Saturday, August 04, 2007

Deceso de una mañana de verano



Cuando a principios de semana murió Ingmar Bergman naturalmente me sentí en la obligación de hacer alguna referencia en mi blog aunque también me sentí en la obligación de no decir demasiado sobre el tema. Bergman es un asunto serio y aunque fuera capaz de expresar por escrito los sentimientos que me causaron películas como “El séptimo sello” “Persona” “La hora del lobo” “Gritos y susurros” y “Secretos de un matrimonio” posiblemente palabras siempre resultaría demasiado torpes para servir de homenaje al maestro y podrían ser sustituidas perfectamente por unos minutos de alguna de sus películas (cosa que fue exactamente lo que hice).

A los pocos días murió también Michelangelo Antonioni y eso ya es otra cosa. No voy a ser yo el que inicie ninguna de esas inservibles discusiones cinéfilas sobre si tal director es mejor o ha sido más influyente que tal otro. Aquí sólo valen los gustos personales y para mi el italiano está bastante lejos del sueco en lo que se refiere a la experiencia que supone ver sus películas. Pero no se puede negar que Antonioni fue uno de los grandes y concretamente en los años sesenta era una figura gigantesca y un punto de referencia de la cinefilia mundial (¡joder! ¡si hasta le nombraban en una película de Berlanga!). De manera que seria injusto no escribir algo sobre él y bueno como he dicho antes con Michelino sí que me atrevo. Será un homenaje cortito en el espacio y también en el tiempo ya que mañana tengo pensado ver “Planet Terror” y habrá que decir algo de ella.

La primera vez que oí hablar de Antonioni fue en el programa de Carlos Pumares “Polvo de estrellas”. Eran los años ochenta y para entonces el fantasma cinéfilo que recorrió el mundo en los años sesenta y setenta hacia tiempo que se había esfumado. Antonioni había perdido su prestigio y se había convertido en el paradigma (antes de que Tarkovski empezará a ser algo más conocido) del cine intelectual y aburrido. En este ejercicio de iconoclastia participaba Pumares con devoción afirmando incluso que Monica Vitti, la musa y amante del cineasta, no empezó a parecerle guapa hasta que rompió con su mentor.

Mi primer encuentro con Antonioni no fue demasiado espectacular. También por aquellos años había un programa en televisión española llamada “La clave” presentado por José Luís Balbín y que consistía en un debate sobre un tema en concreto precedido por alguna película (curiosamente seleccionada por el antedicho Carlos Pumares) alusiva a dicho tema. No puedo imaginar a que tema podría servir de introducción “Blow Up” pero fue en el marco de “La clave” donde la vi por primera vez. Sinceramente no le presté demasiada atención y en lo único que me fijé fue en la conocida escena en la que David Hemmings entra en un club nocturno y se encuentra a los Yardbirs tocando ante un público impasible. Así que mi primera reacción se limitó a un “¡guau! Pero si ese tío es Jimmy Page”.



Algunos años más tarde ya me encontraba convertido en un cinéfilo. Y ser un cinéfilo es entrar en un estado superior al de simple espectador que ve películas por diversión. Ser cinéfilo significa tener verdadero interés en el arte del cine y eso a su vez comporta la obligación de ver algunas películas que han sido imprescindibles en la historia del séptimo arte por muy matrucos que sean. Así que un día grabé “El eclipse” en Canal Plus y me dispuse a verla……y no lo conseguí. Que una película tan prestigiosa me resulta mala o sea incapaz de verla es algo que me fastidia enormemente. Y no es que no tenga paciencia, todo lo contrario, he aguantado sin pestañear algunos de los mayores aburrimientos de la historia del celuloide sin pestañear pero con esta película fue imposible, lo intenté tres veces y dudo mucho que en ninguna de ella llegara al primer cuarto de hora. Mis recuerdos de “El eclipse” se reducen a largas escenas en la que Monica Vitti y el bueno de Paco Rabal se miran sin decir “estas bocas son nuestras”.




Aun así no me resigno a la derrota y sé que algún día conseguiré ver “El eclipse” aunque tendrá que ser en una sala de cine donde sea imposible apretar el botón de stop y donde mi buena educación me impida levantarme y marcharme a “El imperial” (el bar situado al lado de la filmoteca de Santa Cruz de Tenerife) a comerme una arepa. Eso fue por cierto lo que me sucedió con “Gertrud” de Carl Theodore Dreyer una película que traté de ver muchas veces en video con el resultado de que me sentía incapaz de mantener los ojos puestos en la pantalla. Hasta que no me encerré en una sala de cine no pude con ella.

