Monday, March 31, 2014

¿COMO PIENSAS QUE PUEDES APROVECHAR AL MÁXIMO MI HISTORIA? ¿CREYÉNDOLA O NO CREYÉNDOLA?









Generalmente me entero de que Lars Von Trier ha dirigido una trilogía a toro pasado, la primera de ellas estaría formada por “El elemento del crimen”, “Epidemic” y “Europa”, de este primer trío tan solo he visto la primera y la última aunque sinceramente no entiendo que relación puede haber entre ellas.







La segunda es la más conocida como “trilogía corazón de oro” (aunque yo la rebauticé como “trilogía cabeza de chorlito” y es que personalmente las considero como el momento más bajo de la carrera del cineasta danés) y estaba compuesta por “Los idiotas”, “Rompiendo las olas” y “Bailar en la oscuridad”.





Luego vino la inconclusa trilogía compuesta en sus dos primeros elementos por “Dogville” y “Manderlay” que al menos tenían en común un mismo personaje protagonista. Ahora parece ser que acabamos de asistir al final de una cuarta trilogía que concluye con la película que nos ocupa que junto con “Anticristo” y “Melancolía” conformaría la denominada “trilogía de la Depresión” aunque opino que no es este elemento precisamente el que unifica formalmente los tres filmes pero luego hablaremos de eso (más bien creo que mejor no hablemos de eso).

“Nymphomaniac” tenía por lo visto una duración original de cinco horas (que dicen que estará disponible algún día) que se ha visto reducida (o censurada según otras fuentes) para dejarla en cuatro y presentada luego en dos películas separadas por motivos de funcionalidad, por lo tanto tendríamos que hablar no de dos películas sino de una sola dividida en dos por motivos extra cinematográficos aunque lo cierto es que yo al final he percibido otra cosa.





Tras una sugerente introducción asistimos al primer encuentro de los principales protagonistas de esta historia, por un lado Seligman (Stellan Skarsgard), un misántropo de edad madura y por el otro Joe (Charlotte Gainsbourg la musa que más tiempo le ha durado a Von Trier aunque tengo entendido que hasta aquí ha llegado) una mujer a la que Seligman ha encontrado inconsciente en medio de la calle. El hombre acoge a la desconocida en su casa e inmediatamente comienza entre ellos una vibrante conversación que hace que el filme adopte una estructura de cuento oral semejante a la –también- “trilogía de la vida” de Passolini, un cineasta con el que “Nymphomaniac” tiene mucho más en común que con los también homenajeados (aunque sólo sea musicalmente) Kubrick y Tarkovski.


La conversación en cuestión gira en torno a la biografía sexual de Joe (caracterizada por una precoz y desenfrenada promiscuidad) desde su infancia hasta el presente, pero no estamos ante el habitual recurso del monólogo dirigido a un escuchante silencioso -que funciona como representación del espectador-, por el contrario Seligman interrumpe, acota y disquisiciona continuamente los recuerdos de Joe contraponiendo el duro y descarnado realismo de las experiencias de la mujer con sus vastos conocimientos teóricos adquiridos exclusivamente a través de la lectura, lo que convierte el diálogo en una curiosa variante del clásico enfrentamiento filosófico entre lo apolíneo y lo dionisiaco.  





La acción avanza así en una constante definición de ambos caracteres a través del mencionado diálogo aunque en sí las imágenes describen en exclusiva las diferentes etapas de la existencia de Joe, lanzando diversos apuntes (que nunca terminan de ser conclusivos) que podrían explicar la ninfomanía de la mujer como son la relación con sus progenitores (adoración por el padre y desprecio por la madre en un freudianismo tan elemental que hasta yo puedo captarlo) o su sórdida y decepcionante iniciación al sexo con el personaje denominado Jerome que sin embargo se convertirá a la postre en el único hombre por el que llega a sentir algo parecido al amor, un personaje  al que por cierto interpreta Shia Labeouf, un dato que personalmente desconocía y que tuve que verificar en la imdb para poder creerlo.






