Thursday, October 04, 2012

Esta semana he visto




Admitiendo de entrada la indiscutible importancia e influencia que la obra de John Cassavetes ha tenido en el devenir del cine moderno, hay que admitir también que la contemplación de dicha obra no resulta un ejercicio demasiado placentero (excepción hecha de “Gloria” y sobre todo de “Husbands” que me parece su obra maestra).

“Faces” en concreto es la historia de un matrimonio de mediana edad en plena crisis que decide buscar consuelo a su alineación en un doble adulterio. La cuestión es que este argumento se desarrolla a través de largas escenas en las que los protagonistas actúan bajo alguna especie de locura colectiva que les hace comportarse de un modo histérico y desequilibrado, tanto que si alguna intención de radiografía social tenía el filme (la descomposición de un matrimonio, los débiles cimientos sobre los que se asienta la clase media, la confusión de la sociedad dominante ante el cambio cultural que en 1968 estaba en su apogeo y bla bla bla) queda sin duda amortiguada por el espectáculo de unos actores que parecen haber sido estimulados con LSD antes de empezar a rodar.

En definitiva un filme de esos que hay que ver con la armadura de cinéfilo puesta, una sensación que cada vez encuentro más desagradable aunque la película en sí no me ha desagradado en absoluto.    






Antes de ver “The deep blue sea” ya tenía “Distant voices” en la cartera pero qué duda cabe de que la agradable (es un decir) experiencia de la primera me llevó a interesarme por la segunda.

Una de esas películas de las que hay poco que hablar y sí mucho que ver y sobre todo escuchar. Pero por decir algo me ha resultado una experiencia similar a la de “This happy breed” (“La vida manda”) pero con canciones. También me ha recordado a “La familia” de Ettore Scola e incluso un poco a “El árbol de la vida”, cuatro películas que tienen en común el empeño por capturar un momento no sólo de la vida de sus protagonistas sino incluso la de un país entero, empeño que sólo algunos cineastas tienen el don de materializar.      





Una producción hispano-colombiana con una propuesta argumental que trailers y sinopsis periodísticas se encargaron de estropear de una manera incomprensible.

La película adolece de ciertos deméritos habituales como un guión con demasiados parches y atajos vergonzantes y unas interpretaciones defectuosas que por desgracia afectan más a la parte española que a la colombiana (en concreto Quim Gutiérrez está pésimo, se supone que es un director de orquesta y tiene un aspecto que sólo le autorizaría a dirigir la Charanga del Tío Honorio). Pero sobre todo carece de unas intenciones claras dedicándose a  oscilar entre el drama romántico y la simple historia de horror aunque hay que decir que resulta más estimable en la segunda faceta que en la primera.

En fin si consiguen verla sin saber absolutamente nada de ella puede que pasen un buen rato aunque sinceramente lo que se cuenta hubiera tenido mejor cabida en un capítulo de una hora de alguna serie al estilo de “Alfred Hitchcock presenta”.

5 Comments:

Blogger El Impenitente said...

El día Luis Cobos salió por la tele moviendo el pelito y dirigiendo una orquesta, Von Karajan fichó por la Charanga del Tío Honorio.

2:18 AM  
Blogger SisterBoy said...

Tienes razón, después de Luis chax chax Cobos ya cualquier cosa es posible

2:19 AM  
Blogger 3'14 said...

¿Cómo no incluyes entre las grandes de Cassavetes Una mujer bajo la influencia?

Yo esque vi primero Voces distantes y luego Deep Blue Sea, y entonces me "decepcioné" un poco.

Hace tiempo leí sobre La cara oculta y me pareció un argumento interesante. A ver si la consigo y le doy su oportunidad correspondiente. (habituada a ir directamente a una única web a comprar me olvido que hay también cine en castellano, jeje... ¡Ayyy mama! y que haré yo si algún día me la cierran...)

5:22 AM  
Blogger SisterBoy said...

"Una mujer bajo la influencia" es una de esa películas que incluyo en la categoría de obra admirable pero no demasiado placentera.

Con "La cara oculta" espero que pases un buen rato ¿qué más se puede pedir?

6:10 AM  
Blogger Adso said...

Un día deberías diferenciar entre buen cine/cine placentero. Creo que hay varias obras maestras que son bastante incómodas o como mínimo necesitan de un estado de ánimo adecuado para verlas. Placentero o no, lo decide el espectador. También hay cine, supuestamente de entretenimiento ligero, que de lo malo que es no resulta placentero en absoluto.

2:36 PM  

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