Esta semana he visto y he leído...
Soy de esos a los que les pone a cien esa advertencia de
“Basado en hechos reales” que precede al inicio de alguna sesión, pero es una
recurso que algunos critican por considerar que pretende fomentar un falso
valor social añadido al simple valor artístico de una película.
Considero sin embargo que en el caso de “Compliance” esta
advertencia es imprescindible porque de no ser por ella simplemente nadie
podría creerse una historia como esta que sin embargo es totalmente verídica y
está perfectamente documentada (el que quiera saber más sobre el tema sólo
tiene que teclear “Louise Ogborn” en el buscador de Google).
Y es además ese carácter de dramatización de un hecho real
el que le da el auténtico interés a esta producción que aunque careciera de
cualidades artísticas (que en mi opinión no es el caso) seguiría quedando
validada por las cuestiones que plantea acerca de la obediencia y la sumisión a
la autoridad, unas cuestiones mucho más desasosegantes que las expresadas por
los experimentos de Milgram y el de la Universidad de Stanford ya que en este
caso no se trata de un ejercicio controlado sino de una experiencia cruda y de
alcance imprevisible.
Para mí uno de los filmes más interesantes del año al que
sólo objetaría las escasas cualidades de la actriz protagonista del drama y un
cambio en el punto de vista de la acción que estropea un poco el excelente tono
elegido hasta ese momento para narrar el argumento. Pero será mejor no añadir
nada más excepto recomendar el visionado de esta sorprendente historia que
comienza con una llamada telefónica a un establecimiento de comida rápida de
Ohio….
Después de la abracadabrante experiencia de “Caravaggio” no
es que me quedaran demasiadas ganas de ver otra heterodoxa biografía firmada
por Derek Jarman pero dada la escasa duración de ésta (75 minutos), que era una
proyección gratuita y que además trataba
sobre un filósofo del que tenía buen recuerdo de mis años de instituto pensé
que no había mucho que perder.
Hablamos de Wittgenstein y el buen recuerdo que tenía de él
proviene de que su biografía era casi más interesante (no como la de la araña
de Kant que no se movió de su pueblo ni para hacer la mili) que su obra que por otro lado era tan
indescifrable como la del resto de filósofos del curso (aunque sin llegar al
nivel de horror de Sartre) y además era un hombre de buen aspecto e incluso
diría que atractivo cuando lo normal es que estos individuos sean más feos que
Picio.
La película es por supuesto una marcianada (dicho sea
incluso en sentido literal) marca de la casa Jarman pero resulta de visión
agradable y contiene algunas discusiones de carácter filosófico bastante
interesantes y no demasiado complicadas. En el caso (poco probable) de que
alguien quisiera quejarse por la irreverencia con la que se trata a una figura
histórica de esta categoría habría que responderle que no hay mucho con lo que
compararla porque no conozco demasiadas películas biográficas sobre filósofos,
de hecho creo que esta es la única de la que he oído hablar.
Aparentemente Cronemberg se había despedido de la nueva
carne con “eXistenZ” y de la parte de su cine más heterodoxa con “Spider. Tras
estos dos títulos vinieron una serie de tres que contaban historias muy
diferentes a las que Cronemberg solía filmar y que además estaban narradas en
un estilo difícil de identificar. Parecía pues que el director canadiense
simplemente quería dejar atrás una parte de su carrera o que a su edad (no se
puede pedir a un señor de casi setenta años que prosiga con sus disquisiciones
sobre la fusión entre carne y metal) deseaba explorar otra clase de narrativa.
Pero hete aquí que llega “Cosmópolis” en lo que parece un intento de recuperar el
lenguaje de títulos del pasado y digo intentar de forma literal. De hecho la
película me ha recordado a aquel otro intento de Martin Scorcese de volver a
las paranoias de su pasado setentero con la fallida “Bringing out the dead´”.
La sensación de tiro con pólvora mojada es idéntica con “Cosmópolis” que me ha
resultado desequilibrada, sin ritmo, sin escenas capaces de atrapar al
espectador, difícilmente comprensible y con diálogos y situaciones que rozan lo
ridículo. En resumen me ha parecido un doloroso despropósito.
Pero Cronemberg nos ha dado tanto que me siento obligado a
darle otra oportunidad así que tras pasar por taquilla como un cinéfilo
civilizado he “comprado” la película para poder verla en mejores condiciones,
es decir en versión original (se nota que es uno de esos filmes a los que el
doblaje afecta muchísimo y no sería la primera vez que una película que había
detestado en su versión doblada terminara por gustarme al volver a verla en
inglés) y sin echar una cabezadita cada quince minutos. Ya veremos qué
pasa.
Proseguimos el repaso de algunos títulos del festival de
Sitges de este año aclarando que NO he estado en Sitges este año, que más
quisiera yo que haber pasado el inicio del otoño en ese simpático festival (o
al menos lo era en el año 2000, ahora creo que va demasiada gente).
En esta ocasión hablaremos de V/H/S, un filme en el que
confluyen una estructura narrativa que recuerda a las viejas películas de terror
compuestas de varios episodios con un nexo común (“Asylum”, llamada en España
“Refugio Macabro” es el título que siempre me viene a la cabeza cuando hablamos
de este tipo de historias) y una manera de filmar directamente heredera de la
pequeña revolución que en el género supuso el estreno de “El proyecto de la
bruja de Blair” (que de no conviene olvidar que era una versión modernizada y
con un tono rebajado para todos los públicos de “Holocausto Caníbal”)
Al igual que en aquella película, “V/H/S” utiliza el recurso
del “found footage” para mostrar casi dos horas de metraje en cámara subjetiva
utilizando multitud de variantes (incluyendo un episodio narrado enteramente
por medio de webcam), algunas de las cuales consiguen salvar con brillantez el
eterno problema de este forma de narración (“¿qué coño hago filmando al tipo
que me va a sacar las tripas?”). A pesar de ser evidentemente un producto para
audiencias juveniles no demasiado exigentes la película contiene numerosas
escenas de gran brillantez y, lo que es más importante, que dan un miedo del
carajo. Hay una especialmente que sirve de presentación para una de las
criaturas más terroríficas que se han
podido ver en pantalla en lo que llevamos de década. En resumen un producto más
que recomendable para una buena noche de Halloween.
Siempre me resulta difícil hablar
de películas de animación así que basta decir que me parece (a falta de ver
“Sweeney Todd” y “Alicia en el país de las maravillas”, algo que no sé si
llegará a suceder alguna vez) lo mejor que ha hecho Tim Burton desde “Ed Wood” ¡y ya han pasado casi veinte
años”.
Había oído hablar de Josep Pla
pero nunca pensé que acabaría leyendo una de sus obras hasta que me encontré por
casualidad con “Viaje a America” y como me gustan tanto los libros de viajes (de
hecho me gustan más que los viajes en sí) decidí meterle mano.
Aunque no se hace referencia específicamente
durante la crónica, por los datos históricos que se mencionan la aventura debió
desarrollarse a finales de los cincuenta y lo más interesante reside precisamente
en la descripción de la vida en los tres países visitados (EEUU y más
concretamente Nueva York junto con Argentina y Brasil) así como en las
expectativas (unas acertadas y otras no) de cómo se desenvolverán en el futuro
dichos países. Lo menos valioso del libro es cuando Pla abandona el tono
meramente descriptivo y se convierte en un analista socio-económico, también
resulta un tanto irritante su machacona insistencia en el anti socialismo (ya
se trate del soviético o de la versión bananera del peronismo) y el anti
europeismo. Pero con todo lo más sorprendente para el lector de nuestros días
es el uso de expresiones racistas (con
perlas como “Ello hace que en esta calle ahora, en verano, se produzca una
temperatura de horno, un vaho asfixiante, que la presencia de tantos negros y
mulatos parece todavía aumentar” o esta otra “..una misión para convertir a los
indios a la catolicidad y sacarles de su desnudez primigenia, pueril y salvaje”)
que no por impremeditado y acorde con los años en los que fue escrito resulta
menos sobrecogedor.
P.D.
He vuelto a ver "Cosmópolis" como Dios manda, esto es en versión original y sin quedarme dormido. Mejora algo pero es como coger un cadaver ensangrentado y lavarlo y vestirlo: tiene mejor aspecto pero sigue estando muerto
9 Comments:
Al final se me escapó "Cosmópolis", dos multicines en Cartagena con 11 o 12 salas cada uno y la película no dura ni una semana.
De las que comentas sólo he visto "Frankenweenie" que me pareció muy entretenida, no una obra maestra, pero disfrutable. De las últimas de Tim Burton "La Novia Cadaver" sí que me gusta "Alicia" no es gran cosa, pero es mejor que "Sombras Tenebrosas" y "Sweenwy Todd" se me hizo eterna.
Un Saludo
Quería firmar el comentario anterior , como Sr. Biltons pero no se que ha pasado. Estoy en un "notebook" y funciona como quiere.
Aquí también ha durado sólo una semana la de Cosmópolis, parece que ni las fans de mister Pattison han conseguido sostener la película. Jordi costa me ha convencido de ir a ver Looper que en un principio no la tenía en la lista, a ver qué tal.
Yo esta semana quiero ver "Lo imposible", "Frankenweenie" y "Looper", a ver si lo consigo.
"Cosmópolis" se convertirá en un film de culto, ya lo veréis.
¡Odio que no me gusten los filmes de culto!
me gustaria ver Frankenweenie, pero la verdad es que Sombras Tenebrosas me defraudó bastante, parecia una peli de homenaje a tim burton hecha por tim burton, copiando a tim burton.
sin embargo me gusta su cine y me gustaria que me sorprendiera una vez más.
la expresión más feo que Picio no la oía desde que era pequeña, gracias, gracias , gracias!
No hay de qué, siempre he pensado que una de las pocas cosas que merece rescatarse del pasado español son las expresiones de los chistes de Zipi y Zape, en ello me hallo.
¿No has pensado en cambiar el nombre del blog y pasar a llamarlo: Esta semana he visto y he leído?
Soy mala (persona).
Cosmopolis no me entra. Lo intenté. La puse un día, los subtítulos no cuadraban. traté por todos los medios de sincronizarlos. Pero el mundo, los astros, el universo, estaban en contra de alcanzar semejante hazaña. Así que desistí. Y francamente, en el fondo no me apetece verla.
De Josep Plà lo único que recuerdo es que es un señor que nos hacían estudiar en el colegio porque era muy importante para la cultura local (no diré catalana, no aparezca Mr Wert con su espada españolizadora en alto). Y poco más, porque como para entonces era obligatorio leerle, pues yo pasaba del tema, o lo hacía pero sin retener absolutamente nada...
Del resto de pelis sólo he visto Frankenweenie. Y ya conoces mi opinión por otros medios.
Mi hijo (el muy friki) quiere disfrazarse de Sparky... a ver como consigo hacer el puto disfraz XD
Pues esperamos pruebas gráficas del resultado :)
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