Pero de todos modos el valor de “Nymphomaniac” reside sobre todo en la puesta en imágenes de las diversas etapas de la biografía de la protagonista, unas imágenes en las que Trier pone en juego sus indudables habilidades cinematográficas desgranando la historia en una serie de capítulos que oscilan entre el lirismo, la lascivia más lúdica y casi propia de una película porno de los setenta, lo trágico y lo grotesco, todo esto hasta llegar a un primer punto culminante que lo cierto es que desmiente la impresión original de encontrarnos ante una división meramente artificial de las dos películas.





Amen de quedar dividida por ese momento ya mencionado la trama varía también en función de la sustitución de la actriz que interpreta a Joe de joven (Stacy Martin) por la ya mencionada Charlotte Gainsbourg, a partir de ahí lo cierto es que el filme decae al volverse su argumento mucho más convencional en su puesta en imágenes y paradójicamente más extravagante en su contenido aunque no por ello deja de tener momentos extraordinarios como todo el que rodea al capítulo denominado “The Eastern & Western Church (The Silent Duck)” aunque repito que lo que predomina es un deficiente desarrollo argumental (mezclados con algunos insólitos ejercicios de auto exculpación por el escándalo de la presentación en Cannes de “Melancolía”) que quizás estén causados por esa hora recortada o censurada que se nos ha hurtado y que esperamos recuperar algún día y que no obstante desemboca en un asombroso final en el que a través del personaje del demiurgo Seligman se revela lo que podría ser el verdadero sentido de todo lo visto anteriormente y que sí conectaría esta película con otras de la obra precedente de Trier (especialmente “Anticristo” y “Dogville") al tiempo que se produce una emocionante comunión que une a dos personas tan aparentemente distintas. Pero con Trier nunca hay que irse antes de que salgan los títulos de crédito y el maquiavélico danés nos regala un epílogo tan sobrecogedor y desesperanzado como el “Los Idiotas”.





Al igual que todos los estrenos de Lars Von Trier este no ha estado exento de polémicas (aunque no tan aparatosas como las de hace algunos años lo cual no sé si es bueno o malo) y también de encendidos debates entre sus aficionados y detractores, yo no soy ni una cosa ni la otra a priori, algunas películas suyas me parecen obras maestras modernas y otras estupideces autocomplacientes, pero está claro que estamos ante uno de los escasos cineastas modernos cuyas películas significan un verdadero estímulo artístico e intelectual que nadie debería perderse.

      

             



13 Comments:

Blogger 3'14 said...

pues la trilogía cabeza de chorlito a mí me gusta particularmente...

Y es que no se qué más comentar... Me da la sensación de que, por lo que cuentas, hasta la primera parte te resulta mucho más interesante que la segunda... ¿Me equivoco?

Lo bueno que tiene Trier es que no deja indiferente al espectador. Quizás no sea una buena manera de sentarme a ver sus pelis, pero es tan válida como otra cualquiera, y es que me desprendo del personaje como director, de sus polémicas, las creadas por él y en las que se ve envuelto por capricho de otros... No se si hago bien obviando todo su historial psiquiátrico... Pero no trato de entenderle a él a través de sus películas, si no que, a través de estas cabilo en mi propia psique y medito sobre lo que me transmiten... No se si he sabido expresarme. Supongo que, como el dicho, no es más loco el loco si no el que sigue al loco...

11:00 AM  
Blogger SisterBoy said...

Bueno digamso que de la segunda parte me desentonó el intento de Joe por "desintoxicarse" y sobre todo esa extraña variante en la que se introduce en el grupo de extorsionistas por más que dicha parte contega esa impresionante escena de la revelación del pederasta.

Lars von Trier no es un director que pase desaparcibido al margen de su trabajo, ambas cosas parece ir intimamente unidas, vamos igual que pasa en el fútbol con Mourinho :) pero vamos yo también me olvido de eso cuando veo sus películas y me limito a disfrutar o echar pestes de ella según el caso, aquí por supuesto más de lo primero que de lo segundo

12:36 PM  
Blogger bolboreta said...