Como despedida de “El eclipse” decir que cuanto menos mi experiencia no ha sido exclusiva. Precisamente con motivo de los comentarios que he leído a raíz de la muerte del director italiano otros camaradas cinéfilos han confesado no haber podido traspasar la barrera de los quince minutos. Y bueno, mal de muchos consuelo de Sisterboy.

Mi siguiente experiencia con Antonioni fue una nueva visión más atenta y consciente de Blow Up también en Canal Satélite. Para entonces ya sabía algunas cosas más sobre ella como por ejemplo que estaba basada libremente en un cuento de Julio Cortazar (tan libremente que por lo menos en lo que a mí respecta sólo se parecen en que ambas obras fueron alumbradas en el siglo veinte). Esta nueva visión no me aclaró demasiado las cosas pero de todos modos disfruté bastante la película, en especial por el estimulante ambiente del “swinging London” y por la no menos estimulante presencia de algunas musas de los sesenta como Vanessa Redgrave, Jane Birkin o la encantadora Sarah Miles. De hecho “Blow Up” se convirtió en la inauguradora de un subgénero particular denominado “no entiendo ni papa pero me gusta”.





Bastantes años más tarde en la filmoteca local (esa que mencionaba antes, la que está a lado de “El Imperial”) pasaron un ciclo del director. El ciclo por desgracia no incluía “El eclipse” con lo que perdí la oportunidad de “obligarme” a verla pero en cambio sí que pusieron alguna muestra de la, por lo visto, no demasiado interesante filmografía del italiano que precedió al estallido “La aventura”. La película en cuestión fue “La dama sin camelias” de 1953 que confirmando lo dicho anteriormente resultó ser un pasable melodrama que sólo merece ser recordado por la presencia de una Lucia Bosé de 23 años.



En el mismo ciclo se programó “La noche” que sí está considerada una de sus grandes películas algo con lo que por una vez estuve plenamente de acuerdo después de ver este viaje al fin de “la notte” de la pareja formada por Marcelo Mastroianni y Jeanne Moreau que tras asistir a la agonía de un amigo común se encuentran a si mismos (sin que lo que encuentren les guste demasiado) a lo largo de una frívola velada en casa de un millonario que termina con una hermosa escena al filo del amanecer.



A continuación vino “El desierto rojo” primer experimento de Antonioni con el color y un nuevo revés en mi opinión sobre el cineasta. De los inacabables 120 minutos de la cinta sólo salvaría unos diez que se corresponden con una sugerente escena en el interior de una cabaña portuaria y con un pequeño impasse en forma de bello cuento oriental que por fortuna no tiene nada que ver con el tono del resto de la película que podría resumirse en “Monica Vitti una vez más sufriendo horriblemente sin que se sepa muy bien por qué”



El ciclo concluyó una vez más con “Blow Up” que por fin comenzó a cobrar sentido para mí (o por lo menos me he hecho la ilusión de que así ha sido). Quiero decir que tras tres visionados en el lapso de veinte años he terminado de comprender que en el fondo la explicación de todo se resume en el prólogo y el epílogo de la historia, esto es, todo lo que tiene que ver con esos odiosos mimos.

El siguiente episodio de la historia tuvo lugar hace un año y medio cuando comencé a disfrutar de las delicias del ADSL y decidí aprovechar la ocasión para completar algunos inexcusables huecos que había en mi formación cinéfila. Y entre ellos se encontraba “La aventura”.

He hablado de esta película anteriormente describiéndola como un estallido y por lo visto eso fue exactamente lo que ocurrió en 1960 el año de su estreno y un período muy convulsa en la historia del cine (en aquella época el mundo estaba en la cresta de la nueva ola francesa y muchos otros maestros estaban presentando sus mejores armas). El pase en el festival de Cannes concluyó con un concierto de silbidos y abucheos por parte de un público desconcertado ante el, para aquel entonces, inconcebible giro argumental de la película (un giro que por cierto la hermana con otra película fundamental estrenada ese año: “Psicosis”). No obstante “La aventura” fue inmediatamente reivindicada de tal manera que dos años más tarde un grupo de críticos la votaron como la segunda mejor película de todos los tiempos. Un galardón sin duda demasiado exagerado aunque no se puede negar que esta obra ha sido un influencia decisiva en la historia de la narrativa cinematográfica.

Mis sentimientos sobre “La aventura” están divididos. La primera mitad de la película (para los que ya la han visto digamos que esta primera mitad abarca hasta que ocurre “lo que ocurre”) es sin duda una experiencia increíble que nadie debería perderse. No obstante durante el resto del metraje decae tanto el interés que sinceramente a duras penas recuerdo lo que pasa.



