Tuesday, March 25, 2008

La vida te suspenderá


Estamos en algún lugar del País Vasco, posiblemente en Vizcaya y posiblemente en algún momento de la década de los ochenta. En un instituto de Formación Profesional hay un alumno de electrónica especialmente desaplicado por lo que el profesor suele suspenderle. El problema es que el alumno es un joven “jarraitxu” experto en trifulcas callejeras que trata de coaccionar al profesor para que le apruebe con frases del estilo “No sabes con quien te estás metiendo”. Pero el profesor, a pesar de que los curas directores le pedían que le aprobara para no tener más problemas, no cedía un ápice y durante dos años le siguió cateando hasta que por fin los curas decidieron cambiar al borroko de clase donde encontró otro maestro con más mano izquierda (o con menos cojones depende de cómo se mire) que finalmente le aprobó.

Pasan los años, el profesor deja el País Vasco y se traslada a Gijón. Un día viendo la tele aparece la noticia de que un etarra ha muerto mientras manipulaba un artefacto explosivo. El profesor escucha el nombre del fallecido y luego exclama “Claro, por eso te suspendía, porque no tenías ni puta idea”.

20 Comments:

Blogger SisterBoy said...

Esta anecdota es real. O por lo menos fue contada como una anecdota real. No he añadido una coma al original en cuanto al fondo aunque sí en cuanto a la forma. Pero lo que importa es el fondo ¿no?

1:34 AM  
Anonymous Anonymous said...

Otra anécdota.

Un niño de ocho años natural de San Sebastián y que asiste y es educado en una ikastola esta viendo un partido de fútbol sala junto a un primo suyo valenciano. Juegan un equipo de Benicarló frente a un equipo de Pamplona. El niño de San Sebastián toma partido por el Pamplona ya que "Iruña es Euskal Herria".

En las ikastolas lo de menos son los diptongos, los tiempos verbales, la tabla de multiplicar o los vertebrados e invertebrados. Lo importante es tener consciencia de lo que es Euskal Herría. Y todo es Euskal Herría. Hasta Jerez de la Frontera.

Los profesores ya no tienen cojones.

1:57 AM  
Blogger SisterBoy said...

Pero la anecdota definitiva se produce en la historia de Ramon Baglietto que salvó de morir atropellado a un niño de dos años que mucho tiempo más tarde se convirtió en etarra y le asesinó por su condición de militante de UCD en el año 1980

Historias de guerra.

6:11 AM  
Blogger Adso said...

No, de guerra, no Sisterboy. No me seas Zapateril.

11:28 AM  
Blogger Deckard said...

Esta ultima es digna del principio de Magnolia.

12:04 PM  
Blogger SisterBoy said...

Tal y como yo entiendo las guerras para mi sí lo es y siempre lo ha sido

1:18 PM  
Blogger 3'14 said...

la historia de Baglietto me recuerda a la de la tortuga y el escorpión (ahora no se si era una tortuga... da igual, no importa, se acepta la adaptación). El escorpión, por miedo a morir ahogado al tratar de atravesar el rio, le pide a la tortuga que le lleve en su caparazón a nado hasta la otra orilla, esta asiente con recelo, le dice: ¿No me clavarás tu aguijón, verdad?. No, no.. responde el escorpión. ¿No ves que me ahogaría?

Al llegar al otro lado y sintiéndose a salvo el escorpión, picó a quien le había ayudado, causándole la muerte y declarando: Ay, tortuga, lo lamento, no puedo dejar de ser lo que soy.



Aunque, lo que yo extraigo de la fábula es que, la tortuga tampoco puede dejar de ser quien es.

12:06 AM  
Blogger SisterBoy said...

Era una rana :) precisamente en esta escena que pensaba poner en la sección homónimo se explica la fábula

http://youtube.com/watch?v=rhe5h0Z6it0

12:56 AM  
Blogger Arual said...

El profesor valiente, valiente, pero cuánta razón tenía. Historia curiosa, y la fábula de Pi le va que ni pintada, cada uno somos como somos, ¿pero podemos cambiar?

5:52 AM  
Blogger SisterBoy said...

No creo que podamos cambiar pero podemos adaptarnos que no es lo mismo

6:15 AM  
Blogger Realice said...

