Abecedario del Crimen Capitulo VIII: Las brujas de Olympia
Este capitulo de la Biblia del Mal trata sobre abusos a menores, incesto, violación, sacrificios satánicos y bestialismo. Una vez hechas las prevenciones oportunas les presentó a la familia Ingram.
Durante los 17 años previos a Agosto de 1988 los Ingram llevaron una vida aparentemente intachable. Paul Ingram, el padre, trabajaba en la oficina del sheriff de Olympia, en Washington.
A finales de la década de los setenta la familia se sintió atraída por el pentecostalismo. Paul era un padre severo y sus dos hijas, Erika y Julie eran muy reservadas con los chicos. Cuando se encontraba ya al final de su adolescencia Erika solamente había tenido dos citas.
En Agosto de 1988 las dos hermanas asistieron a unos ejercicios espirituales de dos días patrocinados por la Iglesia del Agua Viva donde una de las ponentes, la carismática Karla Franko, ilustró a la juvenil audiencia sobre el abuso sexual. Después de la sesión varias muchachas trémulas, Erika entre ellas, se declararon victimas.
Tras su confesión Erika decidió no regresar a casa y le comunicó a su madre que había soportado años de abusos sexuales por parte de su padre y sus dos hermanos. “Tú eras la única que no lo sabía”, le dijo. De todas maneras ni ella ni Julie podían afirmar si sus sufrimientos habían cesado hacía diez años o el mes anterior y sólo respondían a las preguntas después de largas pausas.
El 28 de Noviembre el aturdido padre fue detenido. Ansioso por cooperar, Paul dijo: “Si esto ha sido así, tenemos que arreglarlo”, y en su primer interrogatorio pronunció varios intentos de confesión algo vacilantes del estilo “Le habría quitado la ropa”. El psicólogo de la policía le aseguró que, una vez confesara, sus fechorías volverían torrencialmente a su memoria.
Mientras tanto Julie escribía sus recuerdos: “Un montón de hombres venían de visita y jugaban al póquer con mi papá, y todos se emborrachaban y uno o dos a la vez entraban en mi habitación para tener relaciones sexuales conmigo.” De modo que ahora se trataba de un grupo de pedófilos.
Con la nueva información se le pidió a Paul que tratara de visualizar los abusos y el hombre lo intentó pronunciando frases como “No veo nada”, “Voy a ver si consigo entrar allí”. Entre silencios de diez minutos el hombre se devanaba los sesos mientras los interrogadores lo exhortaban a “vivir en vez de seguir muriendo en vida”, gritándole “Dios te ha dado herramientas para hacerlo”.
Empleando todas sus fuerzas Ingram vio el pasado, y a su mente acudieron imágenes de Julie con las manos atadas a la cama, percibió también “un pene que se alzaba en el aire”. Le preguntaron si alguien tomaba fotos, y él replicó “Es probable, voy a ver. Sí, veo una cámara pero no veo a nadie detrás de ella….bueno sí, veo a Ray Risch”. De manera que Ray Risch amigo de Paul fue también arrestado lo mismo que Jim Rabie que resultó ser el propietario del mencionado miembro ondeante.
El interrogatorio de Jim Rabie fue igualmente sorprendente. La policía le señaló que permanecía en una etapa de negación y el hombre declaró “Debe ser como ustedes dicen porque, sinceramente, no tengo ningún recuerdo de esos sucesos”.
Mientras tanto la memoria de Paul fue mejorando con la ayuda del pastor Bratun que le practicó un exorcismo. Primero Ingram recordó haber sido el asesino de Green River. Luego vio a Rabie violando a su hijo Chad.
Turno para Chad. El muchacho fue convencido por los detectives de que padecía una “destrucción del sentido de la realidad y una total subordinación al grupo” y el muchacho lo aceptó. Luego habló de sueños de su infancia sobre “gente fuera, mirándome por la ventana…personas bajitas caminando sobre mi”. El agente Schoening le dijo “quieres creer que son sueños, no quieres creer que es real. Fue real Chad.
Por esas fechas Sandy la madre de los chicos escribía en su diario “¿Ha sido mi vida una mentira? ¿Me han lavado, oprimido, controlado el cerebro sin yo saberlo?. Sandy buscó el consuelo del pastor Bratun quien le dijo que era mala “en un ochenta por ciento” recomendándole que recordara y confesará.