Para terminar la historia mi última experiencia antonioniana tuvo lugar creo que el año pasado. Fue también la despedida del cine del nonagenario director. Se trataba de la película colectiva “Eros” compuesta por tres historias dirigidas respectivamente por Antonioni, Wong Kar Wai (que firmaba un corto tan bello como poco memorable) y Steven Soderbergh (que firmaba una gilipollez insufrible). El segmento de Antonioni llevaba el título “The dangerous thread of things” y era una historia que sorprendía por una visión del sexo un tanto camioneril. Aun así resultaba bastante más estimable que las otras dos historias.

Y bueno de momento eso es todo lo que tengo que decir de M.A. Supongo que algún día ajustaré cuentas con la condenada “El eclipse” y supongo también que algún día veré “Zabriskie Point” un gran fracaso de crítica y público que puso fin a la hasta entonces meteórica carrera del director. Entonces podré cerrar para siempre el expediente Antonioni.

Labels:

18 Comments:

Anonymous Anonymous said...

En mi caso, mi afición a Antonioni se limita a "Blow up". La ví de pequeño, en aquellos tiempos en que ponían buen cine en la tele. Años después la compré en VHS y luego en DVD. Ahora tengo su poster en mi salón; se veía en aquella foto que puse de P.H. en mi casa.

Ni "Eros", ni "Más allá de las nubes" me impactaron demasiado. De "El eclipse" aguanté 20 minutos y "El desierto rojo" tampoco la acabé.

Tengo que ver algún día "Zabriskie point" que tiene un aire a modernez sesentera revolucionaria que me atrae, por no mencionar su música y su escena de polvo colectivo en el desierto.
Y a ver si le doy otra oportunidad a "El eclipse", aunque solo sea por Alain Delon, aunque francamente, donde se ponga Rose McGowan con una metralleta por pierna haciendo alarde de sus talentos inútiles y Bruce Willis dándole matarile a Bin Laden, que se quiten Monica Vitti y sus problemas de incomunicación conyugal.

7:12 AM  
Blogger SisterBoy said...

Hazme caso y echale un vistazo a "La aventura" y "La noche".

De Robert Rodriguez hablaremos mañana o pasado

7:31 AM  
Blogger 3'14 said...

Puff... De antonioni sólo conocía el nombre, no he visto ninguna de sus películas. Así que siguiendo tu consejo, voy a encargar "la aventura" y "la noche".

"Planet terror" no es que me apetezca mucho verla. Tampoco he visto todavía la última de Tarantino. (¿Porqué asosico a Tarantino siempre wque leo o oigo algo sobre Robert Rodríguez?) Tiempo atrás esperaba sus estrenos para acudir a la gran pantalla. En esta ocasión no ha despertado mi interés, pero aún así la veré, eso sí, desde casa.
La que sí fui a ver al cine es, como no, ya sabes, verano, tiempo de sobras y niño en casa, "Ratatouille", la cual esperábamos ver desde hace cosa de un año y no ha defraudado mis expectativas, aunque no haya sido de total agrado para 3'15, pero por lo menos aguantó hasta el final con los ojos pegados a la pantalla, no así como otros niños que preguntaban constantemente a sus padres sise acababa ya la peli. Y es que creo que, muchos padres, tal vez devería incluirme, tenemos la mala costumbre de creer que cualquier producción de Pixar siendo de animación es por defecto ya destinada al público infantil.

ey! coincidimos visitándonos a la vez en nuestras respectivas "casas" :)) Coge lo que te plazca de la nevera.

11:02 AM  
Blogger 3'14 said...

asosico=asocio Esta dislexia mía me va a matar. ¿Se nota que he vuelto al turno de noche?

11:02 AM  
Blogger 3'14 said...

Dios!!! ¿Debería borrar el comentario primero y volver a editarlo????

leo u oigo

deBería

11:05 AM  
Blogger SisterBoy said...

Yo lo dejaría así :)

De acuerdo en lo de la identificación dibujos animados=niños o si no que se lo pregunten a los millones de traumatizados por la visión infantil de "FAntasia"

11:36 AM  
Blogger 3'14 said...

uhm... pero siempre hay excepciones, a 3'15 le encanta "Fantasía", sobretodo la mítica escena de las escobas mágicas.

Y es que para rarezas las de mi hijo, le puse un par de cortos de animación de Jan Svankmajer y todavía me pide de vez en cuando que se los vuelva a poner.