Lo importante será el fondo, sister, pero además tu 'anécdota' está muy bien contada. Nunca había pensado que el aprovechamiento académico en FP tuviera este tipo de consecuencias.

Por cierto, que yo siempre había conocido la fábula ésa del escorpión y la rana con una diferencia respecto a lo que cuenta Pi: el escorpión, fiel a su naturaleza, le clava el aguijón a la rana a mitad de camino y se ahogan ambos. Hablando de lo que hablamos, quizá esa diferencia tiene importancia... hay naturalezas y empeños que no sólo son homicidas, sino también suicidas.

7:35 AM  
Blogger SisterBoy said...

Sí, evidentemente lo relevante de esa fábula es que el escorpión tamibén acaba muerto por su irreflexiva acción.

Acuerdense cuando eran niños y pasaban por delante de la puerta de hierro de un transformador en la que se veia esa señal de advertencia con un hombre que era alcanzado por un rayo y que llevaba la leyenda "No tocar, peligro de muerte". ¿A que ustedes la tocaban, a que sí?

7:49 AM  
Blogger 3'14 said...

Joer... Casi que he cambiado todo de la fábula original XD
Nada, nada... que si no tienes memoria ni paciencia para documentarte ten a mano por lo menos imaginación (creo que tendría futuro como política...)


Sisterboy, yo no tocaba. Me daba pánico morir fulminada en el acto... Lo cual ya dice mucho de mi carácter :(

9:39 AM  
Anonymous Anonymous said...

Yo tampoco tocaba. Más que nada porque de pequeño tuve la bonita costumbre de meter los dedos en los enchufes y, desde entonces, cada vez que veo el dibujito del tío fulminado por el rayo me cruzo de acera.

Pi, yo pensaba cuando te leí que estabas haciendo deconstrucción de la fábula. A Ferrán Adriá le va de puta madre con la deconstrucción de marras.

Y lo de "es mi naturaleza, no puedo cambiar" siempre me ha sonado a excusa de gañán en plan "yo soy así y al que no le guste que se vaya". Cuando uno convive, como dice Sisterboy, tiene que adaptarse, tiene que ceder. Los que trabajamos por cuenta ajena y tenemos el culo cual abrevadero de patos y que recuerda sospechosamente a la bandera del Japón no podemos ir presumiendo de "es mi naturaleza". Nos la tenemos que envainar. ¿Y cual es el límite? ¿Dónde empieza y termina la dignidad de cada uno?

Eso me recuerda que sigo sin tener la cantidad suficiente para poder comprar mi tiempo. Una limosnita, por caridad.

11:32 AM  
Blogger SisterBoy said...

Diablos pues a ver si era yo el único atrevido que tocaba la puertecita. Creo que "El demonio de la perversidad" de Poe se aplica perfectamente a mi caso.

Querido Dorando con respecto a las miserias de la privada tampoco puedo arrojar la primera piedra y eso que no tengo perdon ya que no estoy bajo el yugo de la doble H (hipoteca+hijos)

1:07 PM  
Blogger Unknown said...

Esto de los cojones me toca los idems, porque siempre se aplica a a casos y cosas.
Un profesor tiene cojones para suspender a un niño borroka?
Algunos dicen que los etarras tienen cojones por jugarse la vida matando.
A ver cuándo sale gente con 2 cojones de verdad y enseña humanidad y respeto a sus hijos.
Salud!

3:16 PM  
Blogger Adso said...

Yo ni tocaba la señal de advertencia entonces ni la toco ahora.

3:29 PM  
Blogger SisterBoy said...

Bueno Juan nunca he vivido en el País Vasco pero me figuro que hay que tener cojones (o corazón) para oponerse de cualquier manera a esta gente. Yo no sería capaz.

3:56 PM  
Anonymous Anonymous said...

Si tienes envidia te invito a compartir el yugo de la primera H conmigo.

10:24 AM  
Blogger Unknown said...

Bueno, pero yo creo que un crío es un crío en el país vasco y en cuenca; los profes tienen que echarle valor en todas partes, que la violencia de alumno a profesor está globalizada, lamentablemente.
Otra cosa son los encapuchados salvapatrias, que tienen H y tienen P, bien juntitas.

Salud!

3:45 PM  

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