Sólo faltaba por hablar el hijo mayor de la familia, Paul Junior, que vivía en Reno. La policía le localizó el 18 de diciembre y el chico tras manifestar un odio mortal por su padre (del que afirmó que “me gustaría pegarle un tiro”) hizo su propia confesión describiendo una escena espantosa que había visto por la puerta entreabierta de la habitación de sus padres. En sus propias palabras “mi madre estaba atada a la cama, Jim Rabie se la estaba tirando y mi padre tenía la polla en la boca de ella. También estaban Ray Risch y otro hombre masturbándose el uno al otro”. Pero Junior no creía que le hubieran hecho nada a él ni a sus hermanas y persistió en esa negación a pesar de que el detective Schoening le gritaba “Sabemos que eres una victima”.
Mientras tanto las confesiones de Erika tomaron un giro inesperado. La muchacha presentó un escrito sobre ceremonias satánicas de las que su padre era el principal responsable. En esa redacción se leían cosas como “A medianoche….altos sacerdotes….papá llevaba un traje y un sombrero con cuernos parecido al de los vikingos….sangre por todas partes…sacrificio….canto…un bebé muerto…mi padre me obligaba a realizar actos sexuales con animales incluidos perros y cabras”.
Cuando el caso entró en la fase prejudicial la acusación era un verdadero embrollo. Julie se escondió bajo la mesa mientras Erika describía el sacrificio de 25 bebes. Más tarde la oficina del sheriff del condado de Thurston recogió en una pizarra la estructura secreta de la recién revelada secta satánica que recogía 225 apartados interconectados con nombres como “Culto fibinite” “Heavy metal” “Comer excrementos” “enterrados vivos con insectos y serpientes” “matar bebés” “comer animalitos” “morirás si no olvidas” etc…
Mientras tanto el doctor Richard Ofshe, a quien se le pidió que explicara los mecanismos de control mental que hacían picadillo los recuerdos de los sospechosos, demostró que Paul era sumamente sugestionable, que tenía una capacidad especial para entrar en estados de trance y que además deseaba complacer a la autoridad. Ofshe sospechaba que se trataba de un caso de locura colectiva iniciada por las hermanas, que desataron avalanchas de nuevas alegaciones para cubrir viejas inconsistencias. Pero el doctor no pudo convencer a Paul de que se retractara y el 13 de abril de 1989 el padre de familia aumentó la confusión dando los nombres de diez miembros del culto que además eran compañeros suyos en la oficina del Sheriff y que actuaban en connivencia con la unidad de perros policía. Los animales habrían violado a su esposa. Luego quiso simplificar algo el caso y decidió dividir sus recuerdos en tres categorías: “Definitivamente ocurrió”, “No está muy claro que ocurrieses” y “No es seguro”. De manera que al final simplemente se confesó culpable de seis cargos de violación en tercer grado.
Pero mientras esperaba la sentencia tuvo una nueva y definitiva revelación y se dio cuenta de que se lo había inventado todo. Quizás la cercanía del veredicto y el cese de la presión de los interrogatorios y la atención mediática le llevaran por fin a reflexionar con calma sobre todo aquel asunto. En abril de 1990 declaró al tribunal “Me pongo ante ustedes, me pongo ante Dios. Nunca he abusado sexualmente de mis hijas. No soy culpable de esos crímenes”. A los jueces les sonó a excusa de última hora y le sentenciaron a veinte años.
Durante los 17 años previos a Agosto de 1988 los Ingram llevaron una vida aparentemente intachable. Paul Ingram, el padre, trabajaba en la oficina del sheriff de Olympia, en Washington.
A finales de la década de los setenta la familia se sintió atraída por el pentecostalismo. Paul era un padre severo y sus dos hijas, Erika y Julie eran muy reservadas con los chicos. Cuando se encontraba ya al final de su adolescencia Erika solamente había tenido dos citas.
En Agosto de 1988 las dos hermanas asistieron a unos ejercicios espirituales de dos días patrocinados por la Iglesia del Agua Viva donde una de las ponentes, la carismática Karla Franko, ilustró a la juvenil audiencia sobre el abuso sexual. Después de la sesión varias muchachas trémulas, Erika entre ellas, se declararon victimas.
Tras su confesión Erika decidió no regresar a casa y le comunicó a su madre que había soportado años de abusos sexuales por parte de su padre y sus dos hermanos. “Tú eras la única que no lo sabía”, le dijo. De todas maneras ni ella ni Julie podían afirmar si sus sufrimientos habían cesado hacía diez años o el mes anterior y sólo respondían a las preguntas después de largas pausas.
