tendrá un motivo, al margen de la atávica frialdad
alemana, que el argumento desarrollará más tarde.
Precisamente uno de
los méritos de la película es lograr sobreponerse a la sequedad del carácter de
sus protagonistas y al sombrío ambiente en el que se desarrolla la acción y
ofrecer una historia donde los sentimientos se transmiten en puros actos de
sacrificio y amor (por la profesión médica y por la humanidad) más que en
palabras y gestos fútiles. Aunque desde luego lo más interesante de “Bárbara”
reside precisamente en la descripción de la vida cotidiana en una región
olvidada de la RDA, una descripción que no carga las tintas en los aspectos más
llamativos de dicha cotidianeidad sino que la revela a partir de innumerables
pequeños detalles que conforman una visión perturbadora de un régimen burocratizado
y paranoico en el que la represión resulta poco visible (aunque de forma muy
contundente por más que la encarnación de dicha represión sufra más adelante
una transformación peculiar) pero siempre manifiesta.
7 Comments:
Mi comentario contiene SPOILERS, lo digo porque de entre tus lectores,el que no haya visto Celebración, si algún día lo hace, te va a agradecer eternamente que le hayas jodido la peli :)
Sobre La caza:
A mí si me resulta interesante que deje clara la inocencia del protagonista desde el principio. Así, el espectador es partícipe, como el personaje, de la impotencia de su defensa.
Tampoco me agrada ese final, por más que haya pasado un año, regresar y estar con todos como tan amiguitos... me chirría. Si fuera más realista, ese hombre tendría que haberse mudado de pueblo, no volvería a mantener relación con ninguno de quienes participaron de su juicio moral y estos mismos, continuarían con la duda... aunque el disparo final, tan acertado, te devuleve a la realidad de un golpe (o disparo)
Lo mejor sin duda, el momento de la confesión de la niña a la directora del centro. Sublime.
Lo comenté con una amiga, la situación, por distinta que, evidentemente es, me recuerda a Compliance, me refiero a los papeles tanto de la directora de la guardería en este film, como aquella encargada en aquel restaurante de comida rápida que retrata Compliance. Vale que una está basada en hechos reales, pero la otra bien podría ser también un caso real. Ahí si entras a cuestionarte como espectador/persona, que harías en su piel... Sería más cómodo y fácil empatizar con "los verdugos" de Lucas si la peli dejase entrever dudas sobre la inocencia de este, pero al no ser así, no podemos optar por otra cosa que dejarnos caer la máscara y mostrar nuestra vergüenza (en la mayoría está, creo, que los prejuicios aflorarían por encima de tratar de ser justos)
Que grande la sentencia que da por hecho que creemos que los niños nunca mienten. A veces, simplemente no dicen la verdad. Que también puede parecer que significa lo mismo, pero no es así. Aunque, los hay que, también mienten.
Sobre Bárbara:
Ya te comenté en fb. Un film bien construido, pero que pasa a mi recuerdo sin pena ni gloria. Olvidable, pero no necesariamente por ello malo.
Me gusta su estética.
Oh me encanta que menciones "Compliance", una película que comentamos hace unos meses (http://sisterboydrama.blogspot.com.es/search?q=cOMPLIANCE) una película que pasó totalmente desaparecibida y que a mí me resultó extraordinariamente interesante.
Me gustaría, si se me permite, hacer un pequeño "Off-topic", es que he visto este fin de semana pasado dos películas de la "Amicus" ("Asylum"y "Torture Garden")que conocí por el especial que le dedicaste en Semana Santa.
La verdad es que son películas muy entretenidas, (sobre todo "Asylum") a pesar de la irregularidad de las historias, me encanta Peter Cushing e incluso la estética hortera de algunos capítulos (creo que decías "ambiente lujurioso sixties a lo James Bond)". A ver si puedo conseguir más que me he quedado con ganas.
Un saludo.
Asylum está considerada la mejor así que quizás no debiste empezar tan arriba ;). Pero de todos modos ya te digo que cualquiera de las siete películas de episodios comentada tiene su intringullis, que lo pases bien.
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La caza me gustó mucho. El volver al mismo tema después de tantos años pero cambiando el punto de vista me parece muy interesante.
Opino como 3´14 en cuanto a la incuestionable inocencia de Lucas; creo que de esta forma es como Vinterberg logra extraer del espectador sentimientos muy intensos que te hacen entrar en la película de forma profunda. Rabia, impotencia, tristeza... todo ello una y otra vez, también al final cuando se comprueba la hipocresía de esa sociedad (que erróneamente presuponmos e educada, culta y ausente de fallos)y, por supuesto, que el estallido de Lucas ha sido algo puntual y que ha vuelto por sus fueros a ser esa persona que comulga con ruedas de molino. Pero la caza nunca termina, ésa es la triste realidad para aquéllos que son falsamente acusados de un crimen tan horrendo.
Planteamiento muy interesante para una película que llega.
Abrazos.
Bolboreta que bueno leerte por aquí :-*
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