Estos dos ultimos meses he visto...
Pensaba dedicar esta entrada a un nuevo paso vacilante en la Zona Crepuscular pero quería hablar de un par de manifestaciones artísticas que he conocido en estas semanas y que me gustaría difundir porque tengo la sensación de que lo neceitan. Allá vamos
Para un dibujante de cómics profesional la casualidad de haber compartido pupitre en el Instituto con uno de los peores asesinos de la historia se podría considerar algo así como un golpe afortunado de la vida y una oportunidad que sería un pecado desperdiciar (a ese respecto la conversación telefónica que se muestra en el epilogo de la historieta es una perfecta ilustración de ello), al menos en la tierra de las oportunidades, posiblemente en la hipócrita España se consideraría un detalle de mal gusto.
De hecho esa sensación de buitroneo que planea sobre la gestación y el desarrollo del relato resulta ser uno de los aspectos más desagradables de este cómic, sobre todo cuando el propio autor desvela en el mismo que, contradiciendo el propio título de la obra, en realidad jamás fue amigo de Jeffry Dahmer aunque hay que decir en honor a la verdad que el carnicero de Milawaukee jamás tuvo amigos de ninguna clase.
Derf Backderf (supongo que este no es su nombre de bautismo) acierta cuando narra los aspectos de la personalidad de Dahmer que tuvieron relación con su experiencia directa con él, así como cuando traza ese visión de la America de mediados de los setenta y el atemporal retrato del aterrador sistema de castas de las instituciones escolares norteamericanas, pero fracasa cuando elucubra sobre los oscuros motivos del precozmente perturbado carácter de su compañero de clase -algo que aunque fuera posible hacer desde luego no le correspondería a alguien como él- y también cuando trata de disculpar su propio comportamiento con respecto al chico raro de la clase y otros marginados por el estilo (como si un estudiante de 17 años en la salvaje América de 1978 pudiera haber hecho otra cosa que lo que hizo). Pese a ello una lectura muy recomendable incluso para gentes que, como yo, no son lectores habituales de este formato.
YO FUÍ UN SOCIÓPATA ADOLESCENTE
Para un dibujante de cómics profesional la casualidad de haber compartido pupitre en el Instituto con uno de los peores asesinos de la historia se podría considerar algo así como un golpe afortunado de la vida y una oportunidad que sería un pecado desperdiciar (a ese respecto la conversación telefónica que se muestra en el epilogo de la historieta es una perfecta ilustración de ello), al menos en la tierra de las oportunidades, posiblemente en la hipócrita España se consideraría un detalle de mal gusto.
De hecho esa sensación de buitroneo que planea sobre la gestación y el desarrollo del relato resulta ser uno de los aspectos más desagradables de este cómic, sobre todo cuando el propio autor desvela en el mismo que, contradiciendo el propio título de la obra, en realidad jamás fue amigo de Jeffry Dahmer aunque hay que decir en honor a la verdad que el carnicero de Milawaukee jamás tuvo amigos de ninguna clase.
Derf Backderf (supongo que este no es su nombre de bautismo) acierta cuando narra los aspectos de la personalidad de Dahmer que tuvieron relación con su experiencia directa con él, así como cuando traza ese visión de la America de mediados de los setenta y el atemporal retrato del aterrador sistema de castas de las instituciones escolares norteamericanas, pero fracasa cuando elucubra sobre los oscuros motivos del precozmente perturbado carácter de su compañero de clase -algo que aunque fuera posible hacer desde luego no le correspondería a alguien como él- y también cuando trata de disculpar su propio comportamiento con respecto al chico raro de la clase y otros marginados por el estilo (como si un estudiante de 17 años en la salvaje América de 1978 pudiera haber hecho otra cosa que lo que hizo). Pese a ello una lectura muy recomendable incluso para gentes que, como yo, no son lectores habituales de este formato.
EL CASTILLO
"Edificio España" es un documental que gira en torno a esa mole estalinista situada
al principio (o al final que nunca me ha quedado claro eso) de la Gran Vía
madrileña y que provoca tanta fascinación como temor (lo mismo que Stalin). La
verdad es que me esperaba una película que contara un poco la historia del
edificio o al menos (dado que la cinta ha estado varios años en el congelador
debido a que el Banco de Santander –propietario del mamotreto- ha boicoteado su
exhibición) la historia del fallido intento de recuperarlo. Tampoco es, como se
ha dicho, una involuntaria metáfora sobre la transición del período de
esplendor urbanístico de principios del siglo XX a la decadencia en la que ahora nos
encontramos.
El documental básicamente consiste en filmar como un
dicharachero grupo de operarios de origen multiétnico se dedica a vaciar por
dentro la estructura del edificio lo que recuerdo un poco al “En construcción”
de José Luis Guerín. Para algunos 94 minutos de escenas de derribo les parecerá
un espectáculo monótono, a mí no me lo pareció aunque también reconozco que el
documental en sí no cuenta nada ni significa nada pero repito que cualquier
cosa que tenga que ver con ese encantador laberinto contará con mi presencia
como espectador.
12 Comments:
Pues qué decepción con "El castillo". Con eso de que el Banco Santander ha secuestrado su distribución no habían conseguido más que acrecentar las ganas de verlo.
Porque ha perdido una perla,
Am Dm
llora una concha en el mar,
Am F
porque el sol no se ha asomado,
Dm E7 Am
esta triste el pavo real.
E7
Porque pasaron los años,
Am / A7 / Dm
y la barca no volvió,
Am
está llorando en el puerto
Ebd E7 A
la novia del pescador.
E7
Por todo lo que más quieras,
A
dime que sí.
E7
Por tu madrecita buena,
A
dime que sí.
E7
Que me vas a querer tanto
A / A7 / D
dime que sí.
Ebd A
que me vas a querer tanto
B7 E7 Am
como yo te quiero a ti.
E7
Mañana cuando te alejes,
Am Dm
viajera de mi ilusión,
Am F
que voy a hacer contigo,
Dm E7 Am
te llevas mi corazón.
E7
Si una concha está llorando,
Am / A7 / Dm
porque una perla perdió,
Am
que harán mis ojos mañana,
Ebd E7 A
cuando me digas adiós.
(El comentario anterior es un corta y pega pegado en el sitio erróneo y no consigo borrarlo)
Decía que el documental me gustó aunque todo el que quiera ver algo más que un simpático grupo de paletas dando el callo y luego comiéndose su almuerzo se ha equivocado de sitio.
Y como siempre los censores han metido el rejo ya que se han convertido en los mayores promotores de un producto que de otro modo no hubiese visto ni el Tato.
Para borrar comentarios entra en blogger, selecciona comentarios, lo buscas, lo seleccionas, le das a eliminar y adiós. No deja ni rastro.
Y para mí la Gran Vía termina en la plaza de España. Y sí, provoca fascinación y temor.
Por cierto
http://www.eldiario.es/politica/Botin-cierra-edificio-Espana-empresario_0_240426371.html
Lo leí :) supongo que esos tipos no habrán visto el docu.
No deberías borrar ese enigmático y poético comentario jamás.
jejejeje ok pero me perturba no ser capaz de borrar mensajes ¿qué haré cuando venga un troll?
Tengo ganas de ver este docu. Si lo hago, te contaré.
Pues parece carne de Artistic Metropol así que estate al loro :)
Pequeño Cine Estudio, sólo, me temo :S
Ese era el otro en el que estaba pensando pero no me acordaba del nombre :)
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