Bueno, aquí estoy de nuevo, después de mucho tiempo sin escribir en esta casa. Y me encuentro con una película que me ha parecido muy interesante, y que he disfrutado, aunque, al igual que te ha sucedido, me gustó más la primera parte.

Y he de decir que el final me decepcionó mucho, porque no esperaba que Seligman se comportase así después de ese acercamiento hacia Joe. Quizás peque de ingenua en ésto pero es así, no me gustó. Hubiera preferido que las cosas quedaran tal como estaban. Pero bueno, es Lars von Trier y si por algo se caracteriza es por hacer lo que le viene en gana, cosa que le alabo, así que bravo por él.

En general me gustan sus películas. Los idiotas me deja clavada en mi asiento cada vez que la veo, es altamente perturbadora para mí, y Anticristo me encantó. Siempre saca lo mejor de los actores, así que ya sólo por eso me apunto a la siguiente.

Un abrazo, Sister.

P.D. ¿Por qué lo de Shia Labeouf (¿cómo demonios se pronuncia este nombre?)?

3:19 AM  
Blogger SisterBoy said...

¡Bolboreta! Bienvenidísima de nuevo al blog :)

A mí el final me parece duro pero coherente, después de que los dos contertulios lleguen a un punto de complicidad a pesar de ser personas tan diferentes al final el poder terrible del sexo se impone y hace que el hombre se desposea de su dignidad, triste pero real como la vida misma.

Lo de Shia Leboeuf (o como se escriba, tendré que inventarme alguna norma nemotécnica)viene por el hecho de que no podía concebirle en una película así, como aquellos aborígenes americanos que no podían ver las carabelas a pesar de tenerlas delante.

11:17 AM  
Blogger bolboreta said...

¡Muchas gracias!

Pues ya ves, el chico no lo hace mal del todo, ¿no? Habrá que darle una oportunidad ;)

10:05 AM  
Blogger SisterBoy said...

Lars Von Trier regenerador de estrellas de cine adolescente.

10:10 AM  
Blogger Deckard said...

Me encantó la primera parte y la segunda me pareció una boñiga de vaca. Encima con escenas absurdas como el bebé en el balcón.

6:13 AM  
Blogger SisterBoy said...

Ya te digo, para mí no es una película que ha sido cortada con hacha con fines comerciales sino dos películas distintas de las cuales prefiero la primera a la segunda.

10:24 AM  
Blogger bolboreta said...

Yo vi la escena del bebé en el balcón como un guiño hacia Anticristo pero vamos, es mi interpretación ;)

3:58 AM  
Anonymous Sr. Biltons said...

Muy buenas,

El martes 23 empieza "El Juego" te he enviado un email a la dirección de yahoo y no he recibido tu respuesta.

Espero que tengas tiempo de echar por lo menos un vistazo cada semana. ¡No podemos jugar sin nuestro máximo goleador!

Respecto a Von Trier, siempre me interesa ver sus películas pero luego rara vez son "de las mías", mis favoritas "Europa" y "Rompiendo las Olas", ¿Qué te pareció "El Jefe de Todo Esto"? excepto el final para mí un horror.

Un saludo.

2:41 AM  
Blogger SisterBoy said...

¡Zambombas! ya me preguntaba cuándo empezaría, mándame un correo a atoete@yahoo.com.

Con "El Jefe de Todo esto" me quedé dormido, pero antes vi algunas cosas que tenían su gracia.

3:01 AM  
Blogger Alexander Strauffon said...

Numerosas recomendaciones me he topado, al respecto.

Un saludo.

7:50 PM  
Blogger SisterBoy said...

Pues ya nos contaras. Y Bienvenido por cierto (aquí y al Facebook)

12:05 PM  

Post a Comment

<< Home