Sunday, September 30, 2012

Esta semana he visto...









Para todo aquel que conozco la trayectoria artística de Jaime Rosales (no la llamaremos trayectoria profesional porque el hombre por lo visto no se dedica profesionalmente a esto) que el director catalán estrene una película llamada “Sueño y silencio” sólo puede sonar a broma o a ingenuidad, teniendo en cuenta las entrevistas en las que Rosales define su nuevo proyecto pienso que se trata más de lo segundo que de lo primero.

Las películas de Jaime Rosales (las cuatro que ha hecho) se caracterizan por una concepción del desarrollo dramático de la historia notablemente anti climático. Bueno, para ser claros, las películas de Jaime Rosales son aburridas pero, aparte el hecho de que el aburrimiento es una sensación que goza de excesiva mala fama (pareciera que la gente prefiere matar a sus hijos antes que aburrirse), tengo la sensación de que es un efecto no diré que buscado pero sí inevitable.

En “Las horas del día” (su película más académica en cuanto a las formas) el argumento giraba en torno a la vida vulgar de un individuo con la única excepción de que de vez en cuando asesinaba a alguien, en “La soledad” la mayor parte del metraje giraba igualmente en torno a la existencia de una mujer corriente que sufría un atentado casual. En “Tiro en la cabeza”, su película sin duda más radical, se desgranaba el recorrido absolutamente rutinario (e inevitablemente aburrido) de otro hombre que finalmente se revelaba como un terrorista (revelación expresada eso sí mediante una escena magistral en la que se escenificaba de forma escalofriante la transformación de una persona aparentemente normal en un fanático asesino).

En “Sueño y silencio” tenemos más de lo mismo, la película comienza con la descripción de la vida de una familia a través de una serie de estampas cotidianas hasta que una inesperada tragedia causa una transformación irreversible. Es un tipo de historia que se nos ha contado muchas veces, sin ir más lejos es exactamente el mismo argumento que la muy celebrada (y con razón) “La habitación del hijo” de Nani Moretti. La diferencia está en el estilo, la película de Moretti está filmada como un drama de corte clásico, “Sueño y silencio” abunda en la elipsis, el fuera de campo, diálogos improvisados, tomas únicas y en general un manera de hacer cine que espanta al espectador no iniciado y que incluso expulsa de la sala al espectador predispuesto (al inicio el metraje éramos seis en el patio de butacas y al encenderse las luces estaba yo más solo que un ocho).

Jaime Rosales es un cineasta de esos que nos gusta (a algunos) el hecho de su existencia pero de cuyas entregas resulta muy difícil disfrutar, así que, paradójicamente, la conclusión sería la misma que tras el visionado de otra película española reciente y en principio totalmente distinta a esta, me refiero a “Holmes y Watson, Madrid days” de José Luis Garci: en ambas producciones nos encontramos ante dos francotiradores que no se deben a nadie excepto a sus propios deseos y a los de sus admiradores y sólo eso ya resulta algo digno de alabanza.

Si acaso le reprocharía dos cosas al autor de la película que nos ocupa hoy: primero que un metraje de 112 minutos me parece pedirle demasiado a la complicidad del espectador, y segundo que puedo entender que los diálogos sean inaudibles cuando al fin y al cabo sabemos que los personajes están hablando de banalidades, pero no tanto cuando (en la segunda parte del filme) sabemos que están diciendo cosas que son importantes para el desarrollo del argumento, verdaderamente eran de agradecer las partes de la película en las que se hablaba en catalán y francés con subtítulos en español.             

Tuesday, September 25, 2012

Le vi morir.








Ha muerto Sven Hassel, uno de los pocos escritores de los cuales me he leído todo lo que ha escrito, aunque fue una lectura más bien de infancia y adolescencia. En efecto amigos, cuando otros niños leían a Enid Blyton, a Roal Dahl y a Los Tres Investigadores yo me complacía en devorar una serie de relatos que contenían unas descripciones increíblemente violentas de combates, masacres, atrocidades y relaciones sexuales morbosas que tenían lugar durante la Segunda Guerra Mundial.

No se puede decir que los padres tuvieran en aquélla época demasiado cuidado con lo que leían sus hijos, de hecho la primera novela de Hassel que llegó a mis manos fue un regalo de cumpleaños de mi padre por haber aprobado cuarto de E.G.B. así que yo debía  tener ocho o nueve años.   A partir de aquel primer libro fueron llegando todos los demás (no en orden cronológico desde luego, las novelas fueron escritas entre 1953 y 1985) hasta que leí el último hará unos veinticinco años aproximadamente.

Sven Hassel era aparentemente un danés que se alistó en el ejército alemán y combatió en todos los frentes de la Segunda Guerra Mundial a excepción del de África del Norte en compañía de una serie de camaradas, todos pertenecientes a un regimiento blindado disciplinario, lo que los convertía en la práctica en una unidad de delincuentes armados. A pesar de su decidida vocación anti belicista y anti nazi lo cierto es que (como suele suceder por otro lado con todas las obras del mismo cariz) el efecto que se conseguía era todo lo contrario y la de Hassel era una literatura muy popular entre los jóvenes ultraderechistas y cuarteleros entre los que estudié en el instituto (era un Instituto Militar) e influyó en alguna medida en la vocación castrense de muchos de ellos.

Al igual que se señala el descubrimiento de que los Reyes Magos son los padres como el del fin de la infancia (aunque a nivel particular ese momento fue la caída en desgracia de José María Arconada) para mí el fin de las fantasías de la adolescencia fue la sospecha de que las aventuras de Hassel y compañía eran como mínimo una exageración a partir de una historia quizás real (la del primer libro “La legión de los condenados”) cuyas anécdotas y personajes fueron estirados y exprimidos hasta extraer un total de catorce relatos. No era posible verificar en aquel momento dicha presunción ya que la literatura exploitation era un género que sufría la ignorancia de la cultura más convencional y era además una afición privada que se practicaba entre lectores sin posibilidad de comunicarse entre sí, pero la constatación de que algunos fragmentos de los libros de Hassel eran un plagio indisimulado de otras obras antibelicistas más insignes (como “Sin novedad en el frente” o “Las aventuras del bravo soldado Schweik”)  y la constatación de que las hazañas bélicas del 27 Regimiento Disciplinario tenían lugar al mismo tiempo en dos escenarios bélicos diferentes ya eran suficientes como para alimentar la, para mí, dolorosa sospecha.

Curiosamente con la llegada del mundo virtual tampoco ha sido posible conocer el grado de veracidad de las historias narradas por Hassel, todo son rumores de complicada confirmación (algunos de ellos ponen en duda siquiera que Hassel haya realmente servido en el Ejercito Alemán), ni siquiera la fuente periodística más fiable del país (representada para bien o para mal por el periódico homónimo), ha sido capaz de establecer alguna certeza sobre el hecho en el obituario dedicado hoy al escritor. Aunque para ser sinceros tampoco es que sea un asunto sobre el que valga la pena investigar, lo que al final nos quedará siempre es un grupo de novelas con vocación de best-seller, pero dotadas de una narración ágil y vibrante, a menudo terroríficamente violenta pero también en ocasiones extraordinariamente divertida, pura literatura de evasión pero que yo sin embargo considero muy por encima de la de otros escritores super ventas del estilo de Ken Follet u otros parecidos. Eso sí, si tienes más de 15 años posiblemente es demasiado tarde para disfrutar de las aventuras de la segunda sección de Willie Beier “El Viejo”.           

Thursday, September 20, 2012

Cosas que nunca volveremos a ver: eyeing little girls with bad intent.





¿No les parece perturbador el contemplar unas imágenes que hace unos años eran vistas con naturalidad y toleradas como una broma simpática mientras que repetidas hoy en día supondrían el escándalo la cárcel y la hoguera mediática?. Pues a mí si me lo parece, es decir ¿qué costumbres de nuestro tiempo les resultaran inconcebibles a nuestros nietos (o a los nietos  de nuestros barrenderos)?.

Monday, September 17, 2012

Esta semana he leído y he visto...

Segunda novela romántica de Richard Matheson (ignoro si tiene más pero aunque así fuera creo que ya es suficiente). Si “Más allá de los sueños” empleaba el elemento fantástico en forma de historia de amor ultraterrena aquí se usa la trama no menos fantástica del viaje en el tiempo.

Richard Collier es un escritor solitario y enfermo terminal de cáncer que un día queda prendado de la foto de una actriz de finales del Siglo XIX, el interés se va convirtiendo en obsesión hasta el punto de que Collier decide viajar en el tiempo (más no en el espacio pues no se moverá de la habitación del Hotel en el que habita pues fue en ese mismo establecimiento en el que se tomó la fotografía mencionada).

El libro está divido en dos partes, la primera de ellas narra precisamente lo que se acaba de describir en el párrafo anterior incluyendo el sistema elegido por el protagonista para trasladarse al pasado, no es que dicho método tuviera que convertirse en la clave de la historia (si por mí fuese lo mismo hubiera valido con que Collier se encontrará un DeLorean con condensador de fluzo aparcado por fuera del Hotel) pero al menos Matheson tiene la deferencia de inventarse elegantemente una suerte de tele transportación mental dotándole de la suficiente verosimilitud como para convencer a cualquier lector que no sea un majadero. 

Es en esta primera parte donde se concentra lo mejor del libro y es en la segunda donde a mi entender todo se viene un poco abajo, precisamente a partir del momento en el en el que se encuentran Richard y Elise el relato se adorna con un tono sentimental e irisado verdaderamente intragable (además de volverse arrítmico, inverosímil y por momentos incluso aburrido). Quizás el problema es que el lenguaje romántico puesto en negro sobre blanco siempre me ha transmitido impresiones parecidas, aunque con “Más allá de los sueños” no tuve esa sensación, a lo mejor porque el amor maduro y conyugal de sus protagonistas me resultó más digamos “serio” . Puede que la adaptación cinematográfica de 1980 (con Christopher Reeves y Jane Seymour en los papeles principales) sea más llevadera, lo comprobaré próximamente. 







“The Deep Blue Sea” es un drama romántico con un desarrollo muy heterodoxo, me imagino el desconcierto de los espectadores que esperaban ver algo como “El diario de Noa”  (con todos mis respetos para esa película que de todos modos ni siquiera he visto) o el de las numerosas fans de Tom Hiddleston (a quién yo recordaba por su papel de Scott Fitzgerald en “Medianoche en Paris” pero que parece ser más popular por interpretar a un personaje de una película de superhéroes).

La trama tiene lugar en la Inglaterra de los años cincuenta pero tiene poco que ver con la de otra película  con la que en principio se la podría comparar, me refiero desde luego a un clásico del cine romántico inglés como “Breve encuentro” que sin embargo era una historia de amor terriblemente apegada a la realidad. La de “The Deep Blue Sea” me ha recordado más a la de la casi impenetrable “Gertrud” la última obra del cineasta Carl Theodor Dreyer en la que la protagonista homónima consagraba su vida a la búsqueda de una concepción idealizada del amor absoluto.

 Algo parecido ocurre con Hester (Rachel Weisz), una mujer que abandona un matrimonio estable con Sir William, hombre de  elevada posición, para entregarse en brazos de Freddy, un apuesto piloto veterano de guerra. El drama de Hester es que ninguno de los dos hombres entre los que se debate es capaz de responder a sus expectativas amorosas, y el acierto del argumento del filme es no presentar a ninguno de ellos en la forma superficial y grosera que suele ser habitual en este tipo de historias: Sir William es un marido bondadoso y honesto (aunque con una madre abominable) incapaz de entender las veleidades amorosas de su mujer mientras que Freddy es un individuo afable de vida y aspiraciones sencillas que se ve abrumado y confundido por el feroz apasionamiento del que es objeto por parte de Hester.

Pero quizás lo más llamativo de la película es el sugerente tono en el que está filmado, con un comienzo de tintes casi oníricos que por momentos me hizo recordar a Terence Malick y a las últimas obras de Lars Von Trier y una continuación en forma de escenas de ritmo y duración discontinuos reflejo quizás de la atormentada mente de Hester. Ya he comentado que no es sencillo entrar en el juego de la película pero hacerlo permite asistir a algunas de las escenas más estimables de la cinematografía que se ha estrenado en este año, de entre ellas las que más me han llamado la atención son las que escenifican ese retrato (nunca concienzudo ni explícito, sino más bien sutil) de la Inglaterra de la época, un retrato que incluye la recurrente separación de las diferentes clases sociales, desde la estirada y clasista madre de Sir William hasta la proletaria y ruda patrona de la casa de huéspedes en la que viven Hester y Freddie (una mujer que por añadidura hace una de las declaraciones más rotundas que he oído nunca acerca del significado del amor) pasando por ese impagable descripción del pub inglés  como un territorio casi mítico, único refugio de una realidad externa pobre y deprimente y culminando con ese sobrecogedor travelling final, ochenta y cuatro segundos de película que posiblemente sean más representativos del país del pastel de riñones que cinco horas de pomposa ceremonia olímpica.


     



Wednesday, September 12, 2012

Tiovivo 1880









Primera película que veo de José Luís Garci en el cine ¿por qué?: pura curiosidad, posiblemente también hubiera visto una película sobre Don Quijote en Whitechapel independientemente de quién la dirigiera. Aprovecho esto que he dicho para salir de antemano al paso de las criticas que surgirán quejándose de que se ha ejercido algún tipo de perversión sobre el popular personaje, algo absurdo porque después de haber visto al cocainómano de Baker Street liándose a remazos con el monstruo del Lago Ness, o transplantado al Londres del Siglo XXI o convertido en una especie de Bruce Lee con traje de tweed, ¿por qué no tiene derecho Garci a hacer con él…esto que ha hecho?










Después de debutar en el cine causando sensación con “Asignatura Pendiente”, Garci se erigió por derecho propio en uno de los cineastas emblemáticos de la transición -vista desde una perspectiva  más social que política- convirtiendo además a José Luís Sacristán asimismo en el emblema del español de los años setenta (al igual que Alfredo Landa lo convirtieron en algo parecido con el español de los sesenta). Después de aquella opera prima vinieron, por derroteros parecidos, “Solos en la madrugada” y “Las verdes praderas” así como una insólita muestra de cine negro español moderno con “El crack”.






Luego llegó “Volver a empezar” y algo extraño sucedió, como se sabe la película fue la primera producción española en ganar un Oscar y, sorprendentemente, este hecho le lanzó completamente fuera del  mundillo cinematográfico, ya estábamos en los ochenta y el cine nacional iba por otros derroteros, a pesar de su éxito la película fue atrozmente criticada (en El País se llegó a decir literalmente que “se trata de un Oscar menor para una película menor de un director menor) como lo fueron a partir de entonces casi todas las que el director asturiano hizo.

Garci por su parte se convirtió en un cineasta marginado (por los demás y por voluntad propia), que reaccionó al rechazo de la intelligentsia oficial buscando refugio en medio de la prensa y de los intelectuales más cavernarios del país que pronto le acogieron como “su” director.

Después de “Asignatura aprobada”, y tras un lapso de siete años sin dirigir, Garci, cada vez más ensimismado y consciente de que siempre llevaría un camino totalmente opuesto al de las tendencias cinematográficas del momento,  emprendió  una vuelta aparentemente sin retorno a un pasado tanto en el plano personal  (una actitud que, paradójicamente, había condenado con vigor en sus primeras películas) como en el de la historia de su propio país fijando su mirada sobre todo en la España decimonónica. Siguieron una serie de títulos que fueron tildados de pertenecer a un estilo almibarado, casposo y arcaico. De todos ellos confieso que tan solo he visto “You are the one”, un título ya de entrada sospechoso cuando el propio director hablo de él no como una película hecha al estilo de los años cuarenta sino como una película DE los años cuarenta (algo no sólo ridículo sino además imposible), lamentablemente en aquella ocasión me sume al coro de críticos pues la cinta en cuestión me pareció un pastiche arrebolado y envuelto en nauseabundo humo de tabaco negro. 






Pasando ya al estreno que nos ocupa hay que decir que el argumento de “Holmes y  Watson. Madrid days” (la pareja de detectives británicos se traslada a Madrid para investigar una serie de crímenes calcados a los que acababa de cometer Jack el Destripador en Londres) es una mera excusa para hablar de otros asuntos más del interés de Garci. No podía ser menos porque, pasando por alto lo extravagante de la idea original del filme, la supuesta trama detectivesca resulta pobre y descuidada. Lo mismo cabría decir de algunas historias paralelas de corte romántico como la de Holmes con Irene Adler o la de Watson (convertido aquí en una especie de refinado dandy en lugar del bonachón Sancho Panza que siempre nos habían mostrado) con el personaje interpretado por Manuela Velasco.

Lo que de verdad parece interesar a Garci es ofrecer una especie de fresco político y social de la España de finales del siglo XIX, acude para ello a una serie de diálogos discursivos sobre la realidad de aquella época y también a incluir como caracteres secundarios a varias figuras históricas como Benito Pérez Galdos, Isaac Albeniz y algunas otras menos conocidas.

Nada que objetar a estas nobles intenciones, dejando al margen que la realidad política de aquellos años es algo que importa un carajo a la mayor parte de los españoles incluyendo casi todos los que iran a ver la película, el problema es que el camino elegido para haya sido tan estrambótico.  Viendo ese desfile de escenarios de cartón piedra y exteriores en forma de postales pintarrajeadas (hay muchas películas con presupuestos de hambre, el talento está en que no se note), de monólogos interminables pronunciados con voz engolada, de personajes que hubieran sido rechazados en un sainete de barrio por demasiado estereotipados (que cosa tan horrible han hecho con la gran Macarena Gómez), de cameos casposos (Gallardón parece Mister Bean con las barbas del profesor Bacterio), de ingleses que hablan en español de Valladolid con mezcla de nombres propios en  perfecto acento británico (el efecto final es el de una Doña Croqueta  sometida a hipnosis parcial) y en general de detalles de un carpetovetonismo sonrojante (¡Ese Watson proclamando las excelencias del cocido madrileño a su señora espoa1) uno podría tener la sensación de pensar que estamos ante una broma gigantesca pero no creo que esto se así, estamos más bien ante el grado último de solipsismo de un hombre más allá del bien y del mal que seguirá haciendo lo que mejor le parezca, inmune ya después de treinta años de mofa, befa y escarnio.

Respeto a Garci por esa actitud, otra cosa es que sus películas sean un bodrio, y esta desde luego lo es. Yo seguiré quedándome con sus filmes de los años setenta y con su intachable condición de cinéfilo de la vieja escuela, esa que murió el día que estrenaron “Reservoir Dogs”.     






Friday, September 07, 2012

Esta semana he leído

Shirley Jackson es conocida sobre todo por ser la autora de “The Haunting of Hill House”, un influyente relato de fantasmas (o no), que fue llevado al cine de forma magistral por Rober Wise en la película “The Haunting” (hay otra versión más moderna pero de esa ya no respondo).

Bueno, la afirmación del párrafo anterior podría ser aplicable sólo en nuestro país porque en los Estados Unidos Shirley Jackson es más célebre (o al menos habría que decir que igualmente conocida) por ser la escritora “La lotería”,  un relato corto cuya publicación en el año 1948 en la revista “The new Yorker” causó un tremendo revuelo traducido en centenares de cartas amenazadoras e insultantes y un elevado numero de suscripciones canceladas.

Llegué a este relato a través de las recomendaciones de Stephen King y Guillerno Cabrera Infante y dado que el ejemplar que encontré en la Biblioteca estaba acompañado de otros muchos decidí concederle a Miss Jackson una par de tardes del mes de Agosto, a la espera de poder leer algún día la novela antes mencionada.

Lo primero que ha que decir es que “The Lottery” es una pieza muy diferente (o no) al tono del resto de los relatos, se tata de un cuento que podríamos considerar inscrito en el estilo que se conoce como “gótico americano”,  una pesadilla rural valiosa en el propio horror que desprende y además abierta a multitud de interpretaciones, alguna de ellas tiene que haber sido esa que cabreó a tantos ciudadanos, pero eso es un misterio para mí.

El resto de narraciones de la colección pueden ser también incluidas en la categoría del horror, pero de un horror más cotidiano y sutil. Ignoro si Jackson pasaba entonces por una mala época o verdaderamente a sus treinta y pocos años tenía una opinión decididamente pesimista de la pujante y autosatisfecha sociedad americana que acababa de surgir como potencia mundial tras la Segunda Guerra Mundial.  El racismo (bien fuera explícito o disfrazado de falsa bondad), la mezquindad, la envidia, la caridad como forma suprema de soberbia, la deshumanización de la moderna sociedad urbana, la represión sexual, la ignorancia y la violencia soterrada de la clase media se dan cita en un colección de pesadillas de un par de páginas de duración poco recomendables para alguien que quiera seguir manteniendo la fe en la especie humana, ¡y sólo estábamos en 1948! 


Sunday, September 02, 2012

Esta semana he visto y he leído








No es que haya sido complicado encontrar subtítulos en español para  “Les nuits rouges du bourreau de jade”, es que no ha sido posible encontrar subtítulos en ninguna clase de idiomas.

Afortunadamente se trata de una película en la que el conocimiento previo de su sinopsis (algo que no suelo hacer casi nunca en circunstancias normales) y la simplicidad de la misma, así como el tratarse de un producto evidentemente más visual que argumental, permite seguir el hilo de una película que, repito, de tratarse de una trama algo más enrevesada y sin subtítulos sería muy difícil de seguir (se habla en cantones, francés, mandarín e inglés).

“Les nuits rouges du bourreau de jade” trata básicamente sobre una par de supervillanas muy perras que se disputan la posesión de una botellita de jade que contiene el aparato de tortura más terrible que haya inventado la humanidad. A falta de, repito también, tener algún día acceso al significado integral de los diálogos decir únicamente que se trata de un filme con un sofisticado diseño de producción  lo que incluye un tratamiento igualmente sofisticado de algunas escenas de tortura prolongadas de forma casi insoportable. Recomendable para sádicos sibaritas.

 



Una modesta producción que ha pasado desapercibida para el mundo del cine en general y para el subgénero de terror en particular. “Babysitter Wanted” es un filme que recuerda tanto al cine de terror de los setenta que, de no aparecer en algunas escenas un teléfono móvil, juraría que la acción estaba ambientada en esos años. Y es esta una circunstancia que tiene una parte buena y una parte mala.

La parte buena es que la película omite alguna de las derivaciones más molestas del género de los últimos treinta años como son la caída en la parodia, la infantilización del argumento o el gore más extremo (y no es que en este filme falten escenas sangrientas desde luego), la parte menos buena tiene que ver con el enfoque tan ingenuo de la trama, de hecho hay un momento de la película que posiblemente en los setenta hubiera despertado una exclamación de sorpresa y admiración en las salas y que en nuestros tiempos sólo provocaría la hilaridad más sarcástica.

En conclusión “Babysitter Wanted” es una cinta agradable y fácil de ver pero que tampoco contiene cualidades que la hagan perdurar más allá de una tarde de fin de semana en la que no hay nada mejor que echarse al coleto.

Y con esta película termina por fin el comentario sobre todos los títulos de cine de terror no estrenado en España correspondientes al Dossier en dos números de la revista “Dirigido”. Al igual que con la primera (segunda en realidad) parte de dicho Dossier haremos un resumen rápido.  

MUY RECOMENDABLES

  1. Allegro
  2. Bug
  3. Dans ma peau (siempre y cuando se vea en ayunas)
  4. La casa muda
  5. Stake Land
  6. The woman (Viewer discretion is advised para mujeres)
  7. Trick´r Treat


MODERADAMENTE RECOMENDABLES

  1. Les nuits rouges du bourreau de jade
  2. Al interiour
  3. Tetsuo the bullet man
  4. Babysitter Wanted


POCO  O NADA RECOMENDABLES

  1. Survival Of the Dead
  2. The Ward
  3. Dracula pages of a virgin´s diary

NO ME ATREVO A RECOMENDARLA

1. The Wilde Blue Younder

PREFERIRIA BESAR EN LA BOCA A  MARTINEZ PUJALTE ANTES QUE VOLVER A VERLAS

1.      Super
2.      Southland Tales



 


Generalmente suelo ver las películas según las voy "comprando" pero había tanto comentario sugerente sobre "Cabin in the woods" que decidí darle prioridad.

Hay que decir que la expectación estaba justificada, y no voy a añadir nada más sobre ella porque es mejor verla conociendo sólo su titulo. Baste mencionar que no me había divertido tanto viendo una película en...¿toda mi vida? 

 

 

 

Quizás recuerden una producción de 1998 llamada “Más allá de los sueños”. Bueno la verdad es que lo más fácil es que no la recuerden porque era una película pringosa y no sólo en sentido figurado.

Mientras le veía pensaba en qué clase de idiota se había inventado un argumento así. Posteriormente supe que “el idiota” era nada menos que Richard Matheson, prestigioso escritor de ciencia ficción (bueno no sé si se le puede denominar así pero la alternativa es llamarla “escritor de fantasía” que al menos en español suena mucho peor), autor de títulos imprescindibles como “Soy leyenda” o “El increíble hombre menguante” y también reputado guionista de cine y televisión. ¿Era posible que un hombre como ese hubiera parido una bobochorrez de ese calibre? Me propuse averiguarlo algún día.

Catorce años más tarde me tropecé con el libro en la biblioteca local y lo leí en dos tacadas. Hay que decir que el prestigio de Matheson (hablo a nivel particular claro) está a salvo, la película es por supuesto una traición al espíritu del original literario y lo es además acudiendo a un recurso tan innoble que desfallezco sólo de rememorarlo (¿de verdad acabo de escribir eso?). “Más allá de los sueños” es una historia de amor conyugal que transcurre en un mundo ultraterreno (tan estructurado como el de Dante pero decididamente más ecuménico) en el que se producirá una suerte de recuperación del mito de Orfeo y Eurídice incluyendo un descenso a los infiernos verdaderamente pavoroso y una travesía por un limbo más aterradora todavía. Recomendable para alguna tarde moderadamente trascendental.