DIEZ PASOS VACILANTES EN LA ZONA CREPUSCULAR: QUINTO PASO.
NICK OF TIME
Emitido por primera vez el 18 de
noviembre de 160 ya dentro de la segunda temporada de la serie, este
episodio tiene un valor singular al
presentar una especialidad única: en los 156 capítulos de “The Twilight Zone”
existe una amplia variedad temática y de estilo pero al mismo tiempo poseen
también una característica común: en todos ellos ocurre “algo” fuera de lo
normal, un acontecimiento insólito que transforma la vida de los protagonistas
del episodio en cuestión, introduciendo en ellas un elemento inexplicable desde
el punto de vista de la razón lógica. “Nick of time” es la excepción porque en
esta pequeña historia no se puede decir que ocurra nada extraordinario.
Una pareja de recién casados, Don
y Pat Carter (él está interpretado por un William Shatner asquerosamente
joven), tienen que hacer una parada forzosa en un pequeño pueblo de Ohio debido
a una avería en su coche. Para matar el tiempo los novios entran en una
cafetería en la que hay un dispensador de servilletas que sirve al mismo tiempo
de ingenuo entretenimiento consistente en introducir monedas en él y recibir
una serie de predicciones sobre el futuro.
Las respuestas emitidas por el
servilletero son deliberadamente ambiguas, del estilo “Pronto lo averiguaras”,
“Eso está por ver”, “¿Tú que crees?”, en realidad no está respondiendo
nada a las preguntas concretas que le
hace Don (“¿Conseguiré ese trabajo?” “¿Cuánto tiempo estaremos aquí?”), es la
propia mente del hombre la que les otorga un significado predictivo tomando por
aciertos lo que no son más que vaguedades.
Poco a poco Don comienza a obsesionarse con haber hallado una autentica
máquina de la verdad mientras su pareja intenta, de forma cada vez más desesperada,
convencerle de su error. Se produce así un enfrentamiento de curiosos tintes
filosóficos entre la mente racional y practica de la mujer y la supersticiosa y
sugestionable del hombre así como una reflexión (siempre dentro de las
limitaciones de tiempo y de la vocación de espectáculo para público mayoritario
de la serie) sobre cómo cualquier incidente por vulgar que sea es susceptible
de ser transformado en una cuestión trascendental por la simple mecánica del
autoconvencimiento, una reflexión no únicamente dirigida a la superstición más vulgar
sino incluso extensible al mundo de la religión, aunque esto es desde luego un
análisis hecho desde un punto de vista
totalmente contemporánea e impensable en el mundo de la ficción
televisiva de los años cincuenta.
En esta ocasión la historia surge
de la pluma de Richard Matheson, reputado guionista y uno de los grandes
renovadores de la novela fantástica del siglo XX, una nota de calidad añadida
para un capítulo que sin duda decepcionaría a niños y adolescentes de la época
en busca de historias de monstruos y marcianos pero que ha quedado para la
historia de la serie como uno de sus episodios más sugerentes.
8 Comments:
No sé si estaría en mi “top ten” pero es de los mejores sin duda. Además no ha pedido vigencia cuando se siguen publicando horóscopos y la gente sigue llamando a videntes con “gafas radiónicas de videncia extrema”.
Yo llevo la serie un poco parada porque no encuentro subtítulos sincronizados, ni en inglés ni en español, con la versión que tengo. Me he descargado un programa para sincronizar a ver si me pongo y le echo un vistazo porque tengo ganas de acabarla.
Un saludo desde la Zona Crepuscular.
¿Qué si no ha perdido vigencia? Yo creo que este episodio fue creado para la época en la que estamos viviendo!
Yo todos los subtítulos los encontré aquí
http://www.subdivx.com/index.php?accion=5&buscar=twilight+zone&masdesc=&idusuario=&nick=&oxfecha=&oxcd=&oxdown=&pg=25
A ver si te funciona ¡un saludo!
Si, bueno pero ¿habría ganado España el Mundial si el pulpo Paul se hubiese ido a la pecera holandesa?
Racionalidad y pragmatismo, sí, pero...
El azar sólo es valido cuando no crees en él, lo mismo que los fantasmas, los OVNIS y el Bigfoot.
me recuerda a la máquina Zoltar de la película BIG, que salia Tom Hanks, te acuerdas?
¡Cómo olvidarla! Y sí, parece una máquina de Zoltar portátil.
Y precisamente Richard Matheson murió ayer, qué cosas (aunque mi reacción fue la misma que con Ray Bradbury, asombrarme de que siguiese vivo).
Ahorita mismo estoy elaborando el panegírico por que se lo merece el barbón.
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