El 28 de Noviembre el aturdido padre fue detenido. Ansioso por cooperar, Paul dijo: “Si esto ha sido así, tenemos que arreglarlo”, y en su primer interrogatorio pronunció varios intentos de confesión algo vacilantes del estilo “Le habría quitado la ropa”. El psicólogo de la policía le aseguró que, una vez confesara, sus fechorías volverían torrencialmente a su memoria.
Mientras tanto Julie escribía sus recuerdos: “Un montón de hombres venían de visita y jugaban al póquer con mi papá, y todos se emborrachaban y uno o dos a la vez entraban en mi habitación para tener relaciones sexuales conmigo.” De modo que ahora se trataba de un grupo de pedófilos.
Con la nueva información se le pidió a Paul que tratara de visualizar los abusos y el hombre lo intentó pronunciando frases como “No veo nada”, “Voy a ver si consigo entrar allí”. Entre silencios de diez minutos el hombre se devanaba los sesos mientras los interrogadores lo exhortaban a “vivir en vez de seguir muriendo en vida”, gritándole “Dios te ha dado herramientas para hacerlo”.
Empleando todas sus fuerzas Ingram vio el pasado, y a su mente acudieron imágenes de Julie con las manos atadas a la cama, percibió también “un pene que se alzaba en el aire”. Le preguntaron si alguien tomaba fotos, y él replicó “Es probable, voy a ver. Sí, veo una cámara pero no veo a nadie detrás de ella….bueno sí, veo a Ray Risch”. De manera que Ray Risch amigo de Paul fue también arrestado lo mismo que Jim Rabie que resultó ser el propietario del mencionado miembro ondeante.
El interrogatorio de Jim Rabie fue igualmente sorprendente. La policía le señaló que permanecía en una etapa de negación y el hombre declaró “Debe ser como ustedes dicen porque, sinceramente, no tengo ningún recuerdo de esos sucesos”.
Mientras tanto la memoria de Paul fue mejorando con la ayuda del pastor Bratun que le practicó un exorcismo. Primero Ingram recordó haber sido el asesino de Green River. Luego vio a Rabie violando a su hijo Chad.
Turno para Chad. El muchacho fue convencido por los detectives de que padecía una “destrucción del sentido de la realidad y una total subordinación al grupo” y el muchacho lo aceptó. Luego habló de sueños de su infancia sobre “gente fuera, mirándome por la ventana…personas bajitas caminando sobre mi”. El agente Schoening le dijo “quieres creer que son sueños, no quieres creer que es real. Fue real Chad.
Por esas fechas Sandy la madre de los chicos escribía en su diario “¿Ha sido mi vida una mentira? ¿Me han lavado, oprimido, controlado el cerebro sin yo saberlo?. Sandy buscó el consuelo del pastor Bratun quien le dijo que era mala “en un ochenta por ciento” recomendándole que recordara y confesará.
Sólo faltaba por hablar el hijo mayor de la familia, Paul Junior, que vivía en Reno. La policía le localizó el 18 de diciembre y el chico tras manifestar un odio mortal por su padre (del que afirmó que “me gustaría pegarle un tiro”) hizo su propia confesión describiendo una escena espantosa que había visto por la puerta entreabierta de la habitación de sus padres. En sus propias palabras “mi madre estaba atada a la cama, Jim Rabie se la estaba tirando y mi padre tenía la polla en la boca de ella. También estaban Ray Risch y otro hombre masturbándose el uno al otro”. Pero Junior no creía que le hubieran hecho nada a él ni a sus hermanas y persistió en esa negación a pesar de que el detective Schoening le gritaba “Sabemos que eres una victima”.
Mientras tanto las confesiones de Erika tomaron un giro inesperado. La muchacha presentó un escrito sobre ceremonias satánicas de las que su padre era el principal responsable. En esa redacción se leían cosas como “A medianoche….altos sacerdotes….papá llevaba un traje y un sombrero con cuernos parecido al de los vikingos….sangre por todas partes…sacrificio….canto…un bebé muerto…mi padre me obligaba a realizar actos sexuales con animales incluidos perros y cabras”.