12:02 PM  
Blogger SisterBoy said...

Es cierto, los niños son muy raros para esas cosas. Yo me pasé años aterrorizado por una de las peliculas de la serie de "Herbie un volante loco" en la que salia un Herbie malo que tenia dientes de sierra en el capó de su volkswagen.

Muy bueno el Svankmajer ese, me quedo con el nombre. En mi cuenta de youtube hay un par de cortos muy weirdos de Robert Morgan, echales un ojo

http://youtube.com/profile?user=SisterBoy

12:34 PM  
Blogger Zar Polosco said...

A mi me marcó en mi infancia Milady, de los Tres Mosqueteros.

Dado mi gran conocimiento sobre la figura de Antonioni (que no supongo relacionado con aquel Antognioni que junto a Rossi, Zoff, Conti, Graziani, Altobelli y Tardelli ganó algo por España) diré que yo también me hubiese fijado en Jimmy Page.

Por cierto, ¿en qué cuento de Cortázar está basado Blow-up?

10:48 PM  
Anonymous Anonymous said...

Zar, creo que era en "Las babas del diablo", aunque cualquier parecido entre el relato y la película es pura coincidencia.

También ví ayer "Ratatouille" y me gustó muchísimo. No me gustaba tanto una peli de animación desde "Evasión en la granja" como poco.

Por cierto, Sisterboy, se me olvidó felicitarte ayer por el inspiradísimo título del post. Nunca comprendí por qué titularon así "Blow up" en España.

5:28 AM  
Blogger SisterBoy said...

Bueno ¿que esperabas del pais de "Canción triste de Hill Street"

9:13 AM  
Blogger Zar Polosco said...

Alguna vez acertaron, aunque pocas veces. "Qué noche la de aquel día" suena mejor que "A hard day`s night".

Furillo. Ay, Furillo.

12:01 AM  
Blogger Mer said...

También vi Blow up de pequeña, y me quedé prendada. Toda la parte de ampliación de imágenes me pareció una maravilla. Y es uno de los posters más bonitos de la historia del cine.

Más allá de las nubes me encantó en su momento, pero era una época de mi vida en que estaba abierta a todo. Le tengo un poco de miedo ahora.

Y ratatouille es una obra maestra.

2:05 AM  
Blogger candyagustin said...

A mi me encanta Antonioni y a Bergman no lo conozco tanto. Creo que son incomparables!
Me gusta de Antonioni su espiritu moderno. Los personajes de sus pelis estan solos y se mueven en el vacio. En sus pelis la vida es rara, a veces bella y sobre todo no tiene sentido...

3:09 AM  
Blogger SisterBoy said...

candyagustin bienvenido@ al blog ya que no recuerdo haberte visto antes

8:08 AM  
Blogger 3'14 said...

Hoy por fin he podido ver el corto en dos partes de Robert Morgan. Uff... Brutal! Un poco desagradable el aspecto de ellos, algo así como unos parientes cercanos de Freddie Krugger, pero la animación es genial y la historia tremenda. Seguiré indagando para ver más trabajos de Morgan, gracias por el descubrimiento, por cierto, entre tus videos he visto que tienes la escena de gotas de agua sobre piedras calientes que más me sorprendió y por la que creo que salvo la peli de la quema. Podríamos hablar sobre ella porque de l sensación que me produjo no se si me gusta o la detesto... vamos, siempre digo que si una peli no te deja indiferente es que buena es, al menos algo tiene... siempre desde mi punto de vista, totalmente subjetivo. Algo así me pasa con Lost in traslation entre otras... Voy a leer tu último post.

2:20 PM  
Blogger SisterBoy said...

A mi "Gotas" me gustó mucho. Está basado en una obra de teatro que Fassbiender escribió con sólo 17 años cosa que se nota, el argumento es muy desequilibrado. Pero de todos modos le tengo simpatía :)

2:48 PM  
Blogger lopezsanchez said...

Estupendo repaso a Antonioni. Tengo a este cineasta en el debe, precisamente porque muchos conocidos han destacado lo aburridísimas que les resultan la mayor parte de sus películas. Eso sí, estoy agenciándome Blow up y La aventura para subsanar el déficit. Que no se diga que no sigo las sugerencias que se me hacen.

Hablando de traducciones de títulos, "Centauros del desierto" me parece un bellísimo hallazgo.

En cuanto a Ratatouille es, simplemente, maravillosa. Es tan bello el diseño de los personajes, tan bueno el guión... Ays, quiero que estrenen otra de Pixar ya.

3:16 AM  

Post a Comment

<< Home