They're creepy and they're kooky,
Zapa no quiere que el mundo vea las caras de sus hijas y aunque aborrezco la censura y tengo una opinión muy crítica sobre el fenómeno al que yo llamo “la desaparición pública del rostro de los niños” (algo de lo que algún día me gustaría hablar) voy a respetar sus deseos. De todos modos aquí lo de menos es el careto. Vean la foto

Lo cierto es que, por extraño o inconveniente que parezca, es verdad que no recuerdo haber visto ninguna imagen de las hijas del Presidente en los cinco años de su mandato. Algún malpensado dirá ahora que éste era el motivo. Lo cierto es que cuando vi la foto esta mañana me llevé una sorpresa monumental, de hecho pensaba que se trataba de una de las instantáneas de esa sección de Cuarto Milenio en la que la peña manda sus fotos de vacaciones en las que se les ha colado algún fantasmita.
Pero no, es real, y ese aspecto gótico-siniestro (o como carajo quiera que se llame ahora) es el que corresponde a las hijas de nuestro Presidente. A partir de este momento (y en parte potenciado paradójicamente por la censura antes mencionada) empezaran todo tipo de chascarrillos -la mayor parte de ellos como suele ser habitual de dudoso gusto- sobre el heterodoxo aspecto de las muchachas pero a nivel personal encuentro tan encantador el hecho de que Zapatero y señora hayan permitido que sus vástagos circulen por el mundo con ese aspecto (sobre todo en una foto oficial con la familia Obama) que casi estaría por la labor de votarle otra vez. Pero no, no creo que ni esto lo salve.

Lo cierto es que, por extraño o inconveniente que parezca, es verdad que no recuerdo haber visto ninguna imagen de las hijas del Presidente en los cinco años de su mandato. Algún malpensado dirá ahora que éste era el motivo. Lo cierto es que cuando vi la foto esta mañana me llevé una sorpresa monumental, de hecho pensaba que se trataba de una de las instantáneas de esa sección de Cuarto Milenio en la que la peña manda sus fotos de vacaciones en las que se les ha colado algún fantasmita.
Pero no, es real, y ese aspecto gótico-siniestro (o como carajo quiera que se llame ahora) es el que corresponde a las hijas de nuestro Presidente. A partir de este momento (y en parte potenciado paradójicamente por la censura antes mencionada) empezaran todo tipo de chascarrillos -la mayor parte de ellos como suele ser habitual de dudoso gusto- sobre el heterodoxo aspecto de las muchachas pero a nivel personal encuentro tan encantador el hecho de que Zapatero y señora hayan permitido que sus vástagos circulen por el mundo con ese aspecto (sobre todo en una foto oficial con la familia Obama) que casi estaría por la labor de votarle otra vez. Pero no, no creo que ni esto lo salve.