Cuando el caso entró en la fase prejudicial la acusación era un verdadero embrollo. Julie se escondió bajo la mesa mientras Erika describía el sacrificio de 25 bebes. Más tarde la oficina del sheriff del condado de Thurston recogió en una pizarra la estructura secreta de la recién revelada secta satánica que recogía 225 apartados interconectados con nombres como “Culto fibinite” “Heavy metal” “Comer excrementos” “enterrados vivos con insectos y serpientes” “matar bebés” “comer animalitos” “morirás si no olvidas” etc…
Mientras tanto el doctor Richard Ofshe, a quien se le pidió que explicara los mecanismos de control mental que hacían picadillo los recuerdos de los sospechosos, demostró que Paul era sumamente sugestionable, que tenía una capacidad especial para entrar en estados de trance y que además deseaba complacer a la autoridad. Ofshe sospechaba que se trataba de un caso de locura colectiva iniciada por las hermanas, que desataron avalanchas de nuevas alegaciones para cubrir viejas inconsistencias. Pero el doctor no pudo convencer a Paul de que se retractara y el 13 de abril de 1989 el padre de familia aumentó la confusión dando los nombres de diez miembros del culto que además eran compañeros suyos en la oficina del Sheriff y que actuaban en connivencia con la unidad de perros policía. Los animales habrían violado a su esposa. Luego quiso simplificar algo el caso y decidió dividir sus recuerdos en tres categorías: “Definitivamente ocurrió”, “No está muy claro que ocurrieses” y “No es seguro”. De manera que al final simplemente se confesó culpable de seis cargos de violación en tercer grado.
Pero mientras esperaba la sentencia tuvo una nueva y definitiva revelación y se dio cuenta de que se lo había inventado todo. Quizás la cercanía del veredicto y el cese de la presión de los interrogatorios y la atención mediática le llevaran por fin a reflexionar con calma sobre todo aquel asunto. En abril de 1990 declaró al tribunal “Me pongo ante ustedes, me pongo ante Dios. Nunca he abusado sexualmente de mis hijas. No soy culpable de esos crímenes”. A los jueces les sonó a excusa de última hora y le sentenciaron a veinte años.
23 Comments:
Sigo recogiendo firmas para que esta sección sea, como poco, quincenal, a pesar de que luego me quedo rumiando la entrada durante días.
Lo que no acabo no sé si de aclararme o de entender son los mecanismos mentales de los actores de toda esta historia. El por qué. Y, sobre todo, cómo podían borrarlo todo después y no tener consciencia de lo que había ocurrido. Tendré que imprimírmelo, leerlo más despacio y volver dentro de un rato.
Silluleirer, aligeiror.
Ay no no no, Sister, que esta sección me da impresionnnnn, no no. Seré idiota y ñoña: no me importa.
menuda familia de locos, y que cosas mas horribles, sabes que te digo que prefiero pensar que se lo inventaron todo.
y recordarme que no vaya nunca de ejercicios espirituales.
Este caso recuerda un poco al narrado en el documental "Capturing the Friedmans" y yo tengo más o menos la misma teoría: posiblemente haya un fondo de verdad en lo sucedido pero si a esto unimos el afan de notoriedad de los protagonistas, la histeria colectiva que provocan este tipo de asuntos y el empuje de la prensa sensacionalista termina por formarse una bola de proporciones mostruosas y grotescas de tal manera que al final es imposible saber qué ha sucedido en realidad y qué ha sido inventado.
Veeeenga, cuélgate algo chuli !!!
(Ohhh! Diosss! he escrito ESA palabra !)
Enfin....
Geo buscaré algo pistonudo para la siguiente entrada, i promiss
Para fanatismo religioso os recomiendo Campamenta Jesus, documental sobre evangelistas que por momentos te pone los pelos como escarpias.
Lo de los Friedmans es realmente fascinante, pero sobre todo que se grabaran mientras su vida se iba a la mierda.
Después del blog de futbol me veo otro para la biblia del mal...
Secundo la idea de Deckard respecto al blog temático del mal.
Sigo dándole vueltas al tema. Yo sé que si me cogiese la Stassi o el Mossad, antes de que empezasen a hacerme preguntas les diría: señores, vamos a ahorrarnos tiempo. No tengo ganas ninguna de sufrir lo más mínimo. Si tienen intención de interrogarme o de torturarme, no se molesten. Díganme que es lo que quieren oír y yo colaboro.
Hace años, lo recordaréis, había un programa en la mejor televisión que había en España por entonces, TVE, de nombre "Más vale prevenir". Cada programa trataban un mal o una dolencia. Al día siguiente todos los ambulatorios y hospitales se llenaban de gente que presentaban síntomas inequívocos de padecer ese mal o dolencia.
El caso es que le metieron veinte años al tío.
Sigo hecho un lío.
Uff no creo que haya un nuevo spin off del blog, tras terminarse la sección de "La semana" y desgajar la sección de futbol la verdad es que tendria que estrujarme las meninges para sacar temas y ahora mismo no ando sobrado de tiempo.
Jejeje hablando de histeria colectiva ¿alguien recuera el affaire Ricky Martin + perro + nocilla?. Lo gracioso no es que el Defensor del menor tomara cartas en el asunto (el trabajo de este tipo de instituciones es hacer el ridiculo) sino que habia gente que aseguraba haber visto la escena y lo decian en serio.
Ahora que sacas lo de Ricky Martin, ¿el video de Pedrojota existió? Porque yo lo tengo como algo tan mítico como lo de la nocilla, el montruo del lago Ness o el santo grial.
Yo lo he visto además está fácilmente available donde tú sabes. Tengo que decir que no se ve un carajo pero esa voz...esa voz...sí parece la suya.
Igualito que los Friedmans, sí, pero con satanismo de por medio. De todos modos creo que "algo" tiene que ocurrir en una familia (de por sí institución fuente de todos los traumas) como para que todos sus miembros sean tan sugestionables de creer cosas así.
Yo voto por lo de que aumente la periodicidad de la sección del horror y el pavor.
Qué bonito apellido es Ingram. Y yo me pregunto, apoyando el índice en mi mejilla, ¿será por esto por lo que Sarah Ingram eligió ese lindo apellido?
Eso mismo le pregunte yo cuando la conoci en el IRC años ha.
ergo... ¿y qué te contestó? (¿se puede decir?)
Creo que me dijo que su nick era por un director de cine mudo famoso por sus francachelas pero no estoy seguro al cien por cien
Uy como me has dejado con la historia.
Estoy de acuerdo con ´Deckard en lo Jesus Camp, y sus lavados de celebro a menores.
Da miedo pensar en si lo que vemos y creemos es cierto o imaginado.
El Síndrome de la memoria falsa, la regresión hipnótica, la abducción, la reencarnación y otras hiervas.
Lo que sorprende de esta familia con olor alcanfor, como en casi todos los casos similares, es su aparente normalidad. La necesidad de ortodoncia de los hijos más pequeños, el encuadre de la foto, la camisa del padre, la risa de la madre (de cómo me aprieta esta faja) desapareciendo casi del plano…etc.; apenas empolvan el germen ambiental o neuronal que va minando la familia hasta acabar sus progenitores en el pentecostalismo (movimiento pesado como su nombre). Mucha paloma y don de lenguas, fácil de constatar en las sucesivas cagadas de sus declaraciones. La fábula y la locura servidas en el diván auxiliador, del que ya es carne de secta y adicto a los fenómenos paranormales. Entre recuerdo no vivido, olvido, los Pegamoides y la extraña familia, los 20 años de penitencia se quedan en la nebulosidad de los tiempos y la histeria de sus vidas.
Mejor pasar página. Un saludo.
¿Pero qué demonios? Cabras, perros, sacrificios de bebes, sacerdotes, un gorro de vikingo (eso es lo más sospechoso, fijo que además de pederasta era del Madrid), porno casero...?
A ver, no entiendo mucho de leyes pero...¿había alguna prueba real? ¿algún testimonio que no variara de un día para otro? ¿Algo que probara que no era todo una locura colectiva? Es que 20 años de condena son muchos años. Salvo si realmente era del Madrid, claro.
Segun la wikipedia salió on parole en 2003 y suerte tuvo. Los jueces se agarrarian a la primera confesión supongo y claro declararlo no culpable hubiera sido dejar en ridiculo a un monton de gente.
ok! (pero mira que melopromisiste, eh?! tómote la palabra!)
La verdad es que la historia merece una versión cinematográfica con billy norton y hillary swank como padres y el osment y la dakota como dos de los hijos. Pero no seria lo mismo. Como se dice siempre la realidad supera la ficción, que me lo digan a mi!!!
¿Cómo es que no hay peli sobre esto? Es más, Antena3 debería hacer una serie basada en estos hechos...
Pues peli no hay pero telefilm sí que se hizo si hacemos caso otra vez a la wikipedia http://spanish.imdb.com/title/tt0119143/
Por cierto que relacinado con este tema por aquellos años se desató también una ola de histeria colectiva relacionada con abusos satánicos rituales en guarderias y se hicieron también dos telefilmes: uno en contra de la idea de que dichos abusos existieron y otro a favor de la tesis contraria. De los dos sólo recuerdo uno porque lo protagonizaba Brad Davis
http://spanish.imdb.com/title/tt0100848/
Post a Comment